Según información obtenida por EL PILÓN, preocupa un tanto la situación actual del proyecto que busca poner al servicio de la comunidad una biblioteca pública municipal en Valledupar, la cual, si bien ya fue inaugurada, en estos momentos solo está constituida por su infraestructura física y aún no se ha puesto en funcionamiento.
Según información obtenida por EL PILÓN, preocupa un tanto la situación actual del proyecto que busca poner al servicio de la comunidad una biblioteca pública municipal en Valledupar, la cual, si bien ya fue inaugurada, en estos momentos solo está constituida por su infraestructura física y aún no se ha puesto en funcionamiento.
Inquieta mucho que una inversión de 1.865 millones de pesos, que no deja de ser una cifra muy importante, no esté impactando de manera favorable en la comunidad.
Pese a que la obra fue ejecutada, entre otras cosas en corto tiempo (en menos de 5 meses), por el gobierno anterior, iniciativa del entonces alcalde Mello Castro, que la anunció en la Primera Feria del Libro de Valledupar en junio de 2023, para la actual administración de Ernesto Orozco ya es una prioridad la puesta en funcionamiento de esta biblioteca y así promover el buen hábito de lectura y facilitar espacios de sano esparcimiento.
Pero esa dotación y puesta en funcionamiento ha de ser integral para que esta biblioteca se ponga a tono con la era digital y mantenga la relevancia que aún conservan las bibliotecas públicas en el sentido de que estas se tornan aún más necesarias que nunca. Son faros de sabiduría en un mar de datos desbordantes, ofreciendo no solo acceso a libros físicos, sino también a recursos digitales, conocimiento especializado y espacios para la comunidad.
Señor alcalde, en un mundo donde la brecha digital amenaza con dejar atrás a aquellos que no tienen acceso a la tecnología, las bibliotecas públicas se convierten en puntos de acceso igualitarios al conocimiento. Son puentes de inclusión digital, donde cualquiera, independientemente de su estatus socioeconómico, puede acceder a computadoras, internet de alta velocidad y herramientas digitales para aprender, trabajar y comunicarse.
Las bibliotecas públicas no solo proporcionan acceso a la información, sino que también son espacios donde los niños descubren el placer de la lectura, donde los adultos amplían sus habilidades y donde los ancianos encuentran compañía y estimulación intelectual.
La biblioteca pública municipal, si el gobierno se lo propone, podría convertirse en un centro cultural vivo mediante la organización de eventos, talleres y exposiciones que enriquezcan la vida de quienes los visitan.
Tampoco debe olvidarse que las bibliotecas públicas son guardianes de la memoria colectiva, preservando no solo libros y documentos físicos, sino también archivos digitales y recursos históricos.
Otro punto, importante, es el financiamiento y sostenibilidad de la biblioteca, se requiere de un presupuesto que permita adaptarla a las nuevas tecnologías y cumplirles así a las comunidades con su derecho fundamental de tener acceso a la información.
Además su localización, en un sector popular de la ciudad vuelve a la obra más importante aún pues debe procurarse que la comunidad se apropie de ella, la vea como propia y se sirva de ella, ayude como un detonante en el progreso material y espiritual al sector de ese barrio que con honor lleva el nombre del recordado en estos días, maestro Rafael Escalona.
Coletilla. Un inigualable concierto brindó anoche el Coro Nacional de Colombia, organización musical que ha sido un gran acierto del Gobierno nacional, a Rafael Escalona . ¡Muchas Gracias!
Según información obtenida por EL PILÓN, preocupa un tanto la situación actual del proyecto que busca poner al servicio de la comunidad una biblioteca pública municipal en Valledupar, la cual, si bien ya fue inaugurada, en estos momentos solo está constituida por su infraestructura física y aún no se ha puesto en funcionamiento.
Según información obtenida por EL PILÓN, preocupa un tanto la situación actual del proyecto que busca poner al servicio de la comunidad una biblioteca pública municipal en Valledupar, la cual, si bien ya fue inaugurada, en estos momentos solo está constituida por su infraestructura física y aún no se ha puesto en funcionamiento.
Inquieta mucho que una inversión de 1.865 millones de pesos, que no deja de ser una cifra muy importante, no esté impactando de manera favorable en la comunidad.
Pese a que la obra fue ejecutada, entre otras cosas en corto tiempo (en menos de 5 meses), por el gobierno anterior, iniciativa del entonces alcalde Mello Castro, que la anunció en la Primera Feria del Libro de Valledupar en junio de 2023, para la actual administración de Ernesto Orozco ya es una prioridad la puesta en funcionamiento de esta biblioteca y así promover el buen hábito de lectura y facilitar espacios de sano esparcimiento.
Pero esa dotación y puesta en funcionamiento ha de ser integral para que esta biblioteca se ponga a tono con la era digital y mantenga la relevancia que aún conservan las bibliotecas públicas en el sentido de que estas se tornan aún más necesarias que nunca. Son faros de sabiduría en un mar de datos desbordantes, ofreciendo no solo acceso a libros físicos, sino también a recursos digitales, conocimiento especializado y espacios para la comunidad.
Señor alcalde, en un mundo donde la brecha digital amenaza con dejar atrás a aquellos que no tienen acceso a la tecnología, las bibliotecas públicas se convierten en puntos de acceso igualitarios al conocimiento. Son puentes de inclusión digital, donde cualquiera, independientemente de su estatus socioeconómico, puede acceder a computadoras, internet de alta velocidad y herramientas digitales para aprender, trabajar y comunicarse.
Las bibliotecas públicas no solo proporcionan acceso a la información, sino que también son espacios donde los niños descubren el placer de la lectura, donde los adultos amplían sus habilidades y donde los ancianos encuentran compañía y estimulación intelectual.
La biblioteca pública municipal, si el gobierno se lo propone, podría convertirse en un centro cultural vivo mediante la organización de eventos, talleres y exposiciones que enriquezcan la vida de quienes los visitan.
Tampoco debe olvidarse que las bibliotecas públicas son guardianes de la memoria colectiva, preservando no solo libros y documentos físicos, sino también archivos digitales y recursos históricos.
Otro punto, importante, es el financiamiento y sostenibilidad de la biblioteca, se requiere de un presupuesto que permita adaptarla a las nuevas tecnologías y cumplirles así a las comunidades con su derecho fundamental de tener acceso a la información.
Además su localización, en un sector popular de la ciudad vuelve a la obra más importante aún pues debe procurarse que la comunidad se apropie de ella, la vea como propia y se sirva de ella, ayude como un detonante en el progreso material y espiritual al sector de ese barrio que con honor lleva el nombre del recordado en estos días, maestro Rafael Escalona.
Coletilla. Un inigualable concierto brindó anoche el Coro Nacional de Colombia, organización musical que ha sido un gran acierto del Gobierno nacional, a Rafael Escalona . ¡Muchas Gracias!