La amistad de Silvia Alejandra Montoya Mantilla, de 22 años; Natalia Esperanza Gámez Gullo, de 23 años y Eilen Carolina Mantilla, de 23, terminó trágicamente en el accidente de tránsito registrado el domingo,
en el kilómetro 65 de la vía Valledupar- Bosconia.
Los sueños de las tres jóvenes quedaron truncos, al perder la vida, cuando la camioneta Toyota Hilux doble cabina con placas BLR-572, conducida por Juan Carlos Restrepo, de 42 años, perdió el control y se estrelló contra un árbol.
De milagro, el conductor solo sufrió golpes leves, mientras que Pedro Luis Quintero Cifuentes, de 26 años, no corrió con la misma suerte y, tras el fuerte impacto, murió de forma inmediata junto a las tres mujeres.
Ayer, en las afueras de Medicina Legal y Ciencias Forenses se vivieron desgarradoras escenas de llanto y dolor por parte de los familiares de Silvia, Natalia y Eilen. Los familiares del ingeniero Quintero Cifuentes, apenas viajaban a la capital cesarense para reclamar el cuerpo de su ser querido.
“Las tres estudiaron juntas el bachillerato y se graduaron en el colegio Eloy Quintero Araújo de Bosconia, en el 2006, eran muy buenas amigas”, recordó Laura Montoya, hermana de una de las víctimas.
Inconsolable, dijo que su hermana mayor, Silvia, era natural de San Gil, Santander, estudiaba de sexto semestre de derecho en la Universidad de Magdalena y residía en el barrio Alcázares de Santa Marta.
“Estuvimos en el concierto de Silvestre, el sábado lo pasamos en Bosconia y sus amigos ingenieros las invitaron a pasear a Valledupar. Yo no fui, preferí quedarme”, acotó.
Natalia y Eilen, residían en Bosconia y sus familiares no quisieron dar declaraciones a la prensa.
Las investigaciones
“Se ha logrado establecer que la causa inicial de este accidente es un exceso de velocidad, acompañado de un probable microsueño por parte del conductor”, dijo el capitán Mauricio Becerra Rolón, jefe de la Policía de Tránsito y Transportes, seccional Cesar.
Para que estos trágicos accidentes no se repitan recordó que en las carreteras del Cesar, vías secundarias y terciarias, la velocidad autorizada es de 80 kilómetros por hora.
Agregó que, en este departamento, hay una reducción del 15% de la accidentalidad con relación al año anterior. “Tenemos una diferencia de 45 casos”.