En porcentajes, el 41,1 % de la población cesarense tiene un riesgo moderado de padecer hambre, y un 9,4 % tiene un riesgo grave, en otras palabras, alta posibilidad de no conseguir alimentos.
Cada 16 de octubre se celebra el Día Mundial de la Alimentación, día proclamado por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), con el objetivo de disminuir el hambre en el mundo.
Establecido como uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible a 2030, el departamento del Cesar está lejos de erradicar el hambre entre sus 1,3 millones de habitantes. El hambre está relacionado con las tasas de pobreza. Según el Dane, 404.000 hogares cesarenses sufren de prevalencia de inseguridad alimentaria moderada o grave, similar cantidad de hogares que viven en pobreza monetaria.
Siguiendo con esa estadística, en el Cesar, cerca de 130.000 hogares viven con prevalencia de inseguridad alimentaria grave, es decir, tienen mayores dificultades para conseguir alimento y están en riesgo de pasar hambre.
La Escala de Experiencia de Inseguridad Alimentaria es una herramienta de medición del acceso a los alimentos en términos de cantidad y calidad diseñada por la FAO.
Los resultados para 32 departamentos muestran a La Guajira (59,7%), Sucre (47,9%), Atlántico (46,1%), Magdalena (45,3%), Chocó (43,2%) y Cesar (41,1%) con las mayores prevalencias de inseguridad alimentaria moderada o grave. En estos departamentos más de 40 de cada 100 hogares experimentaron dificultades para acceder a alimentos en calidad y cantidad suficientes durante los últimos 12 meses, según datos del 2022.
Datos del Dane marcan que a medida que crece el número de integrantes en un hogar aumenta la inseguridad alimentaria. La tasa promedio de inseguridad de un hogar de 3 personas es de 26,8%, mientras que la de 5 o más es de 39,7%.
También es más alta cuando hay jefatura femenina, lo que marca una desigualdad en la sociedad en materia de ingresos.
Por Deivis Caro – [email protected]
En porcentajes, el 41,1 % de la población cesarense tiene un riesgo moderado de padecer hambre, y un 9,4 % tiene un riesgo grave, en otras palabras, alta posibilidad de no conseguir alimentos.
Cada 16 de octubre se celebra el Día Mundial de la Alimentación, día proclamado por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), con el objetivo de disminuir el hambre en el mundo.
Establecido como uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible a 2030, el departamento del Cesar está lejos de erradicar el hambre entre sus 1,3 millones de habitantes. El hambre está relacionado con las tasas de pobreza. Según el Dane, 404.000 hogares cesarenses sufren de prevalencia de inseguridad alimentaria moderada o grave, similar cantidad de hogares que viven en pobreza monetaria.
Siguiendo con esa estadística, en el Cesar, cerca de 130.000 hogares viven con prevalencia de inseguridad alimentaria grave, es decir, tienen mayores dificultades para conseguir alimento y están en riesgo de pasar hambre.
La Escala de Experiencia de Inseguridad Alimentaria es una herramienta de medición del acceso a los alimentos en términos de cantidad y calidad diseñada por la FAO.
Los resultados para 32 departamentos muestran a La Guajira (59,7%), Sucre (47,9%), Atlántico (46,1%), Magdalena (45,3%), Chocó (43,2%) y Cesar (41,1%) con las mayores prevalencias de inseguridad alimentaria moderada o grave. En estos departamentos más de 40 de cada 100 hogares experimentaron dificultades para acceder a alimentos en calidad y cantidad suficientes durante los últimos 12 meses, según datos del 2022.
Datos del Dane marcan que a medida que crece el número de integrantes en un hogar aumenta la inseguridad alimentaria. La tasa promedio de inseguridad de un hogar de 3 personas es de 26,8%, mientras que la de 5 o más es de 39,7%.
También es más alta cuando hay jefatura femenina, lo que marca una desigualdad en la sociedad en materia de ingresos.
Por Deivis Caro – [email protected]