Con el proyecto, la Universidad Nacional de Colombia sede La Paz, busca entregar el primero de muchos más proyectos que se ejecutarán en este territorio con enfoque intercultural.

Por: Katlin Navarro Luna/El Pilón

En 2022, la Universidad Nacional de Colombia, sede La Paz, lanzó el Proyecto ECORZA (Ecorregión Ciénaga de La Zapatosa) con una inversión de $9.000 millones, de los cuales $8.000 millones provienen de regalías y $1.000 millones del Ministerio de Ciencias. Este proyecto tuvo como objetivo inicial mejorar la cadena de producción y distribución de productos agrícolas en la región, pero pronto se dio cuenta de un desafío crítico: el analfabetismo digital en las zonas rurales.

El analfabetismo digital es, según la investigadora Susana García Ávila de la Universidad Nacional Autónoma de México, cuando una persona tiene un acceso limitado y desarrollo bajo de las habilidades que le permitan interactuar con las tecnologías.

La vicerrectora encargada de la UNAL sede La Paz, Yusmidia Solano, resaltó el rol de la institución en estos contextos que viven las regiones, “queremos mostrarles que la universidad tiene un propósito de participar en la solución de las problemáticas, intentar y recoger el conocimiento en la resolución de esos problemas, además hacer acción común con las universidades y resto de instituciones que tienen asiento en nuestros territorios y al mismo tiempo darle importancia a todos los conocimientos”. 

Además mencionó que durante las próximas semanas de octubre el proyecto llegará a su fin pero que quieren seguir realizando más proyectos y alianzas que están contempladas en el Plan de Desarrollo 2025-2027 de la Universidad Nacional de Colombia en todos los territorios. 

Del proyecto al diagnóstico

A finales de 2022,los  datos abiertos de la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC) revelaron que la Región Caribe (Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, Atlántico, Bolívar, Cesar, Córdoba, Magdalena, La Guajira y Sucre), contaba con una conexión a internet móvil de solo 5 personas aproximadamente por cada 10.000 habitantes y que solo por cada 100 hogares, 36 contaban con servicio de internet. Sin embargo, el acceso a internet en las áreas rurales era aún más bajo, con solo un 6.7 % de cobertura en los siete municipios beneficiados por ECORZA: Astrea, Pailitas, Chimichagua, Chiriguaná, Curumaní, El Paso y Tamalameque.

Es por esto que la falta de conectividad limitaba la implementación de tecnologías modernas como la Agricultura 4.0, dificultando el desarrollo económico y social en estas comunidades.

La Agricultura 4.0 es un conjunto de tecnologías centradas en la digitalización de los procesos agrícolas con el uso de equipos, software y sistemas que puedan mejorar el proceso de producción de principio a fin, haciéndolo más rápido, económico y sostenible, según el artículo de Ana Tovar, ‘Agricultura 4.0: uso de tecnologías de precisión y aplicación para pequeños productores’.

Construyendo infraestructura y conectividad

Para abordar estos problemas, el proyecto ECORZA estableció un sistema propio e independiente para contratar a proveedores que armaran torres y equipos necesarios para llevar internet a las zonas rurales. La empresa Netmask fue seleccionada para proveer el servicio a través de un cable de fibra óptica, con un costo mensual de $7.5 millones.

Una vez implementado el sistema con 20 torres de telecomunicaciones y 600 kits de conexión, se realizó una capacitación digital para aproximadamente 8.500 personas en las comunidades rurales. Se desarrollaron materiales didácticos con personajes representativos que ayudaron a los usuarios a navegar por la plataforma ECORZA.CO, donde podían crear tiendas virtuales, “similares o inspirados en Mercado Libre”, aclaró Richard Ríos Patiño, director del proyecto.

Impacto en la economía local

La conectividad digital ha tenido un efecto transformador en la economía local del Cesar. Al permitir a los productores ofrecer sus productos sin intermediarios a través de plataformas digitales, se han incrementado sus ingresos y se ha fomentado el emprendimiento. Además, la capacitación en técnicas agrícolas sostenibles ha mejorado la productividad y competitividad del sector agrícola.

La disponibilidad de internet también ha abierto oportunidades educativas para los jóvenes, permitiéndoles acceder a recursos en línea y búsqueda de material educativo sin tener que caminar kilómetros, aveces bajo la lluvia, para investigar un tema.

Eso relata Noris Larios, líder comunal en El Paso, Cesar: “para mí y mi comunidad en especial, ha sido muy satisfactorio porque nosotros estamos en un territorio donde nos impide la conectividad estar con el mundo, nosotros parece que estuviéramos en la era arcaica en el siglo 21 y todavía nosotros sin el servicio”. Agradece a este proyecto la facilidad con la que pueden comunicarse entre ellos y con las zonas urbanas.

Sostenibilidad en el limbo

El proyecto Ecorza terminará en las primeras semanas de octubre, eso quiere decir que pronto las alcaldías locales de esos corregimientos y zonas rurales, asumirán la responsabilidad de mantener y costear el internet. 

Durante la reunión del Comité Intergremial e Intermunicipal de Ecorza en Chimichagua (15 de agosto), Ríos Patiño hizo un llamado a alcaldes y ciudadanos a apropiarse de los beneficios del proyecto. ‘La sostenibilidad de Ecorza depende de que todos nos comprometamos y vigilemos su avance’, enfatizó.