La Facultad de Ingeniería no ha podido cumplir con la siembra de 200 árboles en la ribera del río Guatapurí, porque la Corporación Regional no lo ha autorizado.
Con el fin de contribuir a la sostenibilidad ambiental y al cuidado de medio ambiente, la Facultad de Ingeniería de la Universidad Popular del Cesar se hizo el compromiso, como miembro de la Mesa Interinstitucional del río Guatapurí, de sembrar 200 árboles maderables de especies nativas en la ribera de este importante afluente.
Pero debido que ya se adjudicó el Plan de Manejo y Ordenamiento de Cuenca, los estudiantes de Ingeniería Ambiental, quienes serían los encargados de la siembra, no han podido cumplir con el propósito del alma mater, pues la Corporación Autónoma Regional del Cesar les dio a conocer que primero deben esperar su autorización.
De acuerdo con Claribel Parra Ditta, decana de la Facultad, la iniciativa busca sembrar los árboles en la zona media del río Guatapurí, es decir por el balneario Hurtado, “pero Corpocesar pidió que esperáramos porque ellos son los que tienen que definir el lugar exacto, debido a la adjudicación del POMCA; sin embargo aún no nos han dado respuesta, y ahí están los árboles creciendo”, acotó Claribel.
Los árboles se encuentra en el vivero de la granja experimental que la universidad tiene en el corregimiento de Valencia de Jesús, al sur de Valledupar, con los que se busca tomar las cuencas de los ríos y recuperar todo el material arbóreo que se ha extinguido y en su lugar han sido reemplazados por otras especies foráneas que no logran adaptarse muy bien a las condiciones locales; “hoy en día ya no encontramos muchas de las especies nuestras, por eso hemos hecho la solicitud a Corpocesar y estamos a la espera que nos confirmen el lugar para poder sembrar”, expresó Parra Ditta.
La primera etapa del compromiso hecho por la Universidad es sembrar los árboles de tamaño considerable para que tengan las capacidades de adaptarse ante cualquier cambio ambiental que sobrevenga después del traspaso del terreno; sin embargo la Corporación del Cesar manifestó que son ellos los que deben indicar si los árboles son aptos para ser sembrados en dicho lugar, al igual que el tamaño correspondiente y la ubicación de cada árbol.
Por su parte Asdrubal Gonzáles, coordinador de recursos naturales de Corpocesar dijo a EL PILÓN que están dispuestos a colaborar para agilizar en lo que falta del proceso, para que se lleve a cabo la siembra de los árboles; sin embargo asegura que a su oficina no ha llegado ninguna solicitud por parte de la Universidad pero que se pondrá al tanto de la situación.
Andreina Bandera / EL PILÓN
[email protected]
La Facultad de Ingeniería no ha podido cumplir con la siembra de 200 árboles en la ribera del río Guatapurí, porque la Corporación Regional no lo ha autorizado.
Con el fin de contribuir a la sostenibilidad ambiental y al cuidado de medio ambiente, la Facultad de Ingeniería de la Universidad Popular del Cesar se hizo el compromiso, como miembro de la Mesa Interinstitucional del río Guatapurí, de sembrar 200 árboles maderables de especies nativas en la ribera de este importante afluente.
Pero debido que ya se adjudicó el Plan de Manejo y Ordenamiento de Cuenca, los estudiantes de Ingeniería Ambiental, quienes serían los encargados de la siembra, no han podido cumplir con el propósito del alma mater, pues la Corporación Autónoma Regional del Cesar les dio a conocer que primero deben esperar su autorización.
De acuerdo con Claribel Parra Ditta, decana de la Facultad, la iniciativa busca sembrar los árboles en la zona media del río Guatapurí, es decir por el balneario Hurtado, “pero Corpocesar pidió que esperáramos porque ellos son los que tienen que definir el lugar exacto, debido a la adjudicación del POMCA; sin embargo aún no nos han dado respuesta, y ahí están los árboles creciendo”, acotó Claribel.
Los árboles se encuentra en el vivero de la granja experimental que la universidad tiene en el corregimiento de Valencia de Jesús, al sur de Valledupar, con los que se busca tomar las cuencas de los ríos y recuperar todo el material arbóreo que se ha extinguido y en su lugar han sido reemplazados por otras especies foráneas que no logran adaptarse muy bien a las condiciones locales; “hoy en día ya no encontramos muchas de las especies nuestras, por eso hemos hecho la solicitud a Corpocesar y estamos a la espera que nos confirmen el lugar para poder sembrar”, expresó Parra Ditta.
La primera etapa del compromiso hecho por la Universidad es sembrar los árboles de tamaño considerable para que tengan las capacidades de adaptarse ante cualquier cambio ambiental que sobrevenga después del traspaso del terreno; sin embargo la Corporación del Cesar manifestó que son ellos los que deben indicar si los árboles son aptos para ser sembrados en dicho lugar, al igual que el tamaño correspondiente y la ubicación de cada árbol.
Por su parte Asdrubal Gonzáles, coordinador de recursos naturales de Corpocesar dijo a EL PILÓN que están dispuestos a colaborar para agilizar en lo que falta del proceso, para que se lleve a cabo la siembra de los árboles; sin embargo asegura que a su oficina no ha llegado ninguna solicitud por parte de la Universidad pero que se pondrá al tanto de la situación.
Andreina Bandera / EL PILÓN
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