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Columnista - 19 septiembre, 2015

Politiqueando con los adultos mayores

Es la Ley 1251 de 2008 la que dicta directrices tendientes a procurar la protección, promoción y defensa de los derechos de los adultos mayores. Tiene como misión esta Ley baluarte, regular el funcionamiento de las instituciones que prestan servicios de atención y desarrollo integral de las personas en su vejez, de conformidad con el […]

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Es la Ley 1251 de 2008 la que dicta directrices tendientes a procurar la protección, promoción y defensa de los derechos de los adultos mayores. Tiene como misión esta Ley baluarte, regular el funcionamiento de las instituciones que prestan servicios de atención y desarrollo integral de las personas en su vejez, de conformidad con el Artículo 46 de la Carta Magna.

Ahora resulta que a los adultos mayores por esta época si los tienen en cuenta, que piensan en ellos, que los visitan, expresan su aprecio por ellos, los abrazan aunque huelan mal y tengan mala vestimenta pero solo por un momento, el preciso instante para la fotografía y después jactanciosamente manifiestan que son los defensores de los ancianos; pero resulta amigos lectores que esto lo hacen unos señores que se presentan cada cuatro años. ¿Qué será lo que buscan estos visitantes?

La responsabilidad del Estado es la de incluirlos en aspectos innovadores para combatir la soledad en que viven y los malestares que esta les produce. También la Ley 1315 busca garantizar la atención de prestación de servicios integrales con calidad en las instituciones de hospedaje, cuidado, bienestar y asistencia social.

Como se puede observar en esta contextualización existen leyes básicas que no se aplican a los adultos mayores por desconocimiento u omisión de los gobernantes y candidatos a corporaciones; pero estos señores que se aparecen cada cuatro años expresan con discursos motivadores que promoverán leyes que les favorecerán a ellos, cuando ya existen y estos se sienten cautivados ya que ignoran la existencia de legislación que les favorece.

Los adultos mayores con su puntualidad inglesa para atender compromisos, algo que no tienen quienes los visitan cada cuatro años, ya que son los reyes de la impuntualidad y además carentes de respeto y educación. Los citan para “conocer su problemática”, haciéndoles esperar inmisericordemente; luego llegan con la desfachatez y dicen que estaban en un compromiso importante. ¿Qué persiguen estos visitantes cada cuatro años? ¿Qué será? ¿Por casualidad será el voto? Recuerdo a un adulto mayor que me dijo: que lo pusieron a votar estos señores y en el cubículo de votación rayó el candidato y a otro, respondiéndome: si no gana uno ganará el otro; si me salí del espacio no tengo la culpa, sufro del mal de Parkinson. Pero lo peor, lo más indigno contra ellos es que son transportados a asistir a reuniones donde los llevan como mercancía los mal llamados “protectores del adulto mayor” al mejor postor.

Los adultos mayores deben ser partícipes en el desarrollo de la sociedad, teniendo en cuenta sus experiencias, mediante la promoción, respeto restablecimiento, asistencia y ejercicio de sus derechos. Debiéramos articular las políticas como lo requiere la Ley 1251 que inspiró y generó el Movimiento Mira para esta población y así lograr un mayor y verdadero impacto de renovación en beneficio de estas personas.

Por Jairo Franco Salas

[email protected]

Columnista
19 septiembre, 2015

Politiqueando con los adultos mayores

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jairo Franco Salas

Es la Ley 1251 de 2008 la que dicta directrices tendientes a procurar la protección, promoción y defensa de los derechos de los adultos mayores. Tiene como misión esta Ley baluarte, regular el funcionamiento de las instituciones que prestan servicios de atención y desarrollo integral de las personas en su vejez, de conformidad con el […]


Es la Ley 1251 de 2008 la que dicta directrices tendientes a procurar la protección, promoción y defensa de los derechos de los adultos mayores. Tiene como misión esta Ley baluarte, regular el funcionamiento de las instituciones que prestan servicios de atención y desarrollo integral de las personas en su vejez, de conformidad con el Artículo 46 de la Carta Magna.

Ahora resulta que a los adultos mayores por esta época si los tienen en cuenta, que piensan en ellos, que los visitan, expresan su aprecio por ellos, los abrazan aunque huelan mal y tengan mala vestimenta pero solo por un momento, el preciso instante para la fotografía y después jactanciosamente manifiestan que son los defensores de los ancianos; pero resulta amigos lectores que esto lo hacen unos señores que se presentan cada cuatro años. ¿Qué será lo que buscan estos visitantes?

La responsabilidad del Estado es la de incluirlos en aspectos innovadores para combatir la soledad en que viven y los malestares que esta les produce. También la Ley 1315 busca garantizar la atención de prestación de servicios integrales con calidad en las instituciones de hospedaje, cuidado, bienestar y asistencia social.

Como se puede observar en esta contextualización existen leyes básicas que no se aplican a los adultos mayores por desconocimiento u omisión de los gobernantes y candidatos a corporaciones; pero estos señores que se aparecen cada cuatro años expresan con discursos motivadores que promoverán leyes que les favorecerán a ellos, cuando ya existen y estos se sienten cautivados ya que ignoran la existencia de legislación que les favorece.

Los adultos mayores con su puntualidad inglesa para atender compromisos, algo que no tienen quienes los visitan cada cuatro años, ya que son los reyes de la impuntualidad y además carentes de respeto y educación. Los citan para “conocer su problemática”, haciéndoles esperar inmisericordemente; luego llegan con la desfachatez y dicen que estaban en un compromiso importante. ¿Qué persiguen estos visitantes cada cuatro años? ¿Qué será? ¿Por casualidad será el voto? Recuerdo a un adulto mayor que me dijo: que lo pusieron a votar estos señores y en el cubículo de votación rayó el candidato y a otro, respondiéndome: si no gana uno ganará el otro; si me salí del espacio no tengo la culpa, sufro del mal de Parkinson. Pero lo peor, lo más indigno contra ellos es que son transportados a asistir a reuniones donde los llevan como mercancía los mal llamados “protectores del adulto mayor” al mejor postor.

Los adultos mayores deben ser partícipes en el desarrollo de la sociedad, teniendo en cuenta sus experiencias, mediante la promoción, respeto restablecimiento, asistencia y ejercicio de sus derechos. Debiéramos articular las políticas como lo requiere la Ley 1251 que inspiró y generó el Movimiento Mira para esta población y así lograr un mayor y verdadero impacto de renovación en beneficio de estas personas.

Por Jairo Franco Salas

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