En la noche del martes 16 de diciembre fue reportado un intento de toma de la guerrilla del ELN en el municipio de Villanueva, La Guajira, lo cual alcanzó a generar incertidumbre, pero por fortuna fue frustrado por el Ejército Nacional.
Es cierto que esa situación se presentó en Villanueva, pero eso es una cosa y otra muy distinta es informar que el ELN, además de sus acciones en ese municipio, estaba a punto de tomarse a Urumita y San Juan del Cesar y que para lograr su objetivo había hecho uso de drones, entre otros mecanismos terroristas. Tales circunstancias estuvieron muy lejos de la realidad, sin embargo, ese fue el despliegue informativo que se hizo en las distintas redes sociales, causando pánico en la región en plenas novenas navideñas.
Al parecer, lo que pudo haber sucedido es que esa difusión exagerada en redes sociales, en la que daban por hecho las supuestas tomas guerrilleras de esos tres municipios, haya sido orquestada por la propia guerrilla, aunque eso no se sabe a ciencia cierta. Lo que sí se conoce es que algunos grupos de WhatsApp y distintas redes sociales son presa fácil para replicar todos lo que les llega sin hacer una verificación previa.
Muy a pesar que si hubo acciones palpables como la intensidad del intercambio de disparos entre el Ejército Nacional y el grupo armado ilegal, en lo primero que hay que pensar es en la ciudadanía que está de por medio al momento de difundir cualquier tipo de información.
Queda la impresión que en esta ocasión las redes sociales se convirtieron en el principal vehículo de una alarma colectiva que, lejos de aportar claridad, sembró temor e incertidumbre entre la población de la región.
Hay que tener mucho cuidado, la manipulación de la información, intencional o no, se convierte en una herramienta de terror cuando logra paralizar comunidades, alterar la tranquilidad ciudadana y generar pánico colectivo, máxime cuando ya se tienen experiencias negativas de un pasado no tan lejano sobre el conflicto armado en estos territorios.
Esperemos que mensajes de esa naturaleza no se sigan difundiendo de manera irresponsable por ciudadanos que, sin verificar la información, hacen eco de ese tipo de rumores. Se debe tener muy claro el efecto inmediato de la información que se difunda para así no caer en el error de favorecer los intereses del terror y de paso debilitar la confianza social, afectando la convivencia en los precisos momentos en que deberían garantizar la seguridad de la gente.
Por todo ello, es urgente hacer un llamado a la responsabilidad de todos al momento de compartir cualquier información. Las redes sociales no pueden seguir viralizando el miedo sin ningún tipo de control. También se le aconseja a la ciudadanía para que solo acuda a fuentes oficiales y medios de comunicación serios antes de replicar cualquier mensaje alarmista emitidos desde algunas redes sociales.
Del mismo modo, las autoridades deben fortalecer sus canales de información, reaccionar con prontitud, con claridad y desmontar los rumores antes de que se conviertan en verdades. El buen uso de la información es un instrumento importante en ese proceso de lucha contra el terrorismo en nuestros territorios.
Entre tanto, las fuerzas militares deben mantener los operativos de seguridad y control territorial en Villanueva y municipios cercanos, en especial en las vías que comunican a Valledupar con el departamento de La Guajira, mientras avanzan las investigaciones para establecer el alcance de esos hechos y prevenir nuevos ataques contra la población y la infraestructura militar dispuesta para esta región.





