El balneario Hurtado del río Guatapurí es el principal atractivo turístico de Valledupar. Sin lugar a dudas el afluente que nace en la Sierra Nevada y que recorre 82 kilómetros para bordear a la capital cesarense, merece toda la atención, no solo para mantenerlo limpio y aseado, para recibir a los turistas, sino para garantizar la seguridad de los bañistas.

En los primeros 21 días del año 2018, dos personas han muerto en sus frías aguas. El 11 de enero una menor de 15 años trató de socorrer a una amiga que se ahogaba, pero las fuertes corrientes se la llevaron y solo tres días después encontraron su cuerpo.

El hecho más reciente ocurrió ayer en la tarde, cuando un hombre de 42 años se lanzó de una piedra en el sector del puente colgante, con tan mala suerte que se golpeó y cuando lo sacaron había fallecido.

Estos hechos, sumados a los numerosos casos de personas que se han ahogado en las aguas del Guatapurí, deben prender la alarma para pensar en estrategias que eviten más muertos o heridos en este lugar turístico que solo debería proporcionar diversión.

Son varios los problemas que originan estas infortunadas muertes. El primero es la imprudencia de las personas que llegan al balneario Hurtado a consumir licor y a nadar en el caudaloso afluente y profundo en algunos sectores. La combinación con el alcohol es una de las causas de algunas muertes.

Decesos que se evitarían si en el balneario hubiese salvavidas o personas especializadas en rescate, para que cumplan más un papel de prevención. Ya es hora de que señalicen el río Guatapurí para que indiquen tanto a los vallenatos como a los turistas que llegan desde distintas partes del país y del país, cuáles son las zonas profundas y las de mayor riesgo.

Recordemos que el 30 de julio del año pasado un ciudadano ecuatoriano también se ahogó en el balneario Hurtado, porque se lanzó al agua sin conocer la profundidad.

El caso ocurrido ayer domingo debe motivar al alcalde de Valledupar, Augusto Ramírez Uhía, y a los organismos de socorro para que analicen la situación y busquen solución. No solo deben enfocarse solo en campañas de ornato y limpieza, sino en campañas que prevengan ahogados.