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Columnista - 28 enero, 2019

Maduro acorralado

Por primera vez en muchos años el dictador Nicolás Maduro está tambaleando, su situación se complica cada día y parece que las estrategias que usaba para mantenerse en el poder: adelantar elecciones amañadas, constituyentes de emergencia y represión brutal, hoy no le están funcionando; las marchas del 23 de enero le dieron una bofetada y […]

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Por primera vez en muchos años el dictador Nicolás Maduro está tambaleando, su situación se complica cada día y parece que las estrategias que usaba para mantenerse en el poder: adelantar elecciones amañadas, constituyentes de emergencia y represión brutal, hoy no le están funcionando; las marchas del 23 de enero le dieron una bofetada y mostraron a un pueblo unido que pide cambio. Pero lo que lo ha puesto contra las cuerdas es la llegada de un líder joven, enérgico y conectado con el pueblo que ha encendido de nuevo la llama de esperanza, Juan Guaidó tiene al régimen acorralado y sin muchas opciones, pese a que Maduro todavía cuenta con el apoyo de la cúpula militar, la gente comienza a decir ¡SÍ SE PUEDE! Además ha recibido golpes importantes de un bloque de la comunidad internacional liderada por EEUU, también sus vecinos del Grupo de Lima y la comunidad Europea que en una semana se sumará a este bloqueo, le han ido cerrando caminos. Aunque Maduro también ha recibido apoyos a nivel internacional de naciones que tienen intereses en Venezuela, por sus recursos petroleros, especialmente China y Rusia, lo que podría desencadenar una guerra de grandes proporciones en Latinoamérica, algo muy parecido a lo qué pasa en Medio Oriente, donde grandes potencias se disputan el control, un pulso que ha dejado muchas víctimas y miles de refugiados; Siria es el caso más patético, Rusia apoya al régimen, mientras EEUU apoya a los rebeldes, lo que se ha transformado en un polvorín de sangre y muerte.
La situación es tensa y muy preocupante para Colombia ya que la relación Maduro-Duque es nula, algo que puede generar reacciones inmediatas y afectar nuestra economía, el éxodo seguirá aumentando, ya se habla de que la cifra fácilmente podría llegar a 4 millones de refugiados, un caos total, un problema muy difícil de solucionar a corto plazo, más aún, si se desencadena una guerra entre potencias, fatal para nuestra nación y para una región de tradición pacífica.
El cerco a Maduro continúa, pero la clave está en que los militares de bajo y medio rango entiendan la responsabilidad histórica que tienen de libertar a su nación de una tiranía impuesta por potencias lejanas, la cuales, en esta crisis humanitaria, han sido poco solidarias con la gente que muere de hambre y enfermedades por la falta de medicamentos. El agregado militar venezolano en Washington dio el primer paso al desmarcarse de la dictadura, la gran pregunta es ¿Vendrán más?
Se vienen días difíciles en los que podrían pasar muchas cosas, desde encarcelar a Juan Guaidó, que podría generar una guerra civil interna; hasta un enfrentamiento entre potencias que movería las placas tectónicas de la geopolítica. Ambos escenarios son catastróficos para Colombia que recibiría todo el impacto. Venezuela con dos presidentes es inviable y puede colapsar, lo que nos puede arrastrar a una situación aún más difícil. Ojalá funcione la diplomacia y la dictadura entienda que su tiempo terminó, que es hora de resucitar a Venezuela.

@JACOBOSOLANOC

Columnista
28 enero, 2019

Maduro acorralado

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jacobo Solano Cerchiaro

Por primera vez en muchos años el dictador Nicolás Maduro está tambaleando, su situación se complica cada día y parece que las estrategias que usaba para mantenerse en el poder: adelantar elecciones amañadas, constituyentes de emergencia y represión brutal, hoy no le están funcionando; las marchas del 23 de enero le dieron una bofetada y […]


Por primera vez en muchos años el dictador Nicolás Maduro está tambaleando, su situación se complica cada día y parece que las estrategias que usaba para mantenerse en el poder: adelantar elecciones amañadas, constituyentes de emergencia y represión brutal, hoy no le están funcionando; las marchas del 23 de enero le dieron una bofetada y mostraron a un pueblo unido que pide cambio. Pero lo que lo ha puesto contra las cuerdas es la llegada de un líder joven, enérgico y conectado con el pueblo que ha encendido de nuevo la llama de esperanza, Juan Guaidó tiene al régimen acorralado y sin muchas opciones, pese a que Maduro todavía cuenta con el apoyo de la cúpula militar, la gente comienza a decir ¡SÍ SE PUEDE! Además ha recibido golpes importantes de un bloque de la comunidad internacional liderada por EEUU, también sus vecinos del Grupo de Lima y la comunidad Europea que en una semana se sumará a este bloqueo, le han ido cerrando caminos. Aunque Maduro también ha recibido apoyos a nivel internacional de naciones que tienen intereses en Venezuela, por sus recursos petroleros, especialmente China y Rusia, lo que podría desencadenar una guerra de grandes proporciones en Latinoamérica, algo muy parecido a lo qué pasa en Medio Oriente, donde grandes potencias se disputan el control, un pulso que ha dejado muchas víctimas y miles de refugiados; Siria es el caso más patético, Rusia apoya al régimen, mientras EEUU apoya a los rebeldes, lo que se ha transformado en un polvorín de sangre y muerte.
La situación es tensa y muy preocupante para Colombia ya que la relación Maduro-Duque es nula, algo que puede generar reacciones inmediatas y afectar nuestra economía, el éxodo seguirá aumentando, ya se habla de que la cifra fácilmente podría llegar a 4 millones de refugiados, un caos total, un problema muy difícil de solucionar a corto plazo, más aún, si se desencadena una guerra entre potencias, fatal para nuestra nación y para una región de tradición pacífica.
El cerco a Maduro continúa, pero la clave está en que los militares de bajo y medio rango entiendan la responsabilidad histórica que tienen de libertar a su nación de una tiranía impuesta por potencias lejanas, la cuales, en esta crisis humanitaria, han sido poco solidarias con la gente que muere de hambre y enfermedades por la falta de medicamentos. El agregado militar venezolano en Washington dio el primer paso al desmarcarse de la dictadura, la gran pregunta es ¿Vendrán más?
Se vienen días difíciles en los que podrían pasar muchas cosas, desde encarcelar a Juan Guaidó, que podría generar una guerra civil interna; hasta un enfrentamiento entre potencias que movería las placas tectónicas de la geopolítica. Ambos escenarios son catastróficos para Colombia que recibiría todo el impacto. Venezuela con dos presidentes es inviable y puede colapsar, lo que nos puede arrastrar a una situación aún más difícil. Ojalá funcione la diplomacia y la dictadura entienda que su tiempo terminó, que es hora de resucitar a Venezuela.

@JACOBOSOLANOC