Publicidad
Categorías
Categorías
Editorial - 21 julio, 2024

Unas elecciones que también interesan a Valledupar

Esas elecciones serán el próximo domingo 28 de julio en las que el pueblo venezolano deberá decidir entre el actual presidente Nicolás Maduro y el candidato opositor Edmundo González Urrutia, quien, según las encuestas, sería el más opcionado. La expectativa es grande, no tanto por los resultados, sino por saber si el régimen de gobierno actual aceptaría una eventual derrota.

Boton Wpp

Esta semana entra en la recta final el proceso electoral que elegirá al próximo presidente de Venezuela, el cual sin duda alguna tendrá un impacto significativo en toda la región y ciudades fronterizas como Valledupar.

Esas elecciones serán el próximo domingo 28 de julio en las que el pueblo venezolano deberá decidir entre el actual presidente Nicolás Maduro y el candidato opositor Edmundo González Urrutia, quien, según las encuestas, sería el más opcionado. La expectativa es grande, no tanto por los resultados, sino por saber si el régimen de gobierno actual aceptaría una eventual derrota.

Las incidencias de esas elecciones en el ámbito internacional se deben a que más de siete millones de venezolanos han salido de su país y han afectado en parte a los países o ciudades donde llegaron en busca de mejores oportunidades de vida. De esa cifra de emigrantes un porcentaje importante está en Valledupar y todo el territorio del Cesar. Según el Observatorio de Migración del DNP, entre 2017 y 2023, se inscribieron 29.570 venezolanos al Sisbén IV en Cesar, conformando 16.619 hogares. De la población entre los 5 y los 16 años, el 82.7 % se encuentra estudiando. El 8.5 % presenta algún tipo de discapacidad y la tasa de embarazo adolescente es del 4.3 %; la afiliación a salud es del 53.2 %. El índice de pobreza multidimensional para migrantes se encuentra en el 54.4 %, donde el rubro de privaciones en educación, el 58.3 % tiene un bajo logro educativo y hay un 8.7 % de analfabetismo. En privaciones en trabajo, la tasa de informalidad es del 64.2 % y la tasa de desempleo es del 42.3 %. En privaciones en salud, el 55.5 % no está asegurado y el 7.8 % no tiene acceso a servicios de salud dada una necesidad.

Como se puede ver, es una alta población que demanda multiplicidad de servicios que debe brindar el Estado colombiano que en el caso de Valledupar y el Cesar no es suficiente ni siquiera para sus propios ciudadanos.

Por otro lado, en tiempos de antaño existía una estrecha relación comercial entre nuestra región y Venezuela. Era amplia la lista de productos venezolanos que integraban la canasta familiar de vallenatos y guajiros, era un intercambio que movía la economía local, pero la crisis económica y política de ese país cambió las cosas. Ahora lo más común es la llegada masiva de venezolanos, algunos han abierto negocios, ofrecido mano de obra en diversas áreas y contribuido al crecimiento de la economía informal, mientras que otra gran mayoría solo han demandado ayuda y han entrado a competir con los colombianos los pocos empleos posibles, en algunos casos generando tensiones.

Todo eso hace que los procesos políticos en el país vecino sean de gran relevancia para Valledupar, un polo de concentración de emigrantes venezolanos.
Sería bueno que en Venezuela vuelva la paz política, se estabilice su economía y se armonicen las relaciones diplomáticas con Colombia para que se reactiven muchos beneficios entre los dos países.

Lo que se espera es que estas elecciones en Venezuela no intensifiquen las tensiones, especialmente si los resultados generan oleadas adicionales de migración. La situación obliga a que las autoridades locales y organizaciones no gubernamentales inicien un trabajo de búsqueda de mecanismos que ayuden a mitigar cualquier impacto negativo que pueda surgir de los resultados electorales.

Esas elecciones serán claves, los venezolanos que residen en Valledupar están atentos a los desarrollos en su país y cualquier cambio en el liderazgo venezolano puede influir en sus decisiones sobre regresar o quedarse en nuestra capital. Todo indica que Valledupar debe prepararse para posibles cambios en la dinámica migratoria.

Editorial
21 julio, 2024

Unas elecciones que también interesan a Valledupar

Esas elecciones serán el próximo domingo 28 de julio en las que el pueblo venezolano deberá decidir entre el actual presidente Nicolás Maduro y el candidato opositor Edmundo González Urrutia, quien, según las encuestas, sería el más opcionado. La expectativa es grande, no tanto por los resultados, sino por saber si el régimen de gobierno actual aceptaría una eventual derrota.


Boton Wpp

Esta semana entra en la recta final el proceso electoral que elegirá al próximo presidente de Venezuela, el cual sin duda alguna tendrá un impacto significativo en toda la región y ciudades fronterizas como Valledupar.

Esas elecciones serán el próximo domingo 28 de julio en las que el pueblo venezolano deberá decidir entre el actual presidente Nicolás Maduro y el candidato opositor Edmundo González Urrutia, quien, según las encuestas, sería el más opcionado. La expectativa es grande, no tanto por los resultados, sino por saber si el régimen de gobierno actual aceptaría una eventual derrota.

Las incidencias de esas elecciones en el ámbito internacional se deben a que más de siete millones de venezolanos han salido de su país y han afectado en parte a los países o ciudades donde llegaron en busca de mejores oportunidades de vida. De esa cifra de emigrantes un porcentaje importante está en Valledupar y todo el territorio del Cesar. Según el Observatorio de Migración del DNP, entre 2017 y 2023, se inscribieron 29.570 venezolanos al Sisbén IV en Cesar, conformando 16.619 hogares. De la población entre los 5 y los 16 años, el 82.7 % se encuentra estudiando. El 8.5 % presenta algún tipo de discapacidad y la tasa de embarazo adolescente es del 4.3 %; la afiliación a salud es del 53.2 %. El índice de pobreza multidimensional para migrantes se encuentra en el 54.4 %, donde el rubro de privaciones en educación, el 58.3 % tiene un bajo logro educativo y hay un 8.7 % de analfabetismo. En privaciones en trabajo, la tasa de informalidad es del 64.2 % y la tasa de desempleo es del 42.3 %. En privaciones en salud, el 55.5 % no está asegurado y el 7.8 % no tiene acceso a servicios de salud dada una necesidad.

Como se puede ver, es una alta población que demanda multiplicidad de servicios que debe brindar el Estado colombiano que en el caso de Valledupar y el Cesar no es suficiente ni siquiera para sus propios ciudadanos.

Por otro lado, en tiempos de antaño existía una estrecha relación comercial entre nuestra región y Venezuela. Era amplia la lista de productos venezolanos que integraban la canasta familiar de vallenatos y guajiros, era un intercambio que movía la economía local, pero la crisis económica y política de ese país cambió las cosas. Ahora lo más común es la llegada masiva de venezolanos, algunos han abierto negocios, ofrecido mano de obra en diversas áreas y contribuido al crecimiento de la economía informal, mientras que otra gran mayoría solo han demandado ayuda y han entrado a competir con los colombianos los pocos empleos posibles, en algunos casos generando tensiones.

Todo eso hace que los procesos políticos en el país vecino sean de gran relevancia para Valledupar, un polo de concentración de emigrantes venezolanos.
Sería bueno que en Venezuela vuelva la paz política, se estabilice su economía y se armonicen las relaciones diplomáticas con Colombia para que se reactiven muchos beneficios entre los dos países.

Lo que se espera es que estas elecciones en Venezuela no intensifiquen las tensiones, especialmente si los resultados generan oleadas adicionales de migración. La situación obliga a que las autoridades locales y organizaciones no gubernamentales inicien un trabajo de búsqueda de mecanismos que ayuden a mitigar cualquier impacto negativo que pueda surgir de los resultados electorales.

Esas elecciones serán claves, los venezolanos que residen en Valledupar están atentos a los desarrollos en su país y cualquier cambio en el liderazgo venezolano puede influir en sus decisiones sobre regresar o quedarse en nuestra capital. Todo indica que Valledupar debe prepararse para posibles cambios en la dinámica migratoria.