En el municipio de Agustín Codazzi se sembrarán 60 hectáreas de girasoles de manera paulatina las tres primeras semanas del mes de agosto. Este proyecto agrícola tiene como propósito transformar la planta para la alimentación de ganados bovinos, además será el piloto que le permitirá a los agricultores de dicho municipio incursionar en este tipo de cultivo caracterizado por su alta resistencia a la sequía, y como un productor de néctar que atrae a cuantiosos polinizadores.

Según Ricardo Moya, representante legal de una asociación de ingenieros agrónomos del Cesar, del proyecto harán parte 33 personas entre agrónomos, trabajadores del campo y madres cabeza de hogar. Se estima recoger el cultivo ente septiembre y octubre del próximo año.

“La cosecha cuenta con un seguro agropecuario del 100 % de los costos de producción y también tiene un comprador. Es un cultivo que generará muchas ganancias el próximo año; le servirá de mucho aprendizaje a nuestros productores agrícolas para expandir este cultivo a más hectáreas del municipio”, manifestó Moya. 

Los agrónomos de dicho proyecto precisaron que por hectáreas se producirían 40 toneladas de girasoles y en total serían 2.400 toneladas de esta flor que es utilizada de manera ornamental o como forraje. Así mismo, de la semilla se extrae la harina y el aceite, que son muy benéficos debido a su gran cantidad de grasas poliinsaturadas.

La semilla también es utilizada para la elaboración de jabones, cosméticos, detergentes e incluso en algunos países como combustible.

Moya agregó que la administración municipal está impulsando el proyecto de los girasoles como una forma de incentivar a los agricultores para que retornen al campo con más garantías sobre las cosechas, así como reactivar el sector agropecuario de esa localidad que se caracterizó entre los años 60, 70, 80 y finales de los 90 por ser un municipio agricultor, un ejemplo de esto fue que lo apodaron como la “capital blanca del algodón”.

De acuerdo con la Asociación Argentina de Girasol, Asagir, la harina, la cáscara y la semilla del girasol permiten obtener un buen complemento para las dietas alimentarias de los rumiantes. En ese sentido, la utilización de fuentes proteicas vegetales se ha incrementado en los últimos años en los sistemas de producción intensificados de carne y leche por los beneficios proteicos y los bajos costos de este tipo de cultivo.

En ese orden de ideas, el ingeniero agrónomo Jorge López explicó que para el desarrollo óptimo de ese cultivo es necesario un mínimo seis horas de sol directo. Señaló que este tipo de plantas necesitan de suelos profundos debido a que sus largas raíces extraen nutrientes del suelo, acotando que consumen grandes cantidades de nitrógeno y potasio.

BENEFICIOS

Los cultivos de girasoles generan diferentes fuentes de empleo porque al ser una flor popular por su belleza es utilizada en decoraciones y como fuente de alimento es una opción de bajo costo. Diversos profesionales pueden intervenir en la actividad económica, entre estos están los fleteros, apicultores, técnicos, agrónomos, ente otros.

Según Moya, las 60 hectáreas en Codazzi serán cultivadas con abono orgánico y con la implementación de buenas prácticas agropecuarias para que la cosecha sea de altos estándares de calidad y competitividad.

En ese sentido, López señaló que los cultivos de girasoles deben hacerse en suelos ricos en materia orgánica y que la planta es poco tolerante a la salinidad, por lo que el contenido de aceite disminuye cuando la salinidad aumenta en el suelo. Argumentó que en suelos neutros o alcalinos la producción de girasol no se ve afectada, ya que no aparecen problemas de tipo nutricional.

Namieh Baute Barrios / EL PILÓN