Por: CLAUDIA PATRICIA NUÑEZ PADILLA En el Municipio de Valledupar existen zonas plenamente identificables en donde el paso de los años, la vetustez de las construcciones, la falta de mantenimiento de las mismas, el abandono, la mezcla de usos de suelos que son incompatibles, han generado un significativo deterioro de las mismas y por ende […]
Por: CLAUDIA PATRICIA NUÑEZ PADILLA
En el Municipio de Valledupar existen zonas plenamente identificables en donde el paso de los años, la vetustez de las construcciones, la falta de mantenimiento de las mismas, el abandono, la mezcla de usos de suelos que son incompatibles, han generado un significativo deterioro de las mismas y por ende de la Ciudad. Me refiero, específicamente, a la zona comprendida por los barrios Cerezo, Garita, La zona de tolerancia, más conocida como el “Boliche” y el Carmen, en donde no sólo la calidad de vida de sus habitantes sin lugar a dudas se ha visto desmejorada, sino que han visto como sus propiedades, especialmente las viviendas, han venido perdiendo su valor comercial por el actual entorno en donde abundan: casas de lenocinio, ollas de expendios de drogas, talleres de carro en plena vía pública, mercado negro de repuestos y de toda clase de artículos, en fin, una miscelánea de situaciones que inciden e impactan negativamente en el plano urbanístico y que no están acordes a los atributos que deben tener actualmente las ciudades para brindar bienestar integral a sus habitantes.
Es por ello que es hora de ir pensando en una transformación del entorno de esas zonas de manera radical y que puedan integrarse a la ciudad desde otra perspectiva, y una manera de hacerlo es precisamente a través de la Renovación Urbana de la cual nos habla ampliamente la Ley 9 de 1989, como el proceso dirigido a introducir modificaciones sustanciales al uso de la tierra y de las construcciones, para detener los procesos de deterioro físico y ambiental de los centros urbanos, a fin de lograr, entre otros, el mejoramiento del nivel de vida de los moradores. La renovación urbana ha sido la estrategia público-privada que han adoptado las grandes ciudades del mundo que antes era muladares y hoy son las joyas para mostrar, ejemplo de ello, Puerto Madero en Argentina, que era una zona de bodegas en donde se desembarcaban todas las mercancías y que gracias a los esfuerzos de gobierno y empresa privada se ha convertido en la zona más atractiva de la costa en Argentina y el Rio de La Plata, allí encontramos vías adoquinadas, cafés al aire libre, las tiendas de ropa más exclusivas, las entidades bancarias, centro de negocios, etc., aquí mientras tanto seguimos dándole la espalda al Río, con un proyecto de Parque Lineal inconcluso.
Y si queremos un ejemplo más cercano lo tenemos en la zona del parque TERCER MILENIO en Bogotá, en donde se localizaba la zona del cartucho, lugar que fue plenamente recuperado y que se ha convertido en un lugar de encuentro familiar. Experiencias como éstas nos demuestran que sí es posible formular y ejecutar proyectos de Renovación Urbana, de hecho, en la Ciudad de Manizales, fue adoptado el primer Macroproyecto de Renovación Urbana, que cuenta con recursos y pleno apoyo del Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio. Algunos críticos de la Renovación Urbana, manifiestan que es un proceso costoso, porque en la mayoría de los casos implica la compra de predios por parte de los Municipios, pero sí estas iniciativas van de la mano del sector privado, con el Ministerio de Vivienda que tiene unos incentivos muy atractivos para este tipo de iniciativas, ó recursos de Cooperación Internacional, los costos se compartirían al igual que los beneficios que son muchos: intervención del espacio público, mayor densificación, usos de suelos compatibles, recuperación urbanísticas de las zonas, atracción de inversión privada, actividad comercial ordenada y en consecuencia mayor calidad de vida para sus habitantes.
Ya es tiempo que miremos hacia ese lado de la ciudad que cada día se deteriora más y que conjuntamente se emprendan las acciones para rescatarlo e integrarlo al desarrollo urbanístico de la ciudad. Exploremos opciones como la Renovación Urbana que ha sido tan exitosa en otras latitudes y que han contribuido de manera trascendental en el progreso de las urbes.
P.D. FELIZ NAVIDAD y BENDICIONES a nuestros lectores.
Abogada – Especialista en Derecho Urbano
Por: CLAUDIA PATRICIA NUÑEZ PADILLA En el Municipio de Valledupar existen zonas plenamente identificables en donde el paso de los años, la vetustez de las construcciones, la falta de mantenimiento de las mismas, el abandono, la mezcla de usos de suelos que son incompatibles, han generado un significativo deterioro de las mismas y por ende […]
Por: CLAUDIA PATRICIA NUÑEZ PADILLA
En el Municipio de Valledupar existen zonas plenamente identificables en donde el paso de los años, la vetustez de las construcciones, la falta de mantenimiento de las mismas, el abandono, la mezcla de usos de suelos que son incompatibles, han generado un significativo deterioro de las mismas y por ende de la Ciudad. Me refiero, específicamente, a la zona comprendida por los barrios Cerezo, Garita, La zona de tolerancia, más conocida como el “Boliche” y el Carmen, en donde no sólo la calidad de vida de sus habitantes sin lugar a dudas se ha visto desmejorada, sino que han visto como sus propiedades, especialmente las viviendas, han venido perdiendo su valor comercial por el actual entorno en donde abundan: casas de lenocinio, ollas de expendios de drogas, talleres de carro en plena vía pública, mercado negro de repuestos y de toda clase de artículos, en fin, una miscelánea de situaciones que inciden e impactan negativamente en el plano urbanístico y que no están acordes a los atributos que deben tener actualmente las ciudades para brindar bienestar integral a sus habitantes.
Es por ello que es hora de ir pensando en una transformación del entorno de esas zonas de manera radical y que puedan integrarse a la ciudad desde otra perspectiva, y una manera de hacerlo es precisamente a través de la Renovación Urbana de la cual nos habla ampliamente la Ley 9 de 1989, como el proceso dirigido a introducir modificaciones sustanciales al uso de la tierra y de las construcciones, para detener los procesos de deterioro físico y ambiental de los centros urbanos, a fin de lograr, entre otros, el mejoramiento del nivel de vida de los moradores. La renovación urbana ha sido la estrategia público-privada que han adoptado las grandes ciudades del mundo que antes era muladares y hoy son las joyas para mostrar, ejemplo de ello, Puerto Madero en Argentina, que era una zona de bodegas en donde se desembarcaban todas las mercancías y que gracias a los esfuerzos de gobierno y empresa privada se ha convertido en la zona más atractiva de la costa en Argentina y el Rio de La Plata, allí encontramos vías adoquinadas, cafés al aire libre, las tiendas de ropa más exclusivas, las entidades bancarias, centro de negocios, etc., aquí mientras tanto seguimos dándole la espalda al Río, con un proyecto de Parque Lineal inconcluso.
Y si queremos un ejemplo más cercano lo tenemos en la zona del parque TERCER MILENIO en Bogotá, en donde se localizaba la zona del cartucho, lugar que fue plenamente recuperado y que se ha convertido en un lugar de encuentro familiar. Experiencias como éstas nos demuestran que sí es posible formular y ejecutar proyectos de Renovación Urbana, de hecho, en la Ciudad de Manizales, fue adoptado el primer Macroproyecto de Renovación Urbana, que cuenta con recursos y pleno apoyo del Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio. Algunos críticos de la Renovación Urbana, manifiestan que es un proceso costoso, porque en la mayoría de los casos implica la compra de predios por parte de los Municipios, pero sí estas iniciativas van de la mano del sector privado, con el Ministerio de Vivienda que tiene unos incentivos muy atractivos para este tipo de iniciativas, ó recursos de Cooperación Internacional, los costos se compartirían al igual que los beneficios que son muchos: intervención del espacio público, mayor densificación, usos de suelos compatibles, recuperación urbanísticas de las zonas, atracción de inversión privada, actividad comercial ordenada y en consecuencia mayor calidad de vida para sus habitantes.
Ya es tiempo que miremos hacia ese lado de la ciudad que cada día se deteriora más y que conjuntamente se emprendan las acciones para rescatarlo e integrarlo al desarrollo urbanístico de la ciudad. Exploremos opciones como la Renovación Urbana que ha sido tan exitosa en otras latitudes y que han contribuido de manera trascendental en el progreso de las urbes.
P.D. FELIZ NAVIDAD y BENDICIONES a nuestros lectores.
Abogada – Especialista en Derecho Urbano