Una de las principales causas de este flagelo de las madres y niños indígenas está asociada al proceso cultural y de cosmovisión que tienen referente a la medicina tradicional y occidental.
En los Hospitales Camilo Villazón Pumarejo del municipio de Pueblo Bello y en el Rosario Pumarejo de López de Valledupar realizarán un proyecto de adecuación de infraestructura y de los servicios interculturales para la salud materna y neonatal de gestantes indígenas con el propósito de disminuir las muertes tempranas en esta población.
La iniciativa se da través de la Agencia de Renovación del Territorio del Gobierno nacional, en conjunto con Unicef Colombia, la Organización Panamericana de la Salud, las Naciones Unidas a través del Programa Mundial de Alimentos, y PNUD Colombia.
De acuerdo con el secretario de Salud de Pueblo Bello, Albert Tafur, el proyecto tiene un valor de $300 millones y promete beneficiar a 72.391 personas.
“Es una adecuación de infraestructura en estos dos hospitales; la idea es adecuar un espacio de la sala de parto para que se atienda con un enfoque diferencial para la población indígena. Pueblo Bello ha sido un municipio afectado por la muerte materna y neonatal, siendo un problema que ha aquejado por muchos años al municipio, pero ya se han hecho avances en el tema”, dijo el funcionario.
Destacó que el propósito es ir disminuyendo esta situación. “No solo tiene que ser abordada con los organismos de salud, sino también con los líderes, lideresas y cabildos de la población indígenas para que se puedan establecer rutas claras de atención y que estén dispuestos a enseñarles a la comunidad cuáles son los servicios a los que pueden asistir”, mencionó Tafur.
Señaló que las muertes maternas y neonatales en la población indígena están asociadas al proceso cultural y de cosmovisión que tienen, ya que está el hecho de la medicina tradicional y occidental.
“Se busca mediante estrategias que se puedan combinar los dos tipos de medicina y lograr una disminución de muertes maternas y neonatales. Para nosotros siempre ha sido primordial el hecho de tener el enfoque diferencial étnico para brindar un servicio de calidad y reducir precisamente estas situaciones que se están presentando en el municipio“, subrayó Albert Tafur.
Según el boletín epidemiológico 3 del Instituto Nacional de Salud, que va desde el 17 al 23 de enero de 2021, en el Cesar no se habían presentado muertes maternas. Sin embargo, destaca que los números y razón de mortalidad perinatal y neonatal tardía fue de 20 casos, lo que representa un 10.3 % por cada 1.000 nacidos vivos.
Las causas pudieron estar orientadas a muertes por trastornos de origen perinatal y placentarios, seguidos por prematuridad-inmaturidad, asfixia o infecciones.
POR MILAGRO SÁNCHEZ FLÓREZ/ EL PILÓN.
Una de las principales causas de este flagelo de las madres y niños indígenas está asociada al proceso cultural y de cosmovisión que tienen referente a la medicina tradicional y occidental.
En los Hospitales Camilo Villazón Pumarejo del municipio de Pueblo Bello y en el Rosario Pumarejo de López de Valledupar realizarán un proyecto de adecuación de infraestructura y de los servicios interculturales para la salud materna y neonatal de gestantes indígenas con el propósito de disminuir las muertes tempranas en esta población.
La iniciativa se da través de la Agencia de Renovación del Territorio del Gobierno nacional, en conjunto con Unicef Colombia, la Organización Panamericana de la Salud, las Naciones Unidas a través del Programa Mundial de Alimentos, y PNUD Colombia.
De acuerdo con el secretario de Salud de Pueblo Bello, Albert Tafur, el proyecto tiene un valor de $300 millones y promete beneficiar a 72.391 personas.
“Es una adecuación de infraestructura en estos dos hospitales; la idea es adecuar un espacio de la sala de parto para que se atienda con un enfoque diferencial para la población indígena. Pueblo Bello ha sido un municipio afectado por la muerte materna y neonatal, siendo un problema que ha aquejado por muchos años al municipio, pero ya se han hecho avances en el tema”, dijo el funcionario.
Destacó que el propósito es ir disminuyendo esta situación. “No solo tiene que ser abordada con los organismos de salud, sino también con los líderes, lideresas y cabildos de la población indígenas para que se puedan establecer rutas claras de atención y que estén dispuestos a enseñarles a la comunidad cuáles son los servicios a los que pueden asistir”, mencionó Tafur.
Señaló que las muertes maternas y neonatales en la población indígena están asociadas al proceso cultural y de cosmovisión que tienen, ya que está el hecho de la medicina tradicional y occidental.
“Se busca mediante estrategias que se puedan combinar los dos tipos de medicina y lograr una disminución de muertes maternas y neonatales. Para nosotros siempre ha sido primordial el hecho de tener el enfoque diferencial étnico para brindar un servicio de calidad y reducir precisamente estas situaciones que se están presentando en el municipio“, subrayó Albert Tafur.
Según el boletín epidemiológico 3 del Instituto Nacional de Salud, que va desde el 17 al 23 de enero de 2021, en el Cesar no se habían presentado muertes maternas. Sin embargo, destaca que los números y razón de mortalidad perinatal y neonatal tardía fue de 20 casos, lo que representa un 10.3 % por cada 1.000 nacidos vivos.
Las causas pudieron estar orientadas a muertes por trastornos de origen perinatal y placentarios, seguidos por prematuridad-inmaturidad, asfixia o infecciones.
POR MILAGRO SÁNCHEZ FLÓREZ/ EL PILÓN.