Con este, ya son dos los casos recientes que se conocen de presunta negligencia en la misma clínica de la ciudad. El caso ya es conocido a nivel nacional.
¡Los casos de presuntas negligencias médicas que terminan en la muerte del paciente no paran en Valledupar! El pasado 28 de septiembre, a las 2:00 de la mañana, Carmen Daniela Uribe Londoño, una joven de 25 años, se presentó en la Clínica Valledupar con dolores de parto. Su primogénita, Samanta Plaza Uribe, fue ‘víctima’ de un “mal procedimiento que terminó con su vida”, según relato del progenitor de la menor.
De acuerdo al testimonio del esposo de Carmen, Jorge Enrique Plaza, la mala atención inició desde que ella llegó a las instalaciones de la clínica, toda vez que 5 horas después, es decir, a las 7:00 de la mañana, fue que una doctora la atendió.
“La revisó y consideró que ya estaba lista para parir, por lo que le suministró medicamento para inducir el parto, pero mi esposa se negó y le dijo que ella no estaba apta para tener parto natural sino por cesárea, ya que en los reiterados controles que le realizaron durante el embarazo los médicos indicaron que por el peso y el tamaño que presentaba la niña a mi esposa se le imposibilitaría un parto natural; sin embargo, en la clínica omitieron esa información”, recordó con nostalgia.
Y continuó relatando: “Me cuenta mi esposa que durante el proceso de parto entraron dos hombres y una enfermera y se le montaron en la barriga para tratar de sacar a la bebé a la fuerza. De tanto forcejeo y peso terminaron dejándole moretones y la maltrataron psicológicamente porque mientras se montaban encima de ella le decían: ‘¿Va a dejar morir a la bebé?, ¡La está asfixiando!, ¡Puje!’, y mi esposa desesperada trataba de pujar pero no era posible por el tamaño de la bebé”.
De acuerdo a información del padre de la menor, esta nació pesando 3.500 gramos y midiendo 53 centímetros.
Luego de los múltiples intentos fallidos para que la bebé naciera por parto natural, los médicos decidieron practicarle una cesárea de emergencia “pero ya era muy tarde”. “Ni siquiera la pasaron a un quirófano, le hicieron la cesárea en la sala de parto. La niña, desafortunadamente, nació sin signos vitales y el grupo de médicos que estaba en ese momento la reanimaron y la metieron a la sala de incubación”.
Pero, cuando creían que todo lo malo había pasado y que prontamente tendrían a su bebé en brazos, una llamada la madrugada del 29 de septiembre los dejó paralizados y con el corazón partido. “Nos llamaron a las 5:00 de la mañana para decirnos que la niña había fallecido, que le había dado un paro”, expresó el padre de la recién nacida mientras su voz se quebrantaba y un nudo se hacía en su garganta.
“Era una niña hermosa, muy parecida a los dos. No entendemos cómo es que una niña nace sana y al día siguiente muere, eso no pasa, a menos que haya habido una mala práctica al momento del nacimiento, como aparentemente sucedió en este caso”, manifestó Jorge Plaza.
Tras recibir la noticia, el hombre se dirigió al centro médico para solicitar la historia clínica, no obstante, denuncia que han dilatado el proceso. “Me dijeron que eso demora 15 días, aún cuando la ley es clara y dice que si mi mujer o yo, que somos los padres de la bebé, solicitamos la historia clínica nos la deberían dar inmediatamente. Después me dijeron que la persona encargada de ese trabajo estaba incapacitada y que no me la podían entregar, pero cuando llegaron mis abogados mágicamente la digitadora incapacitada apareció”.
Luego de reclamos, disputas y presión de los abogados, la clínica entregó el documento pero, alega Jorge Plaza que estaba incompleto; “no hay registro entre las 7 de la mañana y las 3 de la tarde. Me parece que me están ocultando información pero no sé con qué intención”, reclamó.
Entendiendo que los casos donde son presuntamente vulnerados los derechos deben ser notificados ante las autoridades, Jorge Plaza reveló al diario EL PILÓN que ya interpusieron las respectivas denuncias ante la Fiscalía General de la Nación y otra ante el Tribunal de Ética en contra de los médicos, que ese día estuvieron en la sala de parto, por maltrato físico y psicológico a la madre de la recién nacida.
“Temo por la salud física y psicológica de mi esposa porque sé lo que significaba para nosotros esta hija. Estamos destruidos. Era nuestra primera hija. La bebé era nuestra ilusión, nuestro anhelo y por presunta negligencia y omisión nos la arrebataron. Básicamente nos dijeron: ‘Su hija se murió, venga, recójala y llévesela’”, expresó el padre.
Cuando estos casos y señalamientos hacia la Clínica Valledupar se presentan, no existe pronunciamiento oficial ante los medios de comunicación. Para este caso, el centro médico decidió hacer público un comunicado de prensa en el que, aunque no revelan detalles de la denuncia, afirman que están investigando las causas de muerte.
“Clínica Valledupar S.A, en nombre del Grupo Clínica Médicos, expresa un mensaje de solidaridad y condolencias a los familiares, amigos y en especial al señor Jorge Plazas y su señora esposa por el fallecimiento de su hija en circunstancias que aún son materia de investigación por parte de la organización. Estamos dispuestos a cooperar, esclarecer este lamentable acontecimiento y aportar el parte a las entidades de regulación y control”, dice el documento.
Con este, ya son dos los casos recientes que se conocen de presunta negligencia en la misma clínica de la ciudad. El caso ya es conocido a nivel nacional.
¡Los casos de presuntas negligencias médicas que terminan en la muerte del paciente no paran en Valledupar! El pasado 28 de septiembre, a las 2:00 de la mañana, Carmen Daniela Uribe Londoño, una joven de 25 años, se presentó en la Clínica Valledupar con dolores de parto. Su primogénita, Samanta Plaza Uribe, fue ‘víctima’ de un “mal procedimiento que terminó con su vida”, según relato del progenitor de la menor.
De acuerdo al testimonio del esposo de Carmen, Jorge Enrique Plaza, la mala atención inició desde que ella llegó a las instalaciones de la clínica, toda vez que 5 horas después, es decir, a las 7:00 de la mañana, fue que una doctora la atendió.
“La revisó y consideró que ya estaba lista para parir, por lo que le suministró medicamento para inducir el parto, pero mi esposa se negó y le dijo que ella no estaba apta para tener parto natural sino por cesárea, ya que en los reiterados controles que le realizaron durante el embarazo los médicos indicaron que por el peso y el tamaño que presentaba la niña a mi esposa se le imposibilitaría un parto natural; sin embargo, en la clínica omitieron esa información”, recordó con nostalgia.
Y continuó relatando: “Me cuenta mi esposa que durante el proceso de parto entraron dos hombres y una enfermera y se le montaron en la barriga para tratar de sacar a la bebé a la fuerza. De tanto forcejeo y peso terminaron dejándole moretones y la maltrataron psicológicamente porque mientras se montaban encima de ella le decían: ‘¿Va a dejar morir a la bebé?, ¡La está asfixiando!, ¡Puje!’, y mi esposa desesperada trataba de pujar pero no era posible por el tamaño de la bebé”.
De acuerdo a información del padre de la menor, esta nació pesando 3.500 gramos y midiendo 53 centímetros.
Luego de los múltiples intentos fallidos para que la bebé naciera por parto natural, los médicos decidieron practicarle una cesárea de emergencia “pero ya era muy tarde”. “Ni siquiera la pasaron a un quirófano, le hicieron la cesárea en la sala de parto. La niña, desafortunadamente, nació sin signos vitales y el grupo de médicos que estaba en ese momento la reanimaron y la metieron a la sala de incubación”.
Pero, cuando creían que todo lo malo había pasado y que prontamente tendrían a su bebé en brazos, una llamada la madrugada del 29 de septiembre los dejó paralizados y con el corazón partido. “Nos llamaron a las 5:00 de la mañana para decirnos que la niña había fallecido, que le había dado un paro”, expresó el padre de la recién nacida mientras su voz se quebrantaba y un nudo se hacía en su garganta.
“Era una niña hermosa, muy parecida a los dos. No entendemos cómo es que una niña nace sana y al día siguiente muere, eso no pasa, a menos que haya habido una mala práctica al momento del nacimiento, como aparentemente sucedió en este caso”, manifestó Jorge Plaza.
Tras recibir la noticia, el hombre se dirigió al centro médico para solicitar la historia clínica, no obstante, denuncia que han dilatado el proceso. “Me dijeron que eso demora 15 días, aún cuando la ley es clara y dice que si mi mujer o yo, que somos los padres de la bebé, solicitamos la historia clínica nos la deberían dar inmediatamente. Después me dijeron que la persona encargada de ese trabajo estaba incapacitada y que no me la podían entregar, pero cuando llegaron mis abogados mágicamente la digitadora incapacitada apareció”.
Luego de reclamos, disputas y presión de los abogados, la clínica entregó el documento pero, alega Jorge Plaza que estaba incompleto; “no hay registro entre las 7 de la mañana y las 3 de la tarde. Me parece que me están ocultando información pero no sé con qué intención”, reclamó.
Entendiendo que los casos donde son presuntamente vulnerados los derechos deben ser notificados ante las autoridades, Jorge Plaza reveló al diario EL PILÓN que ya interpusieron las respectivas denuncias ante la Fiscalía General de la Nación y otra ante el Tribunal de Ética en contra de los médicos, que ese día estuvieron en la sala de parto, por maltrato físico y psicológico a la madre de la recién nacida.
“Temo por la salud física y psicológica de mi esposa porque sé lo que significaba para nosotros esta hija. Estamos destruidos. Era nuestra primera hija. La bebé era nuestra ilusión, nuestro anhelo y por presunta negligencia y omisión nos la arrebataron. Básicamente nos dijeron: ‘Su hija se murió, venga, recójala y llévesela’”, expresó el padre.
Cuando estos casos y señalamientos hacia la Clínica Valledupar se presentan, no existe pronunciamiento oficial ante los medios de comunicación. Para este caso, el centro médico decidió hacer público un comunicado de prensa en el que, aunque no revelan detalles de la denuncia, afirman que están investigando las causas de muerte.
“Clínica Valledupar S.A, en nombre del Grupo Clínica Médicos, expresa un mensaje de solidaridad y condolencias a los familiares, amigos y en especial al señor Jorge Plazas y su señora esposa por el fallecimiento de su hija en circunstancias que aún son materia de investigación por parte de la organización. Estamos dispuestos a cooperar, esclarecer este lamentable acontecimiento y aportar el parte a las entidades de regulación y control”, dice el documento.