Malestar y preocupación impera en los arroceros del Cesar y sur de La Guajira por la caída de los precios de arroz paddy verde, la cual se sitúa actualmente en la zona por el orden de un 22.8 %, y que puede repercutir en sus ganancias futuras.

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“En estos momentos hay una problemática a nivel nacional por la industria arrocera que ha bajado el precio de arroz blanco de una manera precipitada. Rechazamos tajantemente la concentración del poder de estas personas porque afectan los ingresos de los productores”, comentó Alma Castro Saumet, presidenta del Comité de la Federación de Arroceros de la región, que agrupa a cerca de 1.200 productores.

Por su parte, el ingeniero Adolfo Martínez, quien también es arrocero, indicó que esta situación genera un bajón considerable a las personas que se dedican al cultivo del arroz porque tienen que vender a precios que causan perdidas.

“Estamos produciendo alimentos para el país de excelente calidad y no es justo este trato, por lo que le solicitamos al Gobierno nacional el incentivo al almacenamiento de arroz”, argumentó.

Entre tanto, el director ejecutivo de Fedearroz, seccional Cesar-Guajira, Jairo Chima, dejó entrever su preocupación, teniendo en cuenta que la cosecha aún no ha iniciado, pues está prevista para principios de agosto.

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“Esto nos indica que lo más probable que pueda ocurrir es que la industria pague en plena cosecha un precio por tonelada muy bajo, que ni siquiera daría para sacar los elevados costos de producción que tenemos actualmente,  arrojando rentabilidad negativa a nuestra actividad económica, y por ende, la quiebra de muchos de nosotros que somos productores de este alimento para la dieta básica de muchos hogares y fuente de empleo para muchas familias del tan golpeado sector rural del país”, acotó.

A través de una misiva los querellantes le manifiestan al ministro de Agricultura, Rodolfo Zea Navarro, que esta situación no cumple con la dinámica normal del mercado donde los precios se regulan por la oferta y la demanda, expresando: “Aquí se ve claramente la acción perversa de la gran industria molinera nacional, que en un acto de poder dominante en el negocio del arroz blanco, quiere acabar con la pequeña y mediana industria que es la que tenemos en nuestro territorio y de paso con nosotros los agricultores”.  

Resaltan que a raíz de la pandemia mundial originada por la covid-19 los costos de producción se elevaron considerablemente en la región, entre 18 y 22 %, lo que da lugar a que en estos momentos sientan una amenaza hacia su patrimonio familiar, ya que el ingreso que van a recibir por la venta de la cosecha no va a dar ni siquiera para sacar los costos de producción.

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Por lo anterior, los querellantes solicitan sean destinados recursos para aplicar el incentivo al almacenamiento de arroz, el cual les permita retirar inmediatamente del mercado un significativo volumen de arroz que ayude a mantener por lo menos los actuales precios de compra del paddy verde para beneficiar a un significado número de productores.

“Nuestra proposición es la única manera de impedir que se repitan situaciones negativas a los intereses de nosotros los productores, tal como ocurrió en entre el 2016 y el 2018, donde recibimos precios muy bajos que nos hicieron perder poder adquisitivo, el cual ya habíamos iniciado a recuperar a partir de la cosecha del año inmediatamente anterior y por culpa de la gran industria molinera lo estamos perdiendo nuevamente en este cruel año del 2020”, puntualizaron los arroceros.

¿Sabía usted que…

En el Cesar hay cerca de 10 mil hectáreas de cultivo de arroz y en el sur de La Guajira cerca de 1.700?

POR: ANNELISE BARRIGA RAMÍREZ/EL PILÓN
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