En mi condición de ciertos conocimientos en el área económica, en estos momentos aciagos de esta pandemia me han llevado a considerar que para el caso concreto colombiano, para esta crisis pudiéramos tener en cuenta ciertos factores que nos deben permitir unos objetivos específicos. Entre algunos debemos destacar el desarrollo económico que debe incluir unos […]
En mi condición de ciertos conocimientos en el área económica, en estos momentos aciagos de esta pandemia me han llevado a considerar que para el caso concreto colombiano, para esta crisis pudiéramos tener en cuenta ciertos factores que nos deben permitir unos objetivos específicos.
Entre algunos debemos destacar el desarrollo económico que debe incluir unos excepcionales métodos interdisciplinarios con miras a lograr una industrialización en armonía con el respeto y amigable utilización de los recursos naturales, además, esta idea debe estar ligada al Sistema Monetario Internacional el cual debe fortalecerse para contribuir con la financiación de los créditos externos que van a requerir muchos países para acrecentar el Producto Interno Bruto (PIB) y el Producto Nacional Bruto (PNB), pero todo debe llevar la condición de que no haya intercambio desigual, pero sí debe haber intercambio o aportes de culturas.
Hay que destacar que dentro de los objetivos específicos debe incluirse el crecimiento económico, obviamente, incrementando la demanda que llegaría especialmente con la utilización de la producción interna con cierta independencia económica permitiéndonos la instauración de planes de producción que nos traigan ingresos y mercados de divisas para lograr una amplia cobertura con dinámica y procesos de revolución interior dándole primacía o aplicación del sector primario (agropecuario).
Pero no se nos puede escapar que dentro de los objetivos específicos que debe abordar el cambio para enfrentar la nueva vida postpandemia en Colombia, sin pretender ser adivinos, es el bienestar de la comunidad con la suma pretensión de disminuir el desempleo y hacer valer sus derechos con la igualdad de indicadores y valores logrando lo que se conoce como justicia social sin normas de racionalización, buscando con ello, salir del subdesarrollo con prevalencia de la educación. Consideramos que con las condiciones planteadas tendremos una Colombia diferente o sea una Colombia nueva. Lo anotado también conlleva las condiciones para la posible y anhelada paz en Colombia.
Nosotros tenemos que crear una nueva cultura, a sabiendas que la cultura es el fruto de la curiosidad, que no se mire lo que estamos anotando como una estulticia o una quimera, o sea, como algo ilusorio o imposible, lo dicho anteriormente se puede desarrollar, claro que hay que cambiar el chip de muchos de nuestros comportamientos. Aquí se trata de dar opiniones con buen juicio con el freno del buen sentido. Es posible que algunos puedan considerar que lo que estamos diciendo es una herejía, pero de pronto las herejías de hoy serán las verdades del mañana, por eso tenemos que trabajar para crear un nuevo orden que puede tener un carácter transversal; es decir, tenemos que recomponer nuestra manera de actuar en Colombia y el planeta, todo esto lo decimos apenas como notarios y no como profetas. Lo que reseñamos al principio del escrito no quiere decir que busquemos una molicie para el nuevo orden mundial; es decir, una comodidad excesiva en el estilo de vida de los colombianos. También se debe el carácter erga omne, o sea, para todos los habitantes de la tierra.
Antes de finalizar este escrito, insistimos que hay que cambiar muchas cosas de nuestras actuaciones antes de la pandemia y para ello, no debe darnos miedo ya que el miedo es un compañero de viaje de todos los seres humanos, y claro, de los animales también. Dado que la brevedad de un artículo de prensa no permite abordar en detalle las precisiones que parecen ser menester, es necesario reducirlas a pocas anotaciones.
En mi condición de ciertos conocimientos en el área económica, en estos momentos aciagos de esta pandemia me han llevado a considerar que para el caso concreto colombiano, para esta crisis pudiéramos tener en cuenta ciertos factores que nos deben permitir unos objetivos específicos. Entre algunos debemos destacar el desarrollo económico que debe incluir unos […]
En mi condición de ciertos conocimientos en el área económica, en estos momentos aciagos de esta pandemia me han llevado a considerar que para el caso concreto colombiano, para esta crisis pudiéramos tener en cuenta ciertos factores que nos deben permitir unos objetivos específicos.
Entre algunos debemos destacar el desarrollo económico que debe incluir unos excepcionales métodos interdisciplinarios con miras a lograr una industrialización en armonía con el respeto y amigable utilización de los recursos naturales, además, esta idea debe estar ligada al Sistema Monetario Internacional el cual debe fortalecerse para contribuir con la financiación de los créditos externos que van a requerir muchos países para acrecentar el Producto Interno Bruto (PIB) y el Producto Nacional Bruto (PNB), pero todo debe llevar la condición de que no haya intercambio desigual, pero sí debe haber intercambio o aportes de culturas.
Hay que destacar que dentro de los objetivos específicos debe incluirse el crecimiento económico, obviamente, incrementando la demanda que llegaría especialmente con la utilización de la producción interna con cierta independencia económica permitiéndonos la instauración de planes de producción que nos traigan ingresos y mercados de divisas para lograr una amplia cobertura con dinámica y procesos de revolución interior dándole primacía o aplicación del sector primario (agropecuario).
Pero no se nos puede escapar que dentro de los objetivos específicos que debe abordar el cambio para enfrentar la nueva vida postpandemia en Colombia, sin pretender ser adivinos, es el bienestar de la comunidad con la suma pretensión de disminuir el desempleo y hacer valer sus derechos con la igualdad de indicadores y valores logrando lo que se conoce como justicia social sin normas de racionalización, buscando con ello, salir del subdesarrollo con prevalencia de la educación. Consideramos que con las condiciones planteadas tendremos una Colombia diferente o sea una Colombia nueva. Lo anotado también conlleva las condiciones para la posible y anhelada paz en Colombia.
Nosotros tenemos que crear una nueva cultura, a sabiendas que la cultura es el fruto de la curiosidad, que no se mire lo que estamos anotando como una estulticia o una quimera, o sea, como algo ilusorio o imposible, lo dicho anteriormente se puede desarrollar, claro que hay que cambiar el chip de muchos de nuestros comportamientos. Aquí se trata de dar opiniones con buen juicio con el freno del buen sentido. Es posible que algunos puedan considerar que lo que estamos diciendo es una herejía, pero de pronto las herejías de hoy serán las verdades del mañana, por eso tenemos que trabajar para crear un nuevo orden que puede tener un carácter transversal; es decir, tenemos que recomponer nuestra manera de actuar en Colombia y el planeta, todo esto lo decimos apenas como notarios y no como profetas. Lo que reseñamos al principio del escrito no quiere decir que busquemos una molicie para el nuevo orden mundial; es decir, una comodidad excesiva en el estilo de vida de los colombianos. También se debe el carácter erga omne, o sea, para todos los habitantes de la tierra.
Antes de finalizar este escrito, insistimos que hay que cambiar muchas cosas de nuestras actuaciones antes de la pandemia y para ello, no debe darnos miedo ya que el miedo es un compañero de viaje de todos los seres humanos, y claro, de los animales también. Dado que la brevedad de un artículo de prensa no permite abordar en detalle las precisiones que parecen ser menester, es necesario reducirlas a pocas anotaciones.