Los tiempos se han adelantado, no hay espacios para pensar en segundas vueltas, el orgullo y el ego de las demás figuras deberían hoy rendirse ante lo inevitable.
Historia de una elección adelantada
El pasado 13 de marzo asistimos a uno de los momentos más reveladores de la última década. Como pocas veces se ha visto nos encontramos en un escenario que invadido por los miedos y el hartazgo tomó forma definitiva al presentar los potenciales electorales de los precandidatos a presidencia de la Nación, que por cierto con la inminente reconfiguración del Congreso y el ambiente triunfalista de unos y otros no hicieron mella en la insobornable realidad, Petro y Fico se desmarcaron de las demás opciones y supieron capitalizar sus candidaturas a pesar de los pesares.
Los grandes perdedores del pasado 13 podemos asegurar que no fueron ni Fajardo ni Char ni cualquier candidato que participó en la consulta, lejos de eso cada uno supo mostrar un caudal y representatividad, quienes verdaderamente perdieron fueron el ingeniero Rodolfo Hernández y todos los que no hicieron parte de la consulta ya que al no medirse libraron su destino político al designio de la realidad, que sabemos siempre se antepone e impone por sobre las encuestas y escuchas sociales.
Hoy tejen sus alianzas y estrategias y el mensaje de Uribe a su electorado ya fue dado desde aquel primer momento en que decidió ir tras el congreso abortando de lleno una idea presidencial, casi parece un guión escrito que Zuluaga desistiera de su aspiración y decantase sobre la candidatura de Fico, que sin lugar a dudas marca el camino a seguir a los seguidores del uribismo con la ventaja que supone en estos tiempos de desprestigio del otrora Presidente de la República, que su voz y voto se sienta sin siquiera él personalmente expresarlo.
Los tiempos se han adelantado, no hay espacios para pensar en segundas vueltas, el orgullo y el ego de las demás figuras deberían hoy rendirse ante lo inevitable.
Estupefactos, atónitos, desconcertados, incrédulos, desafiantes, esperanzados, sobrevivientes, todos somos parte de un mismo pueblo “PetriFicado”.
Los tiempos se han adelantado, no hay espacios para pensar en segundas vueltas, el orgullo y el ego de las demás figuras deberían hoy rendirse ante lo inevitable.
Historia de una elección adelantada
El pasado 13 de marzo asistimos a uno de los momentos más reveladores de la última década. Como pocas veces se ha visto nos encontramos en un escenario que invadido por los miedos y el hartazgo tomó forma definitiva al presentar los potenciales electorales de los precandidatos a presidencia de la Nación, que por cierto con la inminente reconfiguración del Congreso y el ambiente triunfalista de unos y otros no hicieron mella en la insobornable realidad, Petro y Fico se desmarcaron de las demás opciones y supieron capitalizar sus candidaturas a pesar de los pesares.
Los grandes perdedores del pasado 13 podemos asegurar que no fueron ni Fajardo ni Char ni cualquier candidato que participó en la consulta, lejos de eso cada uno supo mostrar un caudal y representatividad, quienes verdaderamente perdieron fueron el ingeniero Rodolfo Hernández y todos los que no hicieron parte de la consulta ya que al no medirse libraron su destino político al designio de la realidad, que sabemos siempre se antepone e impone por sobre las encuestas y escuchas sociales.
Hoy tejen sus alianzas y estrategias y el mensaje de Uribe a su electorado ya fue dado desde aquel primer momento en que decidió ir tras el congreso abortando de lleno una idea presidencial, casi parece un guión escrito que Zuluaga desistiera de su aspiración y decantase sobre la candidatura de Fico, que sin lugar a dudas marca el camino a seguir a los seguidores del uribismo con la ventaja que supone en estos tiempos de desprestigio del otrora Presidente de la República, que su voz y voto se sienta sin siquiera él personalmente expresarlo.
Los tiempos se han adelantado, no hay espacios para pensar en segundas vueltas, el orgullo y el ego de las demás figuras deberían hoy rendirse ante lo inevitable.
Estupefactos, atónitos, desconcertados, incrédulos, desafiantes, esperanzados, sobrevivientes, todos somos parte de un mismo pueblo “PetriFicado”.