Hoy, meses después, estamos viviendo una verdadera tragedia: nos vemos de séptimos en la tabla, llevamos un ayuno de 7 partidos sin ganar, no marcamos goles y el público ahora silba e insulta a los jugadores mientras les lanzan al campo lo que se atraviese.
El año pasado tuve la oportunidad de publicar una columna denominada ‘A Catar sin Merecerlo’ en la que palabras más palabras menos afirmaba que a pesar del mal juego de la selección de mayores, de lo perdido que se veía a Reinaldo Rueda y lo mediocres y corruptos que son los directivos de la Federación Colombiana de Fútbol, FCF, clasificaríamos al mundial de finales de este año por los cupos a los que tenemos derecho en la Conmebol.
Hoy, meses después, estamos viviendo una verdadera tragedia: nos vemos de séptimos en la tabla, llevamos un ayuno de 7 partidos sin ganar, no marcamos goles y el público ahora silba e insulta a los jugadores mientras les lanzan al campo lo que se atraviese.
Qué tristeza, nunca imaginé vivir esta situación y menos con semejante nómina, es una pena. Cada vez que hay un partido se publica lo que cuestan las nóminas respectivas y con excepciones lógicas de Brasil y Argentina, nos codeamos con Uruguay y estamos muy por encima de los demás, a los que les hemos empatado a cero o con quienes hemos perdido. Vergonzoso.
Es increíble ver cómo la inseguridad y el susto que se perciben en Rueda cuando dirige y cuando ofrece declaraciones a los medios, se han traducido en el pésimo juego del equipo de todos, en los resultados tan pobres y en el hecho de que ya ni siquiera anotamos goles que es con lo que se gana en este deporte.
Los jugadores, y especialmente el técnico Rueda, son responsables de esto que estamos viviendo. ¿Pero dónde quedan los directivos? ¿Por qué de ellos se habla tan poco? Jesurún y su recua son quienes han tomado las decisiones que hoy nos tienen en cuidados intensivos y siendo el hazmerreír de Suramérica. A estos señores les queda perfecto aquel cántico futbolero que reza “Y dónde están, que no se ven…”.
Jesurún y su combo solo están cosechando lo que sembraron: maltrataron a José Pékerman que no merecía, bajo ninguna circunstancia, salir de la FCF con total desprecio y sin agradecerle por todo lo hecho con la selección. Don José nos llevó a un quinto lugar en Brasil 2014, jugando bien, marcando golazos, con esos muchachos sudando la camiseta. Quiero ver quién superará o que siquiera repita esa hazaña.
Luego Jesurún y sus secuaces trajeron a Queiroz, un tiro al aire. Sus números fueron buenos con la selección, 32 puntos de 54 posibles, pero 2 goleadas en contra con Uruguay y Ecuador sentenciaron su salida con indemnización y todo. Y el remedio fue peor que la enfermedad: trajeron a Rueda que estaba en Chile y la tenía más abajo que Colombia, eliminada; le pagaron una indemnización a la Federación Chilena de un millón de dólares por ese tema y Chile ahora tiene 2 puntos más que nosotros en la tabla y Reinaldo y Ramón muy tranquilos cobrando, no penaltis sino buena platica.
Si bien la FCF es una entidad privada, adscrita a la Fifa y que por ende no puede ser intervenida por el Gobierno Nacional, el rol que cumple en la sociedad colombiana, los estados anímicos que genera, e inclusive el papel que cumple dentro de la economía, deben ser suficientes motivos para que nos unamos a una sola voz y exijamos resultados; pero de la mano de ellos, buena gestión y administración decente. Lo que pasa es que para que eso suceda debe haber al frente de la FCF personas así: decentes.
No olvidemos el escándalo de corrupción asociado a la venta de boletería para las eliminatorias al Mundial de Rusia 2018 que terminó declarando responsables por cometer actos ilegales a los dirigentes de la FCF y que generó una multa de 16 mil millones de pesos, caso también denunciado por mí en una columna anterior. La FCF y sus dirigentes están en el mejor de los mundos: sólo le rinden cuentas a la Fifa, entidad igual de corrupta. ¿Recuerdan a Blatter?
Apoyemos una campaña para que todos estos personajes nefastos salgan de sus cargos, incluyamos a Rueda en ese pedido, exijamos un técnico extranjero que no convoque jugadores por rosca -ahora que no pongan a Osorio- y así tendremos opción de soñar con ir al Mundial del 2026.
El único que estará en Catar por obvias razones será James y nosotros podremos dormir más.
Por Jorge Eduardo Ávila
Hoy, meses después, estamos viviendo una verdadera tragedia: nos vemos de séptimos en la tabla, llevamos un ayuno de 7 partidos sin ganar, no marcamos goles y el público ahora silba e insulta a los jugadores mientras les lanzan al campo lo que se atraviese.
El año pasado tuve la oportunidad de publicar una columna denominada ‘A Catar sin Merecerlo’ en la que palabras más palabras menos afirmaba que a pesar del mal juego de la selección de mayores, de lo perdido que se veía a Reinaldo Rueda y lo mediocres y corruptos que son los directivos de la Federación Colombiana de Fútbol, FCF, clasificaríamos al mundial de finales de este año por los cupos a los que tenemos derecho en la Conmebol.
Hoy, meses después, estamos viviendo una verdadera tragedia: nos vemos de séptimos en la tabla, llevamos un ayuno de 7 partidos sin ganar, no marcamos goles y el público ahora silba e insulta a los jugadores mientras les lanzan al campo lo que se atraviese.
Qué tristeza, nunca imaginé vivir esta situación y menos con semejante nómina, es una pena. Cada vez que hay un partido se publica lo que cuestan las nóminas respectivas y con excepciones lógicas de Brasil y Argentina, nos codeamos con Uruguay y estamos muy por encima de los demás, a los que les hemos empatado a cero o con quienes hemos perdido. Vergonzoso.
Es increíble ver cómo la inseguridad y el susto que se perciben en Rueda cuando dirige y cuando ofrece declaraciones a los medios, se han traducido en el pésimo juego del equipo de todos, en los resultados tan pobres y en el hecho de que ya ni siquiera anotamos goles que es con lo que se gana en este deporte.
Los jugadores, y especialmente el técnico Rueda, son responsables de esto que estamos viviendo. ¿Pero dónde quedan los directivos? ¿Por qué de ellos se habla tan poco? Jesurún y su recua son quienes han tomado las decisiones que hoy nos tienen en cuidados intensivos y siendo el hazmerreír de Suramérica. A estos señores les queda perfecto aquel cántico futbolero que reza “Y dónde están, que no se ven…”.
Jesurún y su combo solo están cosechando lo que sembraron: maltrataron a José Pékerman que no merecía, bajo ninguna circunstancia, salir de la FCF con total desprecio y sin agradecerle por todo lo hecho con la selección. Don José nos llevó a un quinto lugar en Brasil 2014, jugando bien, marcando golazos, con esos muchachos sudando la camiseta. Quiero ver quién superará o que siquiera repita esa hazaña.
Luego Jesurún y sus secuaces trajeron a Queiroz, un tiro al aire. Sus números fueron buenos con la selección, 32 puntos de 54 posibles, pero 2 goleadas en contra con Uruguay y Ecuador sentenciaron su salida con indemnización y todo. Y el remedio fue peor que la enfermedad: trajeron a Rueda que estaba en Chile y la tenía más abajo que Colombia, eliminada; le pagaron una indemnización a la Federación Chilena de un millón de dólares por ese tema y Chile ahora tiene 2 puntos más que nosotros en la tabla y Reinaldo y Ramón muy tranquilos cobrando, no penaltis sino buena platica.
Si bien la FCF es una entidad privada, adscrita a la Fifa y que por ende no puede ser intervenida por el Gobierno Nacional, el rol que cumple en la sociedad colombiana, los estados anímicos que genera, e inclusive el papel que cumple dentro de la economía, deben ser suficientes motivos para que nos unamos a una sola voz y exijamos resultados; pero de la mano de ellos, buena gestión y administración decente. Lo que pasa es que para que eso suceda debe haber al frente de la FCF personas así: decentes.
No olvidemos el escándalo de corrupción asociado a la venta de boletería para las eliminatorias al Mundial de Rusia 2018 que terminó declarando responsables por cometer actos ilegales a los dirigentes de la FCF y que generó una multa de 16 mil millones de pesos, caso también denunciado por mí en una columna anterior. La FCF y sus dirigentes están en el mejor de los mundos: sólo le rinden cuentas a la Fifa, entidad igual de corrupta. ¿Recuerdan a Blatter?
Apoyemos una campaña para que todos estos personajes nefastos salgan de sus cargos, incluyamos a Rueda en ese pedido, exijamos un técnico extranjero que no convoque jugadores por rosca -ahora que no pongan a Osorio- y así tendremos opción de soñar con ir al Mundial del 2026.
El único que estará en Catar por obvias razones será James y nosotros podremos dormir más.
Por Jorge Eduardo Ávila