Para el chef Camilo Andrés De Ávila Alver el secreto de la buena cocina es hacerlo con amor y dedicación, ser arriesgado en probar nuevos ingredientes en una receta y crear así nuevos platos.
El sanandresano Camilo Andrés De Ávila Alver, quien es instructor de gastronomía del Sena hace seis años, será uno de los invitados a la Feria Gastronómica Nuestro Sabor, donde exhibirá y dará degustaciones de los platos típicos de la isla de San Andrés.
Él llevará al evento el rondoum, uno de los platillos más característicos de su región, que está hecho a base de leche de coco, cola de cerdo en salmuera, caracol, pescado, plátano, yuca, ñame, plátano verde y árbol del pan o fruta de pan.
Acerca de su trayectoria como chef explica con orgullo que escaló poco a poco hasta convertirse en cocinero profesional. “Empecé de aseador en restaurantes, luego fui auxiliar de cocina; pasé a primer nivel, cortador y porcionador hasta llegar a chef. He colocado mucho empeño porque siempre quise salir adelante. Nunca pensé ser chef porque mis sueños eran ser piloto o doctor, pero Dios tiene planes para cada persona y llevo seis años en esta maravillosa experiencia”, rememoró.
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De Ávila Alver es egresado del Sena como Técnico Profesional en Cocina y Tecnólogo en Gastronomía, con diplomado en pastelería de la Universidad San Ignacio de Perú. Fue chef por dos años en uno de los hoteles más reconocidos de San Andrés (Sol Caribe Centro); considera que su especialidad son los mariscos y en general la cocina caribe.
Para él el secreto de la buena cocina es hacerlo con amor y dedicación, ser arriesgado en probar nuevos ingredientes en una receta y crear nuevos platos.
“Mis inicios en la cocina fueron particulares porque mi mamá fue rígida conmigo y con mi hermana en las labores de casa. Cuando tenía cerca de ocho años ella me recalcaba: aprenda a cocinar y planchar para que el día que consigas mujer, si llegasen a pelear y ella no quiera hacer estos quehaceres, lo sepas hacer. A los 18 a 19 años empecé a tomarme en serio este oficio”, anotó.
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Este chef menciona que “cuando entré a estudiar al Sena me parecía sensacional los olores y sabores que se desprender al cocinar; me fui apasionando tanto al punto que hoy en día soy jefe de mi profesor. A mis estudiantes les enfatizo que amen su carrera, teniendo presente que es una de las más vanguardistas de la actualidad y que tiene asegurada la demanda, puesto que a las personas todos los días les da hambre y frecuentan sitios de comida”.
Por: ANNELISE BARRIGA RAMÍREZ/ EL PILÓN
[email protected]
Para el chef Camilo Andrés De Ávila Alver el secreto de la buena cocina es hacerlo con amor y dedicación, ser arriesgado en probar nuevos ingredientes en una receta y crear así nuevos platos.
El sanandresano Camilo Andrés De Ávila Alver, quien es instructor de gastronomía del Sena hace seis años, será uno de los invitados a la Feria Gastronómica Nuestro Sabor, donde exhibirá y dará degustaciones de los platos típicos de la isla de San Andrés.
Él llevará al evento el rondoum, uno de los platillos más característicos de su región, que está hecho a base de leche de coco, cola de cerdo en salmuera, caracol, pescado, plátano, yuca, ñame, plátano verde y árbol del pan o fruta de pan.
Acerca de su trayectoria como chef explica con orgullo que escaló poco a poco hasta convertirse en cocinero profesional. “Empecé de aseador en restaurantes, luego fui auxiliar de cocina; pasé a primer nivel, cortador y porcionador hasta llegar a chef. He colocado mucho empeño porque siempre quise salir adelante. Nunca pensé ser chef porque mis sueños eran ser piloto o doctor, pero Dios tiene planes para cada persona y llevo seis años en esta maravillosa experiencia”, rememoró.
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De Ávila Alver es egresado del Sena como Técnico Profesional en Cocina y Tecnólogo en Gastronomía, con diplomado en pastelería de la Universidad San Ignacio de Perú. Fue chef por dos años en uno de los hoteles más reconocidos de San Andrés (Sol Caribe Centro); considera que su especialidad son los mariscos y en general la cocina caribe.
Para él el secreto de la buena cocina es hacerlo con amor y dedicación, ser arriesgado en probar nuevos ingredientes en una receta y crear nuevos platos.
“Mis inicios en la cocina fueron particulares porque mi mamá fue rígida conmigo y con mi hermana en las labores de casa. Cuando tenía cerca de ocho años ella me recalcaba: aprenda a cocinar y planchar para que el día que consigas mujer, si llegasen a pelear y ella no quiera hacer estos quehaceres, lo sepas hacer. A los 18 a 19 años empecé a tomarme en serio este oficio”, anotó.
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Este chef menciona que “cuando entré a estudiar al Sena me parecía sensacional los olores y sabores que se desprender al cocinar; me fui apasionando tanto al punto que hoy en día soy jefe de mi profesor. A mis estudiantes les enfatizo que amen su carrera, teniendo presente que es una de las más vanguardistas de la actualidad y que tiene asegurada la demanda, puesto que a las personas todos los días les da hambre y frecuentan sitios de comida”.
Por: ANNELISE BARRIGA RAMÍREZ/ EL PILÓN
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