La bumanguesa, que canta y toca el acordeón, empezó su carrera a los 12 años de la mano de Los Niños del Vallenato. Su primer disco está nominado a los Grammy Latino y compite por el gramófono que se entregará el 15 de noviembre.
Diana Burco ya tiene su historia en el vallenato. Deseada. Es la primera mujer nominada a los Grammy Latino, en la categoría Vallenato / Cumbia, compitiendo con artistas como Juan Piña, Jean Carlos Centeno, Alberto Barros y Silvestre Dangond.
Este año debutó en las grabaciones con un álbum que lleva su mismo nombre. Grabó ocho canciones de su autoría y una más de Freddy Molina, el clásico ‘Los novios’. En 2016 ganó el Festival Vallenato de mujeres, Evafe, en la categoría de Canción Inédita con ‘Viejo amor del Valle’, que le dará vida cinematográfica en los próximos días. De sus proyectos, de cómo fue la grabación del compacto, la manera de llegar al vallenato y otros temas habló durante su visita a EL PILÓN.
¿Qué la llevó a grabar este álbum, nominado además a los Grammy Latino?
Como mujer en el vallenato vi la necesidad de grabar algo que fuera mío. Pienso que este movimiento está creciendo, pero es importante que comiencen a ver estas composiciones de nosotras, eso me motivó para hacer el álbum y me tomé unos tres años, con toda la paciencia para encontrar mi identidad musical, básicamente mi propio sonido, mi propia manera de ver la música y lo sacamos en febrero.
¿Cuál es su estilo?
En el álbum hay de todo. ‘Viejo amor del Valle’ es muy tradicional, pero hay cumbia, porro, tratando de llevarlos a nuevos sonidos. Podemos llamarlo un vallenato basado en las raíces, con los sonidos que pide el mundo, música del mundo.
¿Cómo una bumanguesa quiso aportarle al vallenato y no a otro género?
Yo crecí viendo este instrumento. Lo que más me cautiva es el acordeón, mi papá siempre escuchó a Alfredo Gutiérrez y Diomedes Díaz. Cuando estaba niña tocaba violín, no me convencía y busqué un instrumento más colombiano, me encontré así el acordeón. Es un instrumento que respiras con él y me llenaba muchísimo. Cuando llegué a Valledupar me convenzo porque encontré música viva, con una ciudad donde todas las personas ven esta música.
Cantar, tocar y componer en las nuevas generaciones no se ve, es una figura que se ha perdido con los años y me atrae un montón, porque ahí es donde se completa todo: el porqué y para qué se hace la música.
¿Cómo aprendiste a tocar el acordeón?
Estaba en Bucaramanga, me acerqué seis meses con un profesor y no encontraba las bases, fue cuando vine a Valledupar a la Academia de ‘El Turco’ Gil, entonces dije que esas eran las raíces. Comencé a apropiarme al principio de todo y eso fue muy importante para mí.
¿Cuando se hable de Diana Burco cómo te gustaría que te referenciaran? ¿En qué ramificación del vallenato te gustaría estar?
(Piensa). Está muy claro que vengo del vallenato, me he apropiado y he valorado la herencia musical que nos han dejado, pero que la estoy llevando para que más oídos se contagien de ella.
Las mujeres piden un espacio en el vallenato pero no tienen una canción éxito en la actualidad. Ni en la radio, ni en las redes. ¿Cómo lograrlo?
Con ‘Viejo amor del Valle’ estamos buscándolo. Con eso del éxito es que tenemos que sacar más música, no basta con una canción, es sacar lo que escribimos y ahí está mi llamado, que comiencen a componer. Vamos a expresar lo que nosotras somos, porque suele pasar a veces que buscan a otros compositores y siguen siendo hombres cantándoles a mujeres, ahí el llamado es que el camino comenzará a marcarse como hizo Rita Fernández, quien también ha sido mi maestra, y empiezas a hacer un legado de lo que tú eres. ¿Cómo te van a identificar si no tienes tú música?
Primera mujer nominada al Grammy por el Vallenato / Cumbia. ¿Qué significa eso?
Yo inscribí el álbum como un deber, pero muy consciente de que era mi primer disco, independiente, esas dos cosas me pusieron a tambalear de qué tanto la Academia lo iba a escuchar o no. Esto es una prueba de que en los Grammy la música es lo que vale.
La bumanguesa, que canta y toca el acordeón, empezó su carrera a los 12 años de la mano de Los Niños del Vallenato. Su primer disco está nominado a los Grammy Latino y compite por el gramófono que se entregará el 15 de noviembre.
Diana Burco ya tiene su historia en el vallenato. Deseada. Es la primera mujer nominada a los Grammy Latino, en la categoría Vallenato / Cumbia, compitiendo con artistas como Juan Piña, Jean Carlos Centeno, Alberto Barros y Silvestre Dangond.
Este año debutó en las grabaciones con un álbum que lleva su mismo nombre. Grabó ocho canciones de su autoría y una más de Freddy Molina, el clásico ‘Los novios’. En 2016 ganó el Festival Vallenato de mujeres, Evafe, en la categoría de Canción Inédita con ‘Viejo amor del Valle’, que le dará vida cinematográfica en los próximos días. De sus proyectos, de cómo fue la grabación del compacto, la manera de llegar al vallenato y otros temas habló durante su visita a EL PILÓN.
¿Qué la llevó a grabar este álbum, nominado además a los Grammy Latino?
Como mujer en el vallenato vi la necesidad de grabar algo que fuera mío. Pienso que este movimiento está creciendo, pero es importante que comiencen a ver estas composiciones de nosotras, eso me motivó para hacer el álbum y me tomé unos tres años, con toda la paciencia para encontrar mi identidad musical, básicamente mi propio sonido, mi propia manera de ver la música y lo sacamos en febrero.
¿Cuál es su estilo?
En el álbum hay de todo. ‘Viejo amor del Valle’ es muy tradicional, pero hay cumbia, porro, tratando de llevarlos a nuevos sonidos. Podemos llamarlo un vallenato basado en las raíces, con los sonidos que pide el mundo, música del mundo.
¿Cómo una bumanguesa quiso aportarle al vallenato y no a otro género?
Yo crecí viendo este instrumento. Lo que más me cautiva es el acordeón, mi papá siempre escuchó a Alfredo Gutiérrez y Diomedes Díaz. Cuando estaba niña tocaba violín, no me convencía y busqué un instrumento más colombiano, me encontré así el acordeón. Es un instrumento que respiras con él y me llenaba muchísimo. Cuando llegué a Valledupar me convenzo porque encontré música viva, con una ciudad donde todas las personas ven esta música.
Cantar, tocar y componer en las nuevas generaciones no se ve, es una figura que se ha perdido con los años y me atrae un montón, porque ahí es donde se completa todo: el porqué y para qué se hace la música.
¿Cómo aprendiste a tocar el acordeón?
Estaba en Bucaramanga, me acerqué seis meses con un profesor y no encontraba las bases, fue cuando vine a Valledupar a la Academia de ‘El Turco’ Gil, entonces dije que esas eran las raíces. Comencé a apropiarme al principio de todo y eso fue muy importante para mí.
¿Cuando se hable de Diana Burco cómo te gustaría que te referenciaran? ¿En qué ramificación del vallenato te gustaría estar?
(Piensa). Está muy claro que vengo del vallenato, me he apropiado y he valorado la herencia musical que nos han dejado, pero que la estoy llevando para que más oídos se contagien de ella.
Las mujeres piden un espacio en el vallenato pero no tienen una canción éxito en la actualidad. Ni en la radio, ni en las redes. ¿Cómo lograrlo?
Con ‘Viejo amor del Valle’ estamos buscándolo. Con eso del éxito es que tenemos que sacar más música, no basta con una canción, es sacar lo que escribimos y ahí está mi llamado, que comiencen a componer. Vamos a expresar lo que nosotras somos, porque suele pasar a veces que buscan a otros compositores y siguen siendo hombres cantándoles a mujeres, ahí el llamado es que el camino comenzará a marcarse como hizo Rita Fernández, quien también ha sido mi maestra, y empiezas a hacer un legado de lo que tú eres. ¿Cómo te van a identificar si no tienes tú música?
Primera mujer nominada al Grammy por el Vallenato / Cumbia. ¿Qué significa eso?
Yo inscribí el álbum como un deber, pero muy consciente de que era mi primer disco, independiente, esas dos cosas me pusieron a tambalear de qué tanto la Academia lo iba a escuchar o no. Esto es una prueba de que en los Grammy la música es lo que vale.