Las modalidades de hurto cibernético, suplantación o estafa están a la orden del día y van en aumento en Valledupar. Varios usuarios a través de las mismas redes sociales han denunciado haber sido víctimas.
Las redes sociales son una herramienta eficaz a la hora de adquirir múltiples productos o servicios. Tras la llegada de la pandemia, el confinamiento y las diferentes restricciones para realizar compras directas en los establecimientos comerciales, aumentaron considerablemente las tiendas virtuales como popularmente se les conoce. Aunque las plataformas digitales le han servido a los vallenatos para hacer sus compras desde la comodidad de sus casas, no siempre se corre con la mejor suerte.
Han sido muchos los emprendimientos que han surgido en las redes durante el 2020 y en lo que va de 2021; por otro lado, hay personas inescrupulosas que se aprovechan de la virtualidad para estafar, haciendo creer a sus víctimas que se trata de un negocio confiable.
Varios han sido los casos que se han dado a conocer a través de las mismas redes sociales, donde los usuarios denuncian haber sido víctimas de estafa en supuestas tiendas online. Uno de ellos es José Portillo, un vallenato de 23 años, quien realizó una compra en Instagram de una consola de video juegos. Tras realizar el pago a través de su cuenta bancaria no recibió el producto ni mucho menos el dinero; cuando hizo el reclamo resultó bloqueado. “Yo busqué el XBOX en instagram, la cuenta era aparentemente confiable así que hice el negocio y terminé estafado”, afirmó el afectado.
La supuesta tienda aparecía con sede física en un centro comercial de Sincelejo, Sucre, pero para su sorpresa Free Games, como esta se hacía llamar, nunca hizo parte del establecimiento. Portillo perdió su dinero y quedó con el sinsabor de no tener a quién denunciar legalmente. “Nunca me enviaron la factura de envío, les escribía y no leían mis mensajes, me terminaron bloqueando y nadie respondió por el dinero que invertí”, contó la víctima.
Una cuenta de empresa verificada en Instagram o Facebook con gran número de seguidores y buenos comentarios sobre el excelente servicio genera confianza en el cliente, pero no garantiza que las expectativas al momento de confirmar la compra sean las esperadas.
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La ingeniera de sistemas Rubiela Isabel Beleño indicó cuáles son las estrategias más utilizadas por los estafadores para asaltar la buena fe de sus víctimas: “No siempre la cantidad de seguidores que aparecen en una página son reales. Generalmente quienes se dedican a esta modalidad de estafa invierten en comprar seguidores a través de boots”.
Estas personas suelen suministrar datos falsos que van desde el nombre hasta la dirección de la supuesta tienda física para aprovecharse así de los incautos. “Cuando estos casos ocurren es difícil poner una denuncia a nombre de una persona o un establecimiento, por eso lo hacen”, afirmó la experta.
Para evitar ser una víctima más de hurto cibernético es importante validar la información suministrada por los supuestos vendedores, si no facilitan información veraz de la tienda es mejor abstenerse de hacer la compra.
De acuerdo con Beleño, es importante conocer la verdadera identidad de quien está del otro lado de la pantalla. El hecho de que la tienda ofrezca productos a precios extremadamente bajos debe ser un motivo para alertarse. En el mercado virtual los artículos en diferentes tiendas suelen manejar el mismo precio o similar. Si un producto aparece con un valor inicial muy alto y el vendedor aplica un descuento mucho mayor a lo habitual, no hay que confiar.
“Existen tiendas que en la portada ofrecen varios medios de pago, pero a la hora de hacerlo, solamente permite la tarjeta de crédito”, advirtió Beleño, explicando que “para evitar los robos a través de cuentas falsas en redes sociales primero se debe verificar por los comentarios en las tiendas. Buscar comentarios en Google acerca de la tienda online y las recomendaciones de ella”.
Aunque ya son conocidas por los usuarios, estas casi siempre ocurren por un descuido. Se trata del hackeo a las cuentas personales de correo o redes sociales. Esta es una forma de suplantación, en la que luego de acceder a la cuenta acuden a los contactos de la víctima ofreciéndoles la venta de un producto o acudiendo a su solidaridad pidiéndoles algún tipo de préstamo.
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Esta modalidad es recurrente. Bertha Castilla, quien reside en Valledupar, vivió esta experiencia, no solo le robaron su cuenta de Facebook, sino que se hacían pasar por ella para estafar a sus contactos; sin embargo, fue alertada y pudo recuperar su perfil.
A sus familiares y amigos les llegaba el siguiente mensaje desde su chat de Facebook: “Vendo televisor Smart Tv de 55 pulgadas en 500 mil pesos. Está nuevo, tengo una urgencia”. Pero en este caso quien intentó suplantarla no logró su objetivo, ya que quienes conocían a la víctima notaban algo extraño en la conversación cuando intentaban cerrar el negocio. “El televisor es de mi hijo, consígneme a la cuenta y se lo entrego en la tarde porque ahora no estoy en mi casa. Lo estamos vendiendo económico porque necesitamos la plata”, decía uno de los mensajes. Lo extraño es que al dar la cuenta bancaria ni los nombres ni los apellidos coincidían con la víctima o algún familiar. Y ante las alertas Castilla puedo recuperar su cuenta.
Al crear una cuenta en cualquier red social, los usuarios deben evitar incluir en las contraseñas los números de fechas de cumpleaños, iniciales, aniversario y demás datos de conocimiento público. Esto hace más fácil el acceso a la información por parte de terceros. “Este tipo de contraseñas son muy fáciles de adivinar, puesto que la mismas personas dan indicios con sus publicaciones”, agregó la ingeniera de sistemas.
De otro lado, la experta en redes habló de los mensajes con supuestas promociones. “Mensajes de premios o promociones que llegan acompañados por un archivo comprimido, una imagen, un documento en PDF o simplemente una URL, contienen archivos ocultos para robar contraseñas; esos son los llamados troyanos, o virus”, señaló.
Una de las formas de estafas más comunes a través del correo electrónico es recibir un mensaje que pide la actualización de los datos, advirtiendo que de no hacerlo la cuenta será cerrada. “La gente se preocupa porque nadie quiere perder su información, dan clic en el link y este ayuda a robar dinero de la cuenta de ahorros, ya que en la mayoría de los casos es el correo que está vinculado a las cuentas bancarias”, agregó la experta.
Estas modalidades son de vieja data, sin embargo, los usuarios sin importar la edad pueden llegar a ‘abrirle la puerta’ a una estafa virtual sin saberlo. Por eso es importante omitir todo tipo de mensajes que no tengan que ver con productos o servicios que hayan sido solicitados previamente, ya que al abrirlos están dando permiso al hacker para que acceda a contraseñas, robe cuentas e incluso suplante su identidad.
Por: Andreina Galvez
Las modalidades de hurto cibernético, suplantación o estafa están a la orden del día y van en aumento en Valledupar. Varios usuarios a través de las mismas redes sociales han denunciado haber sido víctimas.
Las redes sociales son una herramienta eficaz a la hora de adquirir múltiples productos o servicios. Tras la llegada de la pandemia, el confinamiento y las diferentes restricciones para realizar compras directas en los establecimientos comerciales, aumentaron considerablemente las tiendas virtuales como popularmente se les conoce. Aunque las plataformas digitales le han servido a los vallenatos para hacer sus compras desde la comodidad de sus casas, no siempre se corre con la mejor suerte.
Han sido muchos los emprendimientos que han surgido en las redes durante el 2020 y en lo que va de 2021; por otro lado, hay personas inescrupulosas que se aprovechan de la virtualidad para estafar, haciendo creer a sus víctimas que se trata de un negocio confiable.
Varios han sido los casos que se han dado a conocer a través de las mismas redes sociales, donde los usuarios denuncian haber sido víctimas de estafa en supuestas tiendas online. Uno de ellos es José Portillo, un vallenato de 23 años, quien realizó una compra en Instagram de una consola de video juegos. Tras realizar el pago a través de su cuenta bancaria no recibió el producto ni mucho menos el dinero; cuando hizo el reclamo resultó bloqueado. “Yo busqué el XBOX en instagram, la cuenta era aparentemente confiable así que hice el negocio y terminé estafado”, afirmó el afectado.
La supuesta tienda aparecía con sede física en un centro comercial de Sincelejo, Sucre, pero para su sorpresa Free Games, como esta se hacía llamar, nunca hizo parte del establecimiento. Portillo perdió su dinero y quedó con el sinsabor de no tener a quién denunciar legalmente. “Nunca me enviaron la factura de envío, les escribía y no leían mis mensajes, me terminaron bloqueando y nadie respondió por el dinero que invertí”, contó la víctima.
Una cuenta de empresa verificada en Instagram o Facebook con gran número de seguidores y buenos comentarios sobre el excelente servicio genera confianza en el cliente, pero no garantiza que las expectativas al momento de confirmar la compra sean las esperadas.
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La ingeniera de sistemas Rubiela Isabel Beleño indicó cuáles son las estrategias más utilizadas por los estafadores para asaltar la buena fe de sus víctimas: “No siempre la cantidad de seguidores que aparecen en una página son reales. Generalmente quienes se dedican a esta modalidad de estafa invierten en comprar seguidores a través de boots”.
Estas personas suelen suministrar datos falsos que van desde el nombre hasta la dirección de la supuesta tienda física para aprovecharse así de los incautos. “Cuando estos casos ocurren es difícil poner una denuncia a nombre de una persona o un establecimiento, por eso lo hacen”, afirmó la experta.
Para evitar ser una víctima más de hurto cibernético es importante validar la información suministrada por los supuestos vendedores, si no facilitan información veraz de la tienda es mejor abstenerse de hacer la compra.
De acuerdo con Beleño, es importante conocer la verdadera identidad de quien está del otro lado de la pantalla. El hecho de que la tienda ofrezca productos a precios extremadamente bajos debe ser un motivo para alertarse. En el mercado virtual los artículos en diferentes tiendas suelen manejar el mismo precio o similar. Si un producto aparece con un valor inicial muy alto y el vendedor aplica un descuento mucho mayor a lo habitual, no hay que confiar.
“Existen tiendas que en la portada ofrecen varios medios de pago, pero a la hora de hacerlo, solamente permite la tarjeta de crédito”, advirtió Beleño, explicando que “para evitar los robos a través de cuentas falsas en redes sociales primero se debe verificar por los comentarios en las tiendas. Buscar comentarios en Google acerca de la tienda online y las recomendaciones de ella”.
Aunque ya son conocidas por los usuarios, estas casi siempre ocurren por un descuido. Se trata del hackeo a las cuentas personales de correo o redes sociales. Esta es una forma de suplantación, en la que luego de acceder a la cuenta acuden a los contactos de la víctima ofreciéndoles la venta de un producto o acudiendo a su solidaridad pidiéndoles algún tipo de préstamo.
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Esta modalidad es recurrente. Bertha Castilla, quien reside en Valledupar, vivió esta experiencia, no solo le robaron su cuenta de Facebook, sino que se hacían pasar por ella para estafar a sus contactos; sin embargo, fue alertada y pudo recuperar su perfil.
A sus familiares y amigos les llegaba el siguiente mensaje desde su chat de Facebook: “Vendo televisor Smart Tv de 55 pulgadas en 500 mil pesos. Está nuevo, tengo una urgencia”. Pero en este caso quien intentó suplantarla no logró su objetivo, ya que quienes conocían a la víctima notaban algo extraño en la conversación cuando intentaban cerrar el negocio. “El televisor es de mi hijo, consígneme a la cuenta y se lo entrego en la tarde porque ahora no estoy en mi casa. Lo estamos vendiendo económico porque necesitamos la plata”, decía uno de los mensajes. Lo extraño es que al dar la cuenta bancaria ni los nombres ni los apellidos coincidían con la víctima o algún familiar. Y ante las alertas Castilla puedo recuperar su cuenta.
Al crear una cuenta en cualquier red social, los usuarios deben evitar incluir en las contraseñas los números de fechas de cumpleaños, iniciales, aniversario y demás datos de conocimiento público. Esto hace más fácil el acceso a la información por parte de terceros. “Este tipo de contraseñas son muy fáciles de adivinar, puesto que la mismas personas dan indicios con sus publicaciones”, agregó la ingeniera de sistemas.
De otro lado, la experta en redes habló de los mensajes con supuestas promociones. “Mensajes de premios o promociones que llegan acompañados por un archivo comprimido, una imagen, un documento en PDF o simplemente una URL, contienen archivos ocultos para robar contraseñas; esos son los llamados troyanos, o virus”, señaló.
Una de las formas de estafas más comunes a través del correo electrónico es recibir un mensaje que pide la actualización de los datos, advirtiendo que de no hacerlo la cuenta será cerrada. “La gente se preocupa porque nadie quiere perder su información, dan clic en el link y este ayuda a robar dinero de la cuenta de ahorros, ya que en la mayoría de los casos es el correo que está vinculado a las cuentas bancarias”, agregó la experta.
Estas modalidades son de vieja data, sin embargo, los usuarios sin importar la edad pueden llegar a ‘abrirle la puerta’ a una estafa virtual sin saberlo. Por eso es importante omitir todo tipo de mensajes que no tengan que ver con productos o servicios que hayan sido solicitados previamente, ya que al abrirlos están dando permiso al hacker para que acceda a contraseñas, robe cuentas e incluso suplante su identidad.
Por: Andreina Galvez