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Comunidad - 21 mayo, 2013

Divino Niño, entre inseguridad y vandalismo

Muchos habitantes del barrio ‘Divino Niño’ de Valledupar han implorado a su santo patrono que los ilumine y los libre de las acciones criminales y de actos que atentan contra su integridad.

La acequia La Solución, aunque no les trae ningún beneficio, es el límite que identifica al sector que colinda con la parte posterior del Batallón La Popa.
La acequia La Solución, aunque no les trae ningún beneficio, es el límite que identifica al sector que colinda con la parte posterior del Batallón La Popa.
Boton Wpp

Por Abdel Martínez Pérez
[email protected]

Muchos habitantes del barrio ‘Divino Niño’ de Valledupar han implorado a su santo patrono que los ilumine y los libre de las acciones criminales y de actos que atentan contra su integridad, pero al parecer, sus peticiones no han sido escuchadas, pues el sector hoy en día es asediado por atracadores, viciosos, vándalos y delincuencia en general.

Este populoso barrio de invasión, localizado en el noroccidente de la ciudad, nació de la idea de varios destechados hace más de 24 años, cuando centenares de hombres, mujeres y niños invadieron parte de los  terrenos propiedad del ex alcalde de la ciudad, Edgardo Pupo Pupo (fallecido), con quien la administración municipal de la época negoció y legalizaron el barrio.

La comunidad del sector de más de 500 casas, está inconforme con las diferentes empresas que prestan los servicios públicos domiciliarios, porque a pesar que están en el estrato Uno, los recibos de consumo les llegan por valores excesivos e impagables y tienen que estar reclamando todos los meses, para que los valores se ajusten al verdadero consumo.

Otro de los malestares, es la deficiente prestación del servicio de transporte urbano, porque son pocas las busetas que hacen el recorrido hacia esta zona.

Puntos de vista

Manuel Ochoa Gámez, residente. "Los billares y las cantinas, perturban la tranquilidad ciudadana por los altos volúmenes de los equipos de sonido".

Luis Rojas Isaza, habitante. “Tenemos que estar alerta a cualquier situación, porque los maleantes campean en motocicletas, a pie y en bicicletas".

Comunidad
21 mayo, 2013

Divino Niño, entre inseguridad y vandalismo

Muchos habitantes del barrio ‘Divino Niño’ de Valledupar han implorado a su santo patrono que los ilumine y los libre de las acciones criminales y de actos que atentan contra su integridad.


La acequia La Solución, aunque no les trae ningún beneficio, es el límite que identifica al sector que colinda con la parte posterior del Batallón La Popa.
La acequia La Solución, aunque no les trae ningún beneficio, es el límite que identifica al sector que colinda con la parte posterior del Batallón La Popa.
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Por Abdel Martínez Pérez
[email protected]

Muchos habitantes del barrio ‘Divino Niño’ de Valledupar han implorado a su santo patrono que los ilumine y los libre de las acciones criminales y de actos que atentan contra su integridad, pero al parecer, sus peticiones no han sido escuchadas, pues el sector hoy en día es asediado por atracadores, viciosos, vándalos y delincuencia en general.

Este populoso barrio de invasión, localizado en el noroccidente de la ciudad, nació de la idea de varios destechados hace más de 24 años, cuando centenares de hombres, mujeres y niños invadieron parte de los  terrenos propiedad del ex alcalde de la ciudad, Edgardo Pupo Pupo (fallecido), con quien la administración municipal de la época negoció y legalizaron el barrio.

La comunidad del sector de más de 500 casas, está inconforme con las diferentes empresas que prestan los servicios públicos domiciliarios, porque a pesar que están en el estrato Uno, los recibos de consumo les llegan por valores excesivos e impagables y tienen que estar reclamando todos los meses, para que los valores se ajusten al verdadero consumo.

Otro de los malestares, es la deficiente prestación del servicio de transporte urbano, porque son pocas las busetas que hacen el recorrido hacia esta zona.

Puntos de vista

Manuel Ochoa Gámez, residente. "Los billares y las cantinas, perturban la tranquilidad ciudadana por los altos volúmenes de los equipos de sonido".

Luis Rojas Isaza, habitante. “Tenemos que estar alerta a cualquier situación, porque los maleantes campean en motocicletas, a pie y en bicicletas".