El hombre agregó que las balas llegaban hasta las cabañas vecinas, lo que generó pánico entre los habitantes de ese sector.
Es mucho lo que falta por descubrir y contar de la balacera que se originó en una fiesta de cumpleaños en Salgar, Puerto Colombia, en la que resultaron dos personas muertas y varios heridos. El panorama fue angustiante, aseguran quienes lograron salir con vida del lugar.
Noticias Caracol entrevistó a uno de los testigos y sobrevivientes de este intercambio de bala. “Eso solo la había visto en películas”, expresó el hombre que prefirió omitir su identidad.
“Vimos cómo le estaban disparando a un señor. Había mucha gente disparando. En una de esas, viene un hombre moreno, con un fusil de largo alcance, como un loco haciendo disparos. Ese fue el que puso a todo el mundo a correr”.
“Muchos vecinos se llenaron de pánico. Todos se tiraban al piso. A mis hijos los metí entre la casa, debajo de las camas. Algunos corrieron hacia el lago buscando refugiarse. Eso solo se veía en la época de Pablo Escobar”, contó angustiosamente el testigo.
El hombre agregó que las balas llegaban hasta las cabañas vecinas, lo que generó pánico entre los habitantes de ese sector.
El hombre agregó que las balas llegaban hasta las cabañas vecinas, lo que generó pánico entre los habitantes de ese sector.
Es mucho lo que falta por descubrir y contar de la balacera que se originó en una fiesta de cumpleaños en Salgar, Puerto Colombia, en la que resultaron dos personas muertas y varios heridos. El panorama fue angustiante, aseguran quienes lograron salir con vida del lugar.
Noticias Caracol entrevistó a uno de los testigos y sobrevivientes de este intercambio de bala. “Eso solo la había visto en películas”, expresó el hombre que prefirió omitir su identidad.
“Vimos cómo le estaban disparando a un señor. Había mucha gente disparando. En una de esas, viene un hombre moreno, con un fusil de largo alcance, como un loco haciendo disparos. Ese fue el que puso a todo el mundo a correr”.
“Muchos vecinos se llenaron de pánico. Todos se tiraban al piso. A mis hijos los metí entre la casa, debajo de las camas. Algunos corrieron hacia el lago buscando refugiarse. Eso solo se veía en la época de Pablo Escobar”, contó angustiosamente el testigo.
El hombre agregó que las balas llegaban hasta las cabañas vecinas, lo que generó pánico entre los habitantes de ese sector.