El artista de la música vallenata abre espacios para compartir con sus seguidores más especiales. El sábado anterior visitó en Barranquilla a un menor que padece cáncer.
Más allá del enérgico, esbelto y vibrante artista en tarima, Silvestre Dangond dedica parte de su tiempo libre para atender o visitar personas con condiciones especiales.
En abril atendió a los niños integrantes de la Fundación Cardiovascular de Bucaramanga, y el sábado anterior, luego de descender del avión que lo llevó de Medellín a Barranquilla donde se presentaría con ‘Juancho’ De la Espriella, se fue hasta la Clínica Bonnadona para encontrarse con Marcos Cambar.
Marcos es un niño de 11 años, hace unos años fue diagnosticado con leucemia linfoide y hoy lucha por salir de la enfermedad. La mañana del sábado 28 de mayo quedará en su memoria y será muy difícil que saque de su mente la imagen del doctor que llegó a la habitación número siete del centro asistencial con bata, jean, tapaboca y el cabello cubierto por un gorro. Él imaginaba que se trataba de un galeno que pasa a hacerle revista todos los días. Pero no era así. Se trataba de Silvestre Dangond, quien después de saludarle le preguntó por sus pasiones y el niño respondió: “las canciones”, confesando además que su canción favorita es ‘Materialista’.
Dangond le dijo “la música es la que alegra el alma y al corazón”. Lo único que Marcos no sabía era que al frente, en su cuarto, estaba el intérprete de su canción preferida. Solamente lo supo cuando levantó su mirada, analizó al médico y entonces le dijo: “¡Embustero, si tú eres el cantante!”.
Silvestre comenzó a despojarse de la vestimenta de médico mientras cantaba ‘Materialista’ y Marcos sonreía como hacía mucho tiempo no podía. Al menor nacido en Uribia, La Guajira, Silvestre le confesó que lo visitaba porque quiere que se levante de esa cama “con todos los juguetes y rápido”, y que a pesar de que había ido para cantarle y que lo conociera, había algo más importante: “Hay algo que Dios me acaba de poner en el corazón y es una oración”. Fue entonces cuando el intérprete de música vallenata cerró sus ojos y colocando sus manos sobre Marcos le pidió a Dios su pronta recuperación.
Al término de la súplica divina le autografió su último compacto y volvió a regalarle palabras de aliento y motivación. Fueron 20 minutos que Silvestre compartió con Marcos, una acción gestada por la organización Soñar Despierto y acompañada por la directora de la Fundación Clínica Bonnadona Susana Osorio Domínguez, al médico Carlos Osorio y a Arlene Domínguez, directivos de la Clínica, y a la fundación ‘Silvestristas de corazón’, que tiene seis años de estar haciendo obras sociales con el respaldo del hijo de Urumita, sur del departamento de La Guajira.
“Silvestre es un hombre de corazón grande, le da mucha alegría cuando se reúne con niños como Marcos porque dice que puede darles un mensaje de esperanza; le gusta hacer realidad los sueños de sus seguidores”, declaró el mánager del artista, Carlos Bloom.
El año anterior Silvestre Dangond llevó a Samantha Flores, una niña con Síndrome de Down colombiana, que anhelaba conocer a Disney a Orlando, Florida.
Por Carlos Mario Jiménez
[email protected]
El artista de la música vallenata abre espacios para compartir con sus seguidores más especiales. El sábado anterior visitó en Barranquilla a un menor que padece cáncer.
Más allá del enérgico, esbelto y vibrante artista en tarima, Silvestre Dangond dedica parte de su tiempo libre para atender o visitar personas con condiciones especiales.
En abril atendió a los niños integrantes de la Fundación Cardiovascular de Bucaramanga, y el sábado anterior, luego de descender del avión que lo llevó de Medellín a Barranquilla donde se presentaría con ‘Juancho’ De la Espriella, se fue hasta la Clínica Bonnadona para encontrarse con Marcos Cambar.
Marcos es un niño de 11 años, hace unos años fue diagnosticado con leucemia linfoide y hoy lucha por salir de la enfermedad. La mañana del sábado 28 de mayo quedará en su memoria y será muy difícil que saque de su mente la imagen del doctor que llegó a la habitación número siete del centro asistencial con bata, jean, tapaboca y el cabello cubierto por un gorro. Él imaginaba que se trataba de un galeno que pasa a hacerle revista todos los días. Pero no era así. Se trataba de Silvestre Dangond, quien después de saludarle le preguntó por sus pasiones y el niño respondió: “las canciones”, confesando además que su canción favorita es ‘Materialista’.
Dangond le dijo “la música es la que alegra el alma y al corazón”. Lo único que Marcos no sabía era que al frente, en su cuarto, estaba el intérprete de su canción preferida. Solamente lo supo cuando levantó su mirada, analizó al médico y entonces le dijo: “¡Embustero, si tú eres el cantante!”.
Silvestre comenzó a despojarse de la vestimenta de médico mientras cantaba ‘Materialista’ y Marcos sonreía como hacía mucho tiempo no podía. Al menor nacido en Uribia, La Guajira, Silvestre le confesó que lo visitaba porque quiere que se levante de esa cama “con todos los juguetes y rápido”, y que a pesar de que había ido para cantarle y que lo conociera, había algo más importante: “Hay algo que Dios me acaba de poner en el corazón y es una oración”. Fue entonces cuando el intérprete de música vallenata cerró sus ojos y colocando sus manos sobre Marcos le pidió a Dios su pronta recuperación.
Al término de la súplica divina le autografió su último compacto y volvió a regalarle palabras de aliento y motivación. Fueron 20 minutos que Silvestre compartió con Marcos, una acción gestada por la organización Soñar Despierto y acompañada por la directora de la Fundación Clínica Bonnadona Susana Osorio Domínguez, al médico Carlos Osorio y a Arlene Domínguez, directivos de la Clínica, y a la fundación ‘Silvestristas de corazón’, que tiene seis años de estar haciendo obras sociales con el respaldo del hijo de Urumita, sur del departamento de La Guajira.
“Silvestre es un hombre de corazón grande, le da mucha alegría cuando se reúne con niños como Marcos porque dice que puede darles un mensaje de esperanza; le gusta hacer realidad los sueños de sus seguidores”, declaró el mánager del artista, Carlos Bloom.
El año anterior Silvestre Dangond llevó a Samantha Flores, una niña con Síndrome de Down colombiana, que anhelaba conocer a Disney a Orlando, Florida.
Por Carlos Mario Jiménez
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