Haciendo sonar ollas y otros utensilios de cocina, enfermeras, camilleros y médicos desde hospitales y clínicas, así como la comunidad que los respalda desde sus residencias, protestaron ayer por la crisis que afronta el sector de la salud de la región.

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“Insistimos en el desmonte de la Ley 100, en el pago oportuno de los salarios de los que laboran en el sector de la salud, en que el Gobierno nacional aplique lo que predica con los recursos que dice girar, el derecho al trabajo decente y no por asociaciones sindicales u cooperativas”, explicó el representante del Sindicato Nacional de la Salud y la Seguridad Social, Sindess, en el Cesar, Manuel Díaz.

Además, exigen que los profesionales de la salud sean protegidos sanitariamente en medio de la crisis generada por la pandemia de la covid-19.

Al respecto, Díaz manifestó: “Exponemos nuestras vidas con nuestro trabajo y nos convertimos en potenciales sujetos de contagio al tratar pacientes con la sintomatología, pero no hay insumos, ni protección para todos”.

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Agregó que muchos hospitales han sido renovados, pero en su gran mayoría no cuentan con los equipos necesarios y esenciales para la atención directa de los pacientes, así como que en muchas instituciones de salud las ambulancias no son suficientes.

Al respecto, la enfermera Sandra Puello expresó: “A la gran mayoría de nosotros nos tienen sin un contrato con todas las prestaciones sociales, lo que están haciendo es que están tercerizando nuestros servicios, pero no hacemos parte formal de las clínicas y hospitales, una situación que siempre ha venido ocurriendo, pero con la pandemia quedó aún más en evidencia la desprotección en la que estamos”.

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Por su parte, el médico José Daza se refirió a las diferencias en retribución salarial, acotando: “Los médicos tenemos en la gran mayoría de casos unos porcentajes muy bajos, en medio de todo lo que vive el país somos los más desprotegidos; necesitamos que Colombia ajuste los sueldos de los empleados de la salud”.

POR: ANNELISE BARRIGA RAMÍREZ/EL PILÓN
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