La tensión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de los vasos (arterias) al ser bombeada por el corazón. Cuanta más alta es la tensión, más esfuerzo tiene que realizar el corazón para bombear, es por esto que se debe tener un control de la misma, sabiendo que una tensión normal es de 120 mm Hg1 cuando el corazón late (tensión sistólica) y de 80 mm Hg cuando el corazón se relaja (tensión diastólica). Cuando la tensión sistólica es igual o superior a 140 mm Hg y/o la tensión diastólica es igual o superior a 90 mm Hg, la tensión arterial se considera alta o elevada.
La doctora Diana Paola Díaz afirma que “cuanto más alta es la tensión arterial, mayor es el riesgo de daño al corazón y a los vasos sanguíneos de órganos principales como el cerebro y los riñones”.
Sin embargo, se puede llegar a considerar que la hipertensión arterial puede provocar un infarto de miocardio, un ensanchamiento del corazón, una insuficiencia cardiaca, ceguera, deterioro cognitivo o lesión de los riñones, que pueden llevar a diálisis.
Estas enfermedades muchas veces no muestran sus síntomas y por eso las personas no conocen de ello, es decir es como el “enemigo silencioso, pero peligroso”.
Por eso se hace un llamado a todos los colombianos a llevar un control de la enfermedad, ya que en esta epoca decembrina muchos cambian sus hábitos saludables y olvidan su tratamiento en vacaciones, como explica la doctora Diana Paola Díaz. Los cambios de horario, cambios en la alimentación, consumo de licor e incluso estrés por los compromisos sociales y económicos propios de la época influyen para que la persona con hipertensión descuide o modifique su terapia.
Recomendaciones
1. Llevar siempre un tensiómetro.
2. No olvidar sus medicamentos y continuar con horarios estrictos (si es necesario ponga
una alarma en su celular que le recuerde el horario de su medicación).
3. Cuidar su dieta.
4. No olvide hacer ejercicio en vacaciones.
5. Evite el consumo de tabaco y la exposición al mismo.
6. Tome la cantidad de líquido suficiente.
7. Evite por completo el consumo de bebidas alcohólicas. A pesar de que de forma
inmediata el alcohol dilata los vasos sanguíneos, si se convierte en un hábito crónico, así
sea en pequeñas cantidades, aumenta la Presión Arterial (PA)
8. Gestionar el estrés de una forma saludable, por ejemplo, mediante meditación, ejercicio
físico adecuado y/o relaciones sociales positivas.