Un sentido homenaje rindió la 4ª Feria Gastronómica ‘Nuestro Sabor’ de EL PILÓN, a María Iberia Ustáriz Ramos, ‘La Bella’, considerada una de las más grandes y representativas exponentes de la cocina tradicional vallenata.
A un año de su partida, la Feria Gastronómica Nuestro Sabor 2022, organizada por el diario EL PILÓN, destacó a través de un homenaje, el aporte a la gastronomía local de María Iberia Ustáriz Ramos, mejor conocida como ‘La Bella’, una de las más grandes y representativas exponentes de la cocina tradicional vallenata.
Al reconocimiento asistieron dos de sus hijos, el abogado Tobías Enrique Pumarejo Ustáriz y José Miguel Brito Ustáriz, quienes recibieron con nostalgia, pero con mucho agradecimiento, la distinción de parte de la organización del evento en el Centro Comercial Unicentro de la capital del Cesar.
“Este reconocimiento lo entiendo yo, no solo para ella, sino para todas aquellas mujeres que se dedicaron en el Viejo Valledupar a cocinar y a ser lavanderas a la orilla del río Cesar, mi madre desempeñó tanto esa actividad como la actividad culinaria. Mi mamá fue una de esas mujeres que, en la calle del Cesar, a partir de Cinco Esquinas, ponían unas mesas de venta de comidas y luego creó lo que se conoció como ‘El Merendero La Bella’”, expresó el abogado e hijo de ‘La Bella’, Tobías Pumarejo.
También agradeció el reconocimiento su hijo menor, José Miguel Brito Ustáriz, quien dijo que: “Mi linda y querida madre, fue una mujer que se desempeñó en la preparación típica vallenata, dejando un legado humilde y con mucho trabajo, de corazón y con amor, le entregó al pueblo vallenato los alimentos que ella preparaba y que se esmeraba por su sazón y el toque mágico que tenía en sus manos, porque eso se hace es con amor”.
A sus 92 años, ‘La Bella’ partió del mundo terrenal el 20 de julio del año anterior llevándose consigo el secreto de “la calidad y el sabor” que le imprimía con sus manos a los exquisitos platos que preparaba. Aunque cada cliente tenía sus propios gustos, las especialidades de ‘La Bella’ eran las arepas de queso, las albóndigas, el arroz de coco, el arroz de lisa y las paticas de cerdo, según contó su hijo Tobías.
Sin ser un restaurante de lujo ni mucho menos, no había artista que llegara a Valledupar sin pasar por el típico lugar donde los palitos de “las escobas con que barrían los patios”, forrados con bolsas del ‘LEY’, servían de palillo. Las mesas de madera, los asientos de cuero, las paredes con ollas brillantes guindando, hacían parte del encanto llamado ‘El Merendero de la Bella’.
‘El Merendero de la Bella’ abrió sus puertas en 1973, ubicado en la calle 16 A, entre séptima y octava, al frente del hoy parqueadero del hotel Vajamar. Allí empezó a entregar sus exquisitos platos los cuales durante cerca de cuatro décadas se convirtieron en sitio obligado para recomendar a la hora de almorzar.
La sazón de María Iberia fue degustada por innumerables artistas como Alfredo Gutiérrez, Colacho Mendoza, Diomedes Díaz, Jorge Oñate, Calixto Ochoa, Óscar de León, Juancho Rois, Carlos Vives, por nombrar algunos.
A las manos mágicas y la sazón única para cocinar, ‘La Bella’ le agregaba otro ingrediente que hacían de sus manjares un disfrute adicional: su personalidad extrovertida, que acompañaba con un lenguaje de ‘grueso calibre’ y convertían un almuerzo cualquiera en un ambiente de cuentos, historias y diversión.
Esa manera de ser y expresarse quedó inmortalizada en la canción ‘Poncho Presidente’, compuesta por Romualdo Brito, quien de manera irónica y jocosa propuso a ‘La Bella’ como ministra de Educación, en un imaginario Gobierno de Poncho Zuleta.
POR JOSÉ ALEJANDRO MARTÍNEZ VEGA / EL PILÓN
Un sentido homenaje rindió la 4ª Feria Gastronómica ‘Nuestro Sabor’ de EL PILÓN, a María Iberia Ustáriz Ramos, ‘La Bella’, considerada una de las más grandes y representativas exponentes de la cocina tradicional vallenata.
A un año de su partida, la Feria Gastronómica Nuestro Sabor 2022, organizada por el diario EL PILÓN, destacó a través de un homenaje, el aporte a la gastronomía local de María Iberia Ustáriz Ramos, mejor conocida como ‘La Bella’, una de las más grandes y representativas exponentes de la cocina tradicional vallenata.
Al reconocimiento asistieron dos de sus hijos, el abogado Tobías Enrique Pumarejo Ustáriz y José Miguel Brito Ustáriz, quienes recibieron con nostalgia, pero con mucho agradecimiento, la distinción de parte de la organización del evento en el Centro Comercial Unicentro de la capital del Cesar.
“Este reconocimiento lo entiendo yo, no solo para ella, sino para todas aquellas mujeres que se dedicaron en el Viejo Valledupar a cocinar y a ser lavanderas a la orilla del río Cesar, mi madre desempeñó tanto esa actividad como la actividad culinaria. Mi mamá fue una de esas mujeres que, en la calle del Cesar, a partir de Cinco Esquinas, ponían unas mesas de venta de comidas y luego creó lo que se conoció como ‘El Merendero La Bella’”, expresó el abogado e hijo de ‘La Bella’, Tobías Pumarejo.
También agradeció el reconocimiento su hijo menor, José Miguel Brito Ustáriz, quien dijo que: “Mi linda y querida madre, fue una mujer que se desempeñó en la preparación típica vallenata, dejando un legado humilde y con mucho trabajo, de corazón y con amor, le entregó al pueblo vallenato los alimentos que ella preparaba y que se esmeraba por su sazón y el toque mágico que tenía en sus manos, porque eso se hace es con amor”.
A sus 92 años, ‘La Bella’ partió del mundo terrenal el 20 de julio del año anterior llevándose consigo el secreto de “la calidad y el sabor” que le imprimía con sus manos a los exquisitos platos que preparaba. Aunque cada cliente tenía sus propios gustos, las especialidades de ‘La Bella’ eran las arepas de queso, las albóndigas, el arroz de coco, el arroz de lisa y las paticas de cerdo, según contó su hijo Tobías.
Sin ser un restaurante de lujo ni mucho menos, no había artista que llegara a Valledupar sin pasar por el típico lugar donde los palitos de “las escobas con que barrían los patios”, forrados con bolsas del ‘LEY’, servían de palillo. Las mesas de madera, los asientos de cuero, las paredes con ollas brillantes guindando, hacían parte del encanto llamado ‘El Merendero de la Bella’.
‘El Merendero de la Bella’ abrió sus puertas en 1973, ubicado en la calle 16 A, entre séptima y octava, al frente del hoy parqueadero del hotel Vajamar. Allí empezó a entregar sus exquisitos platos los cuales durante cerca de cuatro décadas se convirtieron en sitio obligado para recomendar a la hora de almorzar.
La sazón de María Iberia fue degustada por innumerables artistas como Alfredo Gutiérrez, Colacho Mendoza, Diomedes Díaz, Jorge Oñate, Calixto Ochoa, Óscar de León, Juancho Rois, Carlos Vives, por nombrar algunos.
A las manos mágicas y la sazón única para cocinar, ‘La Bella’ le agregaba otro ingrediente que hacían de sus manjares un disfrute adicional: su personalidad extrovertida, que acompañaba con un lenguaje de ‘grueso calibre’ y convertían un almuerzo cualquiera en un ambiente de cuentos, historias y diversión.
Esa manera de ser y expresarse quedó inmortalizada en la canción ‘Poncho Presidente’, compuesta por Romualdo Brito, quien de manera irónica y jocosa propuso a ‘La Bella’ como ministra de Educación, en un imaginario Gobierno de Poncho Zuleta.
POR JOSÉ ALEJANDRO MARTÍNEZ VEGA / EL PILÓN