La Escuela Ambiental de Valledupar es un excelente lugar para tener un encuentro intimo con la naturaleza.
Ingresar a la Escuela Ambiental de Valledupar es sin duda una experiencia inolvidable, allí las personas pueden tener conexión directa con la naturaleza. Cuenta con piscinas con flores para parejas, juegos con el medio ambiente y piscina de lodo, entre otras atracciones.
En este rinconcito de la capital del Cesar, a orillas del río Guatapurí, se puede encontrar una buena opción de ecoturismo que además concientiza a los visitantes sobre lo importante que es cuidar los recursos naturales, en especial al río.
“En estos momentos estamos haciendo varias casas en el aire. Queremos que las personas que vengan, entiendan que pueden convivir con el río, sin destruirlo. Este es un espacio para merecedores, sin música, sin parranda. Lo que hacen los visitantes es relajarse y embellecerse por dentro”, expresó Olmar Quintero Sanguino, quien lleva 20 años al frente de la Fundación Escuela Ambiental del Cesar.
El esfuerzo que se hace a diario por mantener a la escuela y ayudar a la conservación del medio ambiente, siempre requiere de la ayuda de otras personas. Es por esto, que Quintero llamó la atención de los ciudadanos que deseen ayudar, aportando elementos reciclables a la escuela para convertirlos en parte de este proyecto ambiental.
“Hago un llamado a los cesarenses para que se vinculen al proceso, no tanto en lo económico, sino en visitarlo y aportar ideas, aportar todo el reciclaje que tengan que nosotros lo recibimos y de alguna u otra manera lo transformamos en dinero o cosas para los niños”, aseguró.
Al caminar por el lugar lleno de árboles y atravesador por una corriente de agua que se desprende del río Guatapurí se sienten las buenas energías.
“En el pedacito que nos tocó hacemos la diferencia, no podemos cambiar el mundo pero buscamos concientizar a los niños para que interactúen con el medio ambiente, es la única manera de que ellos puedan querer cuidarlo. Valledupar está a espalda del rio Guatapurí por eso se deben hacer mayores inversiones para ese afluente”, dijo Olmar Quintero.
La Escuela Ambiental es un centro ecológico que cuenta con 65 atracciones; una casa con buen clima que simula a un cuarto con aire acondicionado, piscinas de boliche, agua tibia, guaya del mico, animales y spa relajante, entre otros.
Por Tatiana Orozco Mazzilli
[email protected]
La Escuela Ambiental de Valledupar es un excelente lugar para tener un encuentro intimo con la naturaleza.
Ingresar a la Escuela Ambiental de Valledupar es sin duda una experiencia inolvidable, allí las personas pueden tener conexión directa con la naturaleza. Cuenta con piscinas con flores para parejas, juegos con el medio ambiente y piscina de lodo, entre otras atracciones.
En este rinconcito de la capital del Cesar, a orillas del río Guatapurí, se puede encontrar una buena opción de ecoturismo que además concientiza a los visitantes sobre lo importante que es cuidar los recursos naturales, en especial al río.
“En estos momentos estamos haciendo varias casas en el aire. Queremos que las personas que vengan, entiendan que pueden convivir con el río, sin destruirlo. Este es un espacio para merecedores, sin música, sin parranda. Lo que hacen los visitantes es relajarse y embellecerse por dentro”, expresó Olmar Quintero Sanguino, quien lleva 20 años al frente de la Fundación Escuela Ambiental del Cesar.
El esfuerzo que se hace a diario por mantener a la escuela y ayudar a la conservación del medio ambiente, siempre requiere de la ayuda de otras personas. Es por esto, que Quintero llamó la atención de los ciudadanos que deseen ayudar, aportando elementos reciclables a la escuela para convertirlos en parte de este proyecto ambiental.
“Hago un llamado a los cesarenses para que se vinculen al proceso, no tanto en lo económico, sino en visitarlo y aportar ideas, aportar todo el reciclaje que tengan que nosotros lo recibimos y de alguna u otra manera lo transformamos en dinero o cosas para los niños”, aseguró.
Al caminar por el lugar lleno de árboles y atravesador por una corriente de agua que se desprende del río Guatapurí se sienten las buenas energías.
“En el pedacito que nos tocó hacemos la diferencia, no podemos cambiar el mundo pero buscamos concientizar a los niños para que interactúen con el medio ambiente, es la única manera de que ellos puedan querer cuidarlo. Valledupar está a espalda del rio Guatapurí por eso se deben hacer mayores inversiones para ese afluente”, dijo Olmar Quintero.
La Escuela Ambiental es un centro ecológico que cuenta con 65 atracciones; una casa con buen clima que simula a un cuarto con aire acondicionado, piscinas de boliche, agua tibia, guaya del mico, animales y spa relajante, entre otros.
Por Tatiana Orozco Mazzilli
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