Este se convierte en una pregunta frecuente y de interés, sobre todo al ser los jóvenes quienes, sin pensarlo, toman esta decisión de traer vida al mundo sin tener conceptos de responsabilidades.
Es difícil conocer una edad específica que señale la hora o momento exacto, en el que las personas deberían convertirse en padres. Más que una edad cronológica, se requiere principalmente de conocer, sobre todo la población más joven, las condiciones personales y necesarias para asumir esta faceta de la vida que trae consigo grados de responsabilidad.
Actualmente los jóvenes entre los 14 y 17 años, en la ciudad de Valledupar, han punteado altos índices de paternidad. Para el 2015 el embarazo adolescente llegó a más de tres mil casos reportados; ya en el 2016, a raíz de ciertos controles educación sexual, se pudo disminuir a un poco más de dos mil casos. El último reporte presentado para el 2017, informa que entre 1.200 y 1.300 jóvenes se convirtieron en padres dentro de la capital del Cesar, aunque es una cantidad menor comparada con los últimos 3 años, aún se considera una tasa amplia.
Se sabe que el hacerse cargo de un hijo es una responsabilidad de alto costo económico. “Se sugiere a los jóvenes no solamente esperar cumplir la mayoría de edad sino un desarrollo de su proyecto de vida en materia de educación por considerarse este, un factor de movilidad social”, así comenta Yaleine Gómez, trabajadora social.
Generalmente las principales afectadas son las jóvenes que en muchas de las ocasiones “agregan otro inconveniente, no tener un progenitor que sirva como apoyo al momento de la crianza”, señaló. La formación y crecimiento personal, el conocimiento sobre la educación sexual oportuna y pertinente y la confianza generada hacía los padres, pueden convertirse en factores para “disminuir el embarazo prematuro”, sostuvo Gómez.
Por eso, centros asistenciales de la ciudad ofrecen programas de planificación para que parejas sólidas, jóvenes y quienes desde ya mantenga un vida sexualmente activa, “conozcan los métodos anticonceptivos para evitar caer en un embarazo que en grandes consecuencias no son deseados”, afirmó la trabajadora.
Aunque anteriormente fueron mencionadas pautas ligadas a la madurez y conciencia de que solamente cumplir la mayoría de edad no te forma como padre, la ciencia médica tiene versiones sobre diferentes edades esenciales y vitales para estar en estado de fertilidad.
David Sarmiento, médico general, explica identifica mediante su experiencia científica ciertos comportamientos del cuerpo humano femenino y masculinos que pueden ayudar a descifrar el momento ‘oportuno’ para concebir. Aunque no es lo sugerido por ausencia de conocimientos, los 19 años se convierten en el momento óptimo en el que cuerpo humano mantiene un sistema reproductivo enérgico, es buen estado; “se encuentra en su pico de fertilidad”, acotó.
Desde los “20 años hasta los 25, el organismo mantiene las nociones exactas en edad ideal; es decir, la calculadora cronológica se encuentra en forma para convertirte en papá”, subrayó Sarmiento. Exaltó que a partir de los 26, si ya se encuentra convertido en madre o padre, se recomienda formar una vida profesional y después continuar con el propósito del ‘hermanito’ porque puede agotar, con el pasar del tiempo, el cuerpo.
EDUARDO MOSCOTE / EL PILÓN
Este se convierte en una pregunta frecuente y de interés, sobre todo al ser los jóvenes quienes, sin pensarlo, toman esta decisión de traer vida al mundo sin tener conceptos de responsabilidades.
Es difícil conocer una edad específica que señale la hora o momento exacto, en el que las personas deberían convertirse en padres. Más que una edad cronológica, se requiere principalmente de conocer, sobre todo la población más joven, las condiciones personales y necesarias para asumir esta faceta de la vida que trae consigo grados de responsabilidad.
Actualmente los jóvenes entre los 14 y 17 años, en la ciudad de Valledupar, han punteado altos índices de paternidad. Para el 2015 el embarazo adolescente llegó a más de tres mil casos reportados; ya en el 2016, a raíz de ciertos controles educación sexual, se pudo disminuir a un poco más de dos mil casos. El último reporte presentado para el 2017, informa que entre 1.200 y 1.300 jóvenes se convirtieron en padres dentro de la capital del Cesar, aunque es una cantidad menor comparada con los últimos 3 años, aún se considera una tasa amplia.
Se sabe que el hacerse cargo de un hijo es una responsabilidad de alto costo económico. “Se sugiere a los jóvenes no solamente esperar cumplir la mayoría de edad sino un desarrollo de su proyecto de vida en materia de educación por considerarse este, un factor de movilidad social”, así comenta Yaleine Gómez, trabajadora social.
Generalmente las principales afectadas son las jóvenes que en muchas de las ocasiones “agregan otro inconveniente, no tener un progenitor que sirva como apoyo al momento de la crianza”, señaló. La formación y crecimiento personal, el conocimiento sobre la educación sexual oportuna y pertinente y la confianza generada hacía los padres, pueden convertirse en factores para “disminuir el embarazo prematuro”, sostuvo Gómez.
Por eso, centros asistenciales de la ciudad ofrecen programas de planificación para que parejas sólidas, jóvenes y quienes desde ya mantenga un vida sexualmente activa, “conozcan los métodos anticonceptivos para evitar caer en un embarazo que en grandes consecuencias no son deseados”, afirmó la trabajadora.
Aunque anteriormente fueron mencionadas pautas ligadas a la madurez y conciencia de que solamente cumplir la mayoría de edad no te forma como padre, la ciencia médica tiene versiones sobre diferentes edades esenciales y vitales para estar en estado de fertilidad.
David Sarmiento, médico general, explica identifica mediante su experiencia científica ciertos comportamientos del cuerpo humano femenino y masculinos que pueden ayudar a descifrar el momento ‘oportuno’ para concebir. Aunque no es lo sugerido por ausencia de conocimientos, los 19 años se convierten en el momento óptimo en el que cuerpo humano mantiene un sistema reproductivo enérgico, es buen estado; “se encuentra en su pico de fertilidad”, acotó.
Desde los “20 años hasta los 25, el organismo mantiene las nociones exactas en edad ideal; es decir, la calculadora cronológica se encuentra en forma para convertirte en papá”, subrayó Sarmiento. Exaltó que a partir de los 26, si ya se encuentra convertido en madre o padre, se recomienda formar una vida profesional y después continuar con el propósito del ‘hermanito’ porque puede agotar, con el pasar del tiempo, el cuerpo.
EDUARDO MOSCOTE / EL PILÓN