De la notificación que hizo en la rendición de cuentas de su gestión el gobernador del Cesar, Luis Alberto Monsalvo, de que ya está en licitación el Centro Cultural de la Música Vallenata, se deben hacer las siguientes valoraciones: ¿Se compromete el gobernador a que la obra de $147.000 millones, financiados principalmente con recursos de […]
De la notificación que hizo en la rendición de cuentas de su gestión el gobernador del Cesar, Luis Alberto Monsalvo, de que ya está en licitación el Centro Cultural de la Música Vallenata, se deben hacer las siguientes valoraciones:
¿Se compromete el gobernador a que la obra de $147.000 millones, financiados principalmente con recursos de regalías, no será adicionada hasta llegar a un 50 % de su valor inicial? Es decir, que a los $147.000 millones no se adicionen $73.500 millones y evitar que nos termine costando la obra a todos los cesarenses con recursos públicos la suma de $220.500 millones. Además que se comprometa a que no se harán etapas dos y tres de esta obra.
¿Se compromete el gobernador a que se respete el término inicial que se prevea en el contrato de obra pública y la obra se termine dentro del término de duración establecido al momento de la firma del contrato para la ejecución de la misma?
Si bien es cierto, las adiciones en valor de los contratos estatales hasta en un 50 % de su valor inicial y las prórrogas en tiempo no están prohibidas, no es menos cierto, gobernador, que los antecedentes de su primera administración en la Gobernación del Cesar, con obras como la construcción de la sede de la Universidad Nacional de Colombia en La Paz, del Hospital José David Padilla Villafañe en Aguachica, de la vía el Zanjón – Pueblo Bello, del Estadio Armando Maestre Pavajeau de Valledupar y del Centro de Desarrollo Tecnológico pesquero y ganadero en La Paz y Valledupar, muestran que las adiciones y las prórrogas son una constante, siendo notorias las debilidades en la planeación en la etapa precontractual.
¿Garantiza, gobernador Monsalvo, que la construcción del Centro Cultural de la Música Vallenata (obra financiada con recursos públicos), terminará prestando utilidad pública, no tendrá ausencia total o parcial de planeación, no evidenciará mala calidad de la obra y sobrecostos?
¿Está dispuesto, usted gobernador, a que en la ejecución del contrato de obra para la construcción del Centro Cultural de la Música Vallenata, la supervisión y la interventoría que se hagan sean estrictas y no sean del bolsillo del contratista? La calidad que se busca en una obra de ese valor amerita que se haga una supervisión y una interventoría que sean rigurosas ítem por ítem.
Ninguna observación es difícil de asimilar si se quieren hacer las cosas con transparencia; una gobernación está obligada a conocer de contratación estatal y ejercer en cada contrato que celebre supervisión y seguimiento con el fin de que los recursos públicos no se dilapiden.
Lo que sí es inconcebible es que de lo que más conozca una gobernación en contratación estatal sea de adiciones en valor y prórrogas en tiempo. ¿Estaría dispuesto el gobernador a que veedurías ciudadanas, que no sean de bolsillo, verifiquen la ejecución de su obra y hagan presencia desde la adjudicación del contrato?
De la notificación que hizo en la rendición de cuentas de su gestión el gobernador del Cesar, Luis Alberto Monsalvo, de que ya está en licitación el Centro Cultural de la Música Vallenata, se deben hacer las siguientes valoraciones: ¿Se compromete el gobernador a que la obra de $147.000 millones, financiados principalmente con recursos de […]
De la notificación que hizo en la rendición de cuentas de su gestión el gobernador del Cesar, Luis Alberto Monsalvo, de que ya está en licitación el Centro Cultural de la Música Vallenata, se deben hacer las siguientes valoraciones:
¿Se compromete el gobernador a que la obra de $147.000 millones, financiados principalmente con recursos de regalías, no será adicionada hasta llegar a un 50 % de su valor inicial? Es decir, que a los $147.000 millones no se adicionen $73.500 millones y evitar que nos termine costando la obra a todos los cesarenses con recursos públicos la suma de $220.500 millones. Además que se comprometa a que no se harán etapas dos y tres de esta obra.
¿Se compromete el gobernador a que se respete el término inicial que se prevea en el contrato de obra pública y la obra se termine dentro del término de duración establecido al momento de la firma del contrato para la ejecución de la misma?
Si bien es cierto, las adiciones en valor de los contratos estatales hasta en un 50 % de su valor inicial y las prórrogas en tiempo no están prohibidas, no es menos cierto, gobernador, que los antecedentes de su primera administración en la Gobernación del Cesar, con obras como la construcción de la sede de la Universidad Nacional de Colombia en La Paz, del Hospital José David Padilla Villafañe en Aguachica, de la vía el Zanjón – Pueblo Bello, del Estadio Armando Maestre Pavajeau de Valledupar y del Centro de Desarrollo Tecnológico pesquero y ganadero en La Paz y Valledupar, muestran que las adiciones y las prórrogas son una constante, siendo notorias las debilidades en la planeación en la etapa precontractual.
¿Garantiza, gobernador Monsalvo, que la construcción del Centro Cultural de la Música Vallenata (obra financiada con recursos públicos), terminará prestando utilidad pública, no tendrá ausencia total o parcial de planeación, no evidenciará mala calidad de la obra y sobrecostos?
¿Está dispuesto, usted gobernador, a que en la ejecución del contrato de obra para la construcción del Centro Cultural de la Música Vallenata, la supervisión y la interventoría que se hagan sean estrictas y no sean del bolsillo del contratista? La calidad que se busca en una obra de ese valor amerita que se haga una supervisión y una interventoría que sean rigurosas ítem por ítem.
Ninguna observación es difícil de asimilar si se quieren hacer las cosas con transparencia; una gobernación está obligada a conocer de contratación estatal y ejercer en cada contrato que celebre supervisión y seguimiento con el fin de que los recursos públicos no se dilapiden.
Lo que sí es inconcebible es que de lo que más conozca una gobernación en contratación estatal sea de adiciones en valor y prórrogas en tiempo. ¿Estaría dispuesto el gobernador a que veedurías ciudadanas, que no sean de bolsillo, verifiquen la ejecución de su obra y hagan presencia desde la adjudicación del contrato?