Por: Indalecio Dangond Baquero Mientras el pasado 15 de mayo, los representantes de los gremios, periodistas y autoridades locales celebraban con champagne el envio de un contenedor desde el puerto de Barranquilla, hacia los Estados Unidos, con los beneficios arancelarios del TLC, en Price Smart (el hipermercado que comercializa productos y marcas importadas bajo el […]
Por: Indalecio Dangond Baquero
Mientras el pasado 15 de mayo, los representantes de los gremios, periodistas y autoridades locales celebraban con champagne el envio de un contenedor desde el puerto de Barranquilla, hacia los Estados Unidos, con los beneficios arancelarios del TLC, en Price Smart (el hipermercado que comercializa productos y marcas importadas bajo el concepto de membresias), habia inmensas colas de personas comprando productos gringos, pensando que a partir de ese dia bajarian aun más los precios de las marcas importadas.
Aproveche el momento y compre unos cuantos productos importados para mirar la diferencia de precios con los nuestros y asi tener un indicador que me permita hacer un analisis del impacto de este tratado en la economia y empleo de nuestro pais. Les advierto que los productos norteamericanos que adquirí, aun tenían aranceles o gravámenes a la importación que oscilan entre el 5 y el 40 por ciento. Es decir, una vez se acaben esos inventarios, los nuevos productos deben salir con un precio mucho menor.
De regreso a Bogota me fui al supermercado Carulla más cercano a mi apartamento y compre los mismos productos, pero de marcas nacionales. Nada que hacer, nos van a dar sopa y seco. Mientras que la libra de jamon importado cuesta $7.900, el nuestro vale $11.130; con el precio de una salsa de tomate de las nuestras, puedes comprar un combo de tres importadas; con el precio de cuatro libras de espaguetis de sus marcas, solo puedes comprar dos libras de las nuestras; con $8.200 alcanzas a comprar seis latas de salchichas importadas, aca solo te alcanza para tres; mientras que con $10.500 compré una caja de cien bolsas de basura de una marca americana, aca solo pude comprar doce bolsitas. Ni que hablar de los quesos, aceites, jugos y otros productos de la canasta familiar.
¿Que puede pasar con esta invasion de productos y marcas norteamericanas baratas? Pues que se incrementa la carga portuaria y aerea, se dispara el comercio y el consumo en las ciudades y por ende se genera más empleo. Por otra parte, los supermercados y tenderos del pais tendrán sus estanterias repletas de estos productos y desapareciendo los nuestros, generando una quiebra masiva de productores agropecuarios y empresas transformadoras de materias primas. Lo mas grave de este TLC, es que los señores Hernando José Gomez y Juan Lucas Restrepo (negociadores responsables de este tratado), no fueron capaces de conseguir el acceso al mercado de los Estados Unidos de productos nuestros como la carne, leche, papa, melón, etc, etc……. Los que son admisibles, es mejor venderlos en nuestro mercado, porque los costos de transporte desde sus fincas a los puertos colombianos son muy altos.
Las consecuencias de esta masacre agricola y ganadera, seguramente va a generar un desplazamiento masivo de campesinos a los semaforos de las ciudades porque, de lo contrario, corren el riesgo de ser reclutados por grupos armados al margen de la ley, para que siembren cultivos ilicitos o integren sus filas.
No todo esta perdido y ante estas circunstancias de desventajas competitivas hay que sacar la malicia indigena y ser creativos. Un plan de choque podria ser incentivar con subsidios directos y acceso a credito barato los cultivos de productos admisibles en los Estados Unidos para que los productores hagan sus conversiones a ellos y puedan exportar en grandes volumenes con bajos costos.
P/D: Una recomendación al ministro Juan Camilo Restrepo. Ya está bueno de tantas peleas con los gremios, empresarios y congresistas. Cambie de actitud y de asesores y le ira mejor a usted y al campo colombiano.
[email protected]
Por: Indalecio Dangond Baquero Mientras el pasado 15 de mayo, los representantes de los gremios, periodistas y autoridades locales celebraban con champagne el envio de un contenedor desde el puerto de Barranquilla, hacia los Estados Unidos, con los beneficios arancelarios del TLC, en Price Smart (el hipermercado que comercializa productos y marcas importadas bajo el […]
Por: Indalecio Dangond Baquero
Mientras el pasado 15 de mayo, los representantes de los gremios, periodistas y autoridades locales celebraban con champagne el envio de un contenedor desde el puerto de Barranquilla, hacia los Estados Unidos, con los beneficios arancelarios del TLC, en Price Smart (el hipermercado que comercializa productos y marcas importadas bajo el concepto de membresias), habia inmensas colas de personas comprando productos gringos, pensando que a partir de ese dia bajarian aun más los precios de las marcas importadas.
Aproveche el momento y compre unos cuantos productos importados para mirar la diferencia de precios con los nuestros y asi tener un indicador que me permita hacer un analisis del impacto de este tratado en la economia y empleo de nuestro pais. Les advierto que los productos norteamericanos que adquirí, aun tenían aranceles o gravámenes a la importación que oscilan entre el 5 y el 40 por ciento. Es decir, una vez se acaben esos inventarios, los nuevos productos deben salir con un precio mucho menor.
De regreso a Bogota me fui al supermercado Carulla más cercano a mi apartamento y compre los mismos productos, pero de marcas nacionales. Nada que hacer, nos van a dar sopa y seco. Mientras que la libra de jamon importado cuesta $7.900, el nuestro vale $11.130; con el precio de una salsa de tomate de las nuestras, puedes comprar un combo de tres importadas; con el precio de cuatro libras de espaguetis de sus marcas, solo puedes comprar dos libras de las nuestras; con $8.200 alcanzas a comprar seis latas de salchichas importadas, aca solo te alcanza para tres; mientras que con $10.500 compré una caja de cien bolsas de basura de una marca americana, aca solo pude comprar doce bolsitas. Ni que hablar de los quesos, aceites, jugos y otros productos de la canasta familiar.
¿Que puede pasar con esta invasion de productos y marcas norteamericanas baratas? Pues que se incrementa la carga portuaria y aerea, se dispara el comercio y el consumo en las ciudades y por ende se genera más empleo. Por otra parte, los supermercados y tenderos del pais tendrán sus estanterias repletas de estos productos y desapareciendo los nuestros, generando una quiebra masiva de productores agropecuarios y empresas transformadoras de materias primas. Lo mas grave de este TLC, es que los señores Hernando José Gomez y Juan Lucas Restrepo (negociadores responsables de este tratado), no fueron capaces de conseguir el acceso al mercado de los Estados Unidos de productos nuestros como la carne, leche, papa, melón, etc, etc……. Los que son admisibles, es mejor venderlos en nuestro mercado, porque los costos de transporte desde sus fincas a los puertos colombianos son muy altos.
Las consecuencias de esta masacre agricola y ganadera, seguramente va a generar un desplazamiento masivo de campesinos a los semaforos de las ciudades porque, de lo contrario, corren el riesgo de ser reclutados por grupos armados al margen de la ley, para que siembren cultivos ilicitos o integren sus filas.
No todo esta perdido y ante estas circunstancias de desventajas competitivas hay que sacar la malicia indigena y ser creativos. Un plan de choque podria ser incentivar con subsidios directos y acceso a credito barato los cultivos de productos admisibles en los Estados Unidos para que los productores hagan sus conversiones a ellos y puedan exportar en grandes volumenes con bajos costos.
P/D: Una recomendación al ministro Juan Camilo Restrepo. Ya está bueno de tantas peleas con los gremios, empresarios y congresistas. Cambie de actitud y de asesores y le ira mejor a usted y al campo colombiano.
[email protected]