Hace un mes, Julio Ponce, presidente del Consejo Municipal de Juventud de Valledupar, y Valentina Arregocés, consejera y delegada departamental de juventud en el Cesar, fueron dos de los representantes que recibieron un recinto denominado Centro de Atención Juvenil del municipio. 

El lugar está dentro del Centro de Desarrollo Vecinal (CDV) y está adecuado para que los consejeros y miembros de la Plataforma de Juventud realicen sus reuniones y atiendan a la población. EL PILÓN estuvo en este sitio y dialogó con Ponce y Arregocés sobre la lucha para obtener este espacio por parte de la Alcaldía, pero además sobre los proyectos y funciones de la organización que lideran. 

¿Qué tanto ha impactado la entrega de esta oficina  en el desarrollo de las funciones del CMJ?

Julio: El camino para poder llegar a lo que hoy materialmente tiene el Consejo Municipal fueron tres años continuos de bastante lucha, a través de las administraciones y los esfuerzos personales de cada uno de los consejeros. De la administración pasada se pudieron gestionar las dotaciones que hoy ven aquí, posterior a eso, la administración actual nos hace entrega en términos de comodato para nosotros poder realizar nuestras actividades, tanto organizativas como para el tema de juventudes, aquí en el CDV. 

Con recursos propios hicimos una inversión para lo que es la reparación locativa del sitio, faltan algunas cositas, ya estamos terminando. Antes de que sea un tema de reunión nada más para los consejeros, queremos que sea un escenario de capacitación, que haya transversalidad para que puedan estar aquí ediles jóvenes, podamos concertar con los concejales y podamos decirle a los líderes de barrio jóvenes que pueden aquí tener un sitio de escucha y que puedan también ellos integrarse para organización de ellos mismos. 

El subsistema de participación no es solamente el Consejo Municipal de Juventud, también es la plataforma de Juventud del municipio de Valledupar y esta oficina  ahora en adelante tendrá como nombre Centro de Atención Juvenil, aquí tendremos toda esa gama de servicios y ofertas para la población juvenil aquí, no se ha inaugurado como tal el lugar porque se tiene pensado que la inauguración sea con una capacitación. 

¿Qué más ha pasado dentro del CMJ?

Julio: El Consejo Municipal de Juventud se ha venido preparando, tanto administrativamente como jurídicamente porque hay muchos vacíos en la normativa 1602 y en cuánto al régimen disciplinario de los consejeros, para poder darle todas esas herramientas a los próximos consejeros municipales de juventud para que ahora sí, teniendo ellos ya toda esa cobertura, puedan impactar de forma más amplia, porque nosotros hemos hecho iniciativas con esfuerzos propios. 

El año pasado se hicieron varias actividades en cabeza de varios consejeros en temas ambientales, reducción en accidentabilidad, temas deportivos y de salud mental porque es importante entender que uno debe trabajar según la norma y el espectro donde uno está ubicado porque a veces la población se equivoca con nuestra representación, pero hemos estado haciendo esa sensibilización, diciéndoles cómo podemos hacer y hasta dónde podemos tener nosotros jurisdicción.

¿Hasta dónde llegan esas competencias? 

Julio: La Ley 1622 del 2013, que la modifica la 1885 del 2018, nos habla puntualmente de lo que hace un consejero: ser veedor y vocero ante las necesidades y requerimientos que pueda tener la población juvenil del municipio de Valledupar.

Nosotros jurídicamente no somos una corporación, no somos un concejo municipal que está regulado por la función pública, no estamos dentro de ese esquema. Somos una entidad que tiene hoy la ley estatutaria, pero sin fuerzas de ejercer control y tampoco tenemos remuneraciones.

Entonces tenemos es un tema de articulación, más que todo y prácticamente se acomoda a un esquema como si fuera una asociación.

¿Entonces como asociación tampoco tienen presupuesto? 

Julio: El presupuesto definido técnicamente dentro del plan de desarrollo, que cada cuatro se crea, no está especificado que el Consejo Municipal tenga un rubro efectivo y puntual, hay un presupuesto general de juventudes en la administración municipal, que le sugiere la norma que debe aportarnos a nosotros para nosotros mantenernos en hacer y realizar nuestras funciones, pero como tal, nosotros no tenemos recursos. 

Ya es de voluntad política porque la misma norma tampoco obliga  a la misma administración a entregar ese dinero para la organización, sin voluntad política no hay nada. 

¿Por qué ser consejero de juventud si no hay salario ni recursos para funcionar? 

Valentina: Lo más importante de esto es el aporte que uno está haciendo al municipio desde las bases de los jóvenes,  generar incidencia en el territorio, el hecho de que nosotros no tengamos una remuneración económica, no significa que no tengamos esa remuneración en el sentir de que se está apoyando a los jóvenes en las diferentes áreas que nosotros realicemos. 

Se pueden lograr gestiones, programas e iniciativas con las administraciones para poder generar proyectos en pro de los jóvenes, hemos podido llevar a cabo más de 10 proyectos, yo he podido llevar un proyecto que se llama ‘Árbol por la vida’, que se trata básicamente de llevar educación ambiental en las instituciones educativas y hemos podido impactar a más de 10 instituciones a nivel municipal. 

También que hemos podido llevar proyectos como lo es la Feria juvenil de emprendimiento, hemos apoyado a más de 100 jóvenes emprendedores, dándoles cátedras y formación de emprendimiento, vinculando a la Unidad de Emprendimiento de la Universidad Popular del Cesar, la Cámara de Comercio y otras universidades que nos han brindado el apoyo. 

Son iniciativas que de fondo parecen pequeñas, pero generan un impacto y yo creo que ese es lo más importante que hay que recalcar, que nosotros tenemos la responsabilidad de incidir en nuestros territorios y que si no lo hacemos ahora no lo vamos a hacer nunca y el Consejo juventud es un espacio para incidir, para hacer control, veeduría, para recolectar las problemáticas de primera mano de los jóvenes, para escucharlos a través de las asambleas, entonces sí tiene su remuneración más allá de lo económico. 

¿Qué debe hacer un joven cualquiera de Valledupar para aportar  en el Consejo Municipal de Juventud o requiere asesoría para  ayudar en su comunidad?

Valentina: Independientemente de la figura, nosotros siempre hemos estado prestos a poder brindar el apoyo que se requieran en las diferentes problemáticas que se presenten en el territorio, ya sea en el municipio o en sus corregimientos, tenemos redes sociales, estamos abiertos de pronto a que puedan comunicarse con nosotros y agendar para tener una reunión con esa personas, escucharla de primera mano y que nos invite a la comunidad que está siendo afectada. 

La misión de este Centro de Atención Juvenil  es tener a los jóvenes acá, y no solamente tener reuniones, sino también formarse, capacitarse, recibir asesorías porque tenemos una misión y es poder brindar asesoría jurídica para los diferentes problemáticas que se le presenten a los jóvenes, y nosotros estamos para eso, para tratar de resolver las problemáticas o por lo menos comunicarlas ante la administración. 

Por Redacción General.