Por: Pepe Morón Reales 
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A raíz de la polémica que suscitó el problema del deterioro del colegio Nacional  Loperena, EL PILON hizo un recorrido por cuatro  colegios públicos de Valledupar con el fin de verificar el estado en que se encuentran.

El primero de los planteles visitados fue el Colegio San Joaquín, Sede Centro, ubicado en la carrera tercera con calle 16. Allí estudia Luis Eduardo, un pequeño de nueve años que vive en el sector de Pescaíto y que tiene cuatro hermanos más.

Al llegar a esta escuela, lo primero que se puede percibir es que no hay alguien encargado de vigilar la puerta de entrada o algún otro lugar del recinto. Cualquier persona puede entrar, sin que nadie se percate. 

Una vez adentro, la estructura física de la escuela, muestra importante deterioro, sumado a la basura que está esparcida en el patio de recreo donde juegan los menores. 

Las baterías sanitarias del Colegio San Joaquín sede Centro, son solo 2, para un promedio de 400 alumnos por jornada, y están en un estado impropio en un recinto sucio y lleno de humedad. Por la falta de aseadoras, no hay quien limpie estos sanitarios, por eso el hedor que se encierra en el lugar, hace que al pequeño Luis Eduardo le desagrade la idea de usar estos servicios.

Sin dar sus nombres, los profesores sentaron su queja. Según los docentes, por el tamaño de los salones y por la poca ventilación, la sensación térmica alcanza temperaturas elevadas, lo que hace imposible dar clases después del medio día. Como si fuera poco estos niños reciben clases en las que no pueden hacer  lo que en realidad corresponde por  la falta de materiales; ejemplo de ello es  la sala de informática, un lugar sin computadores que no difiere en nada del resto de salones de clases. 

“La seño nos muestra los computadores en foto, yo lo sé usar porque he ido a la casa de mi tío, allá tienen un computador” dijo el pequeño  Luis. 

El segundo colegio, está ubicado al otro lado de la ciudad, en el barrio La Nevada y es anexo al Loperena Garupal. Allí estudia Natalia de solo cuatro años. De este caso informó la madre de la menor, quien pidió que no se diera el nombre del plantel. Allí,  además de la falta de aseadoras, vigilantes y de unas instalaciones dignas, tienen el inconveniente de la inseguridad; a tal punto que los profesores no pueden llevar bolsos, ni objetos de valor como celulares o computadores portátiles. 

“De la parte de atrás del lote que está en el colegio, se meten los rateros del mismo barrio y atracan a los profesores con cuchillos” Dijo la madre de la pequeña Natalia.     

El tercer caso es el Colegio Alfonso López de Valledupar, donde se pudo conocer que hay denuncias por situaciones de inseguridad, hecho que según la Contraloría Municipal, es repetitivo en otras instituciones  lo que resulta preocupante y de relevancia para este organismo.

Cabe recordar que durante la reunión de los rectores de los centros educativos Alfonso López, CASD, Consuelo Araújo Noguera, Milciades Cantillo y Francisco Molina Sánchez se analizaron  hechos  de inseguridad que han sido denunciados ante las autoridades, sin embargo, los rectores manifestaron no tener el acompañamiento ni acciones contundentes para contrarrestar los actos delictivos al interior y exterior de sus instituciones.

Por su parte, la Secretaria de Gobierno municipal, Paola Fragoso indicó que conoce la situación en las instituciones sobre prostitución y microtráfico, y expresó que con el acompañamiento de la Policía de Infancia y Adolescencia se viene dando seguimiento al tema. 

Cronología de un compromiso incumplido

El tema de las aseadoras y los vigilantes de los colegios ya había estado en entre dicho meses atrás; tanto así que el Concejo Municipal, llamó a debate al actual Secretario de Educación, Julio Cesar Barros.  

• 10 de Febrero: Todo comenzó el 10 de febrero del presente año por una propuesta que hicieron los padres de familia del colegio Santo Domingo ubicado en el barrio del mismo nombre.  

En esa oportunidad las asociaciones que recogían dinero para pagarle a las aseadoras se dejaron de funcionar y ante la falta de personal que hace  el aseo, el claustro educativo estaba lleno de basuras.

En ese momento, la situación fue tan caótica, que los padres de familia protagonizaron esa mañana una huelga pacífica a las afueras del colegio. Al tiempo que pedían una solución, publicaron carteles donde estaba expuesta la necesidad y prohibieron el ingreso de los docentes al colegio.

“Ya tengo el listado de todas las necesidades de éste y otros colegios de Valledupar, a los cuales les buscaremos una solución veraz. Debo aclarar que en el caso de las aseadoras, los contratos deben hacerse en torno a la Ley 80 que habla de la contratación pública”, explicó el secretario de Educación, Julio César Barrios, como una forma de tranquilizar a los que estaba protestando.    

En conclusión, para ese caso,  serían los padres de familia del colegio Santo Domingo los que limpiarían  el claustro educativo hasta tanto la Administración resuelva el inconveniente de las 99 aseadoras por nombrar en todo el Municipio. 

• 22 de abril: Por la importancia que tomó en la población esta problemática, algunos funcionarios y el secretario de Educación de Valledupar, Julio César Barrios, fueron citados el pasado 22 de abril a un debate en el Concejo para discutir sobre el pago de la homologación salarial a docentes y personal administrativo de la Secretaría de Educación Municipal.

Este encuentro, en el que también se habló de la contratación del servicio de aseo en las instituciones educativas, fue propuesto por el concejal José Mario Rodríguez Barriga.
Al lugar asistieron como invitados, además de los funcionarios citados, los miembros del sindicato de trabajadores de la administración municipal. 
 
Luego de debatir por largo tiempo la homologación salarial que solicitan los funcionarios y personal administrativo de la Secretaría de Educación Municipal, y a la contratación de 151 aseadores para las instituciones educativas públicas, el Concejo entabló compromisos con la Alcaldía de Valledupar para dar solución a las problemáticas presentadas en este sentido.

Por un lado, la secretaría de Educación Municipal, en cabeza de Julio César Barrios, quedó comprometida en adelantar toda la gestión correspondiente para que en el pasado mes de mayo se realizara la correcta liquidación del pago de la homologación salarial de los funcionarios administrativos de la sectorial y se hiciera llegar al Ministerio de Educación Nacional, institución que los debe aprobar, para que, posteriormente, en la Secretaría de Hacienda Municipal se constituya una fiducia en la que se depositen dichos recursos.

De otro lado, el Concejo Municipal en pleno rechazó las excusas presentadas por la empresa Soluciones Humanas. Pese a la ausencia del representante legal de esa firma, se conoció que la interventoría hecha a este contrato por parte de la sectorial de Educación, evidenció falencias por parte del contratista, que adeuda varios meses de salario a las 151 aseadoras, lo que en la actualidad suma más de 600 millones de pesos.

• 6 de mayo: ese día el reclamo por parte de estudiantes y padres de familia no se hizo esperar, muchos llegaron hasta la Secretaría de Educación Municipal para exigir la contratación de las aseadoras de los colegios oficiales.
• 4 de junio: EL PILON, visitó los colegios San Joaquín sede Centro, el anexo al Loperena Ubicado en la Nevada y se comunicó con las directivas del colegio Nuestra Señora del Carmen, del corregimiento de La Mesa, y confirmó que ambos  no tienen vigilante, ni quien se encargue de la limpieza. En los dos casos ubicados en  son los mismos niños y profesores los que se encargan de realizar esta tarea. 

Este mismo día se le cuestionó al Personero Municipal Alfonso Campo en referencia a los hallazgos hechos por este medio y por la falta de cumplimiento de la Secretaría  de Educación y manifestó no estar al tanto de los hechos y aseguró que investigará lo que allí ocurre para  tener una respuesta clara.