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Columnista - 24 junio, 2023

El Cesar, en la mira del secuestro

Hoy vuelve y juega la estrategia de los grupos terroristas y de la delincuencia común, tomar el secuestro como una manera vil de financiarse, demostrando la incapacidad del Estado Colombiano de proteger la vida, los bienes y la honra, como se señala en la Constitución, es decir estamos expuestos a recibir los secuestradores a cualquier hora del día, dejando a su paso la angustia y el dolor, pero sobre todo la impotencia de volver a épocas tan desagradables que vivió Colombia.

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Una de las atrocidades que pueda tener este mundo terrenal, es el secuestro, acto que es repudiable, inhumano, humillante, y que deja secuelas psicológicas irreparables a las personas y sus familias, si logran su liberación, pero aún más si no saben si se encuentran con vida o definitivamente fueron asesinados en cautiverio, como sucesorio con los secuestrados por las farc, en donde existen familias reclamando sus cuerpos o simplemente las fosas donde los dejaron, esa época de dolor y angustia, que se llegó a pensar que se había acabado o que por los menos, en el proceso de paz sería un capítulo cerrado, en donde la historia sería la protagonista de relatos del pasado. 

Hoy vuelve y juega la estrategia de los grupos terroristas y de la delincuencia común, tomar el secuestro como una manera vil de financiarse, demostrando la incapacidad del Estado Colombiano de proteger la vida, los bienes y la honra, como se señala en la Constitución, es decir estamos expuestos a recibir los secuestradores a cualquier hora del día, dejando a su paso la angustia y el dolor, pero sobre todo la impotencia de volver a épocas tan desagradables que vivió Colombia.

El Departamento del Cesar, siempre ha estado contagiado de secuestro, según el Centro Nacional de Memoria histórica y la firma Cifras y Conceptos, entre 1970 y 2010, el Cesar aportó la cifra escalofriante de 2.621 secuestros, es decir, durante esos 40 años, se registraron 65,5 secuestros por año, lo que significó que fueron secuestrados 5.4 personas por mes.

Ahora bien, de acuerdo a informes de  la Dirección de Investigación Criminal  e Interpol de la Policía Nacional, durante el período 2011-2019, el Cesar tuvo 23 delitos de secuestro en el departamento, lo que significó 2.5 secuestros por año, con una reducción  del  96%, por año, comparada con el periodo 1970-2010, cifra esta que fue muy  alentadora, pero seguía siendo preocupante. 

Durante el periodo 2020-2022, el Cesar aportó la conmovedora cifra de 18 secuestros, 6 secuestros por año, es decir, un aumento significativo de este delito, porque en tan solo 6 meses del año 2023, van 6 secuestros.

El gremio ganadero, aporta las cifras más altas de secuestro en nuestro departamento, gremio este azotado por el abigeato y la extorción que no dan tregua, seguido por el gremio del comercio, lo que significa que el Cesar está a la merced de los grupos al margen de la ley, pero también de la delincuencia común.

La economía del departamento está siendo afectada significativamente y los sectores ya no dan abasto con la sostenibilidad de sus empresas y negocios, estamos tomados por la perturbación a diario de delitos que arrojan pérdidas de vidas, pérdidas económicas  y el desplazamiento, y pensar que el actuar de las fuerzas armadas y de policía están atadas a un simple consejo de seguridad, es decir, esperar que sucedan los hechos delictivos, para protocolizar las estrategias para combatir el secuestro, la extorción, el abigeato y el robo a mano armada, lo que significa que la seguridad del Cesar está en veremos, simplemente porque existen municipios con 25 mil habitantes y tan solo 12 policías estarían a cargo de la seguridad de la población.

Ni un secuestro más en el Cesar y en Colombia, es el clamor de la gente de bien y trabajadora que tienen un departamento y un país sostenible económicamente.

Columnista
24 junio, 2023

El Cesar, en la mira del secuestro

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Emiliano Piedrahita Porras

Hoy vuelve y juega la estrategia de los grupos terroristas y de la delincuencia común, tomar el secuestro como una manera vil de financiarse, demostrando la incapacidad del Estado Colombiano de proteger la vida, los bienes y la honra, como se señala en la Constitución, es decir estamos expuestos a recibir los secuestradores a cualquier hora del día, dejando a su paso la angustia y el dolor, pero sobre todo la impotencia de volver a épocas tan desagradables que vivió Colombia.


Una de las atrocidades que pueda tener este mundo terrenal, es el secuestro, acto que es repudiable, inhumano, humillante, y que deja secuelas psicológicas irreparables a las personas y sus familias, si logran su liberación, pero aún más si no saben si se encuentran con vida o definitivamente fueron asesinados en cautiverio, como sucesorio con los secuestrados por las farc, en donde existen familias reclamando sus cuerpos o simplemente las fosas donde los dejaron, esa época de dolor y angustia, que se llegó a pensar que se había acabado o que por los menos, en el proceso de paz sería un capítulo cerrado, en donde la historia sería la protagonista de relatos del pasado. 

Hoy vuelve y juega la estrategia de los grupos terroristas y de la delincuencia común, tomar el secuestro como una manera vil de financiarse, demostrando la incapacidad del Estado Colombiano de proteger la vida, los bienes y la honra, como se señala en la Constitución, es decir estamos expuestos a recibir los secuestradores a cualquier hora del día, dejando a su paso la angustia y el dolor, pero sobre todo la impotencia de volver a épocas tan desagradables que vivió Colombia.

El Departamento del Cesar, siempre ha estado contagiado de secuestro, según el Centro Nacional de Memoria histórica y la firma Cifras y Conceptos, entre 1970 y 2010, el Cesar aportó la cifra escalofriante de 2.621 secuestros, es decir, durante esos 40 años, se registraron 65,5 secuestros por año, lo que significó que fueron secuestrados 5.4 personas por mes.

Ahora bien, de acuerdo a informes de  la Dirección de Investigación Criminal  e Interpol de la Policía Nacional, durante el período 2011-2019, el Cesar tuvo 23 delitos de secuestro en el departamento, lo que significó 2.5 secuestros por año, con una reducción  del  96%, por año, comparada con el periodo 1970-2010, cifra esta que fue muy  alentadora, pero seguía siendo preocupante. 

Durante el periodo 2020-2022, el Cesar aportó la conmovedora cifra de 18 secuestros, 6 secuestros por año, es decir, un aumento significativo de este delito, porque en tan solo 6 meses del año 2023, van 6 secuestros.

El gremio ganadero, aporta las cifras más altas de secuestro en nuestro departamento, gremio este azotado por el abigeato y la extorción que no dan tregua, seguido por el gremio del comercio, lo que significa que el Cesar está a la merced de los grupos al margen de la ley, pero también de la delincuencia común.

La economía del departamento está siendo afectada significativamente y los sectores ya no dan abasto con la sostenibilidad de sus empresas y negocios, estamos tomados por la perturbación a diario de delitos que arrojan pérdidas de vidas, pérdidas económicas  y el desplazamiento, y pensar que el actuar de las fuerzas armadas y de policía están atadas a un simple consejo de seguridad, es decir, esperar que sucedan los hechos delictivos, para protocolizar las estrategias para combatir el secuestro, la extorción, el abigeato y el robo a mano armada, lo que significa que la seguridad del Cesar está en veremos, simplemente porque existen municipios con 25 mil habitantes y tan solo 12 policías estarían a cargo de la seguridad de la población.

Ni un secuestro más en el Cesar y en Colombia, es el clamor de la gente de bien y trabajadora que tienen un departamento y un país sostenible económicamente.