La falta de caracterización, señalización y la necesidad de medidas efectivas por parte de las constructoras para proteger la biodiversidad en el departamento, son unas de las preocupaciones de la Corporación Autónoma del Cesar, Corpocesar.
El médico veterinario especializado de Corpocesar, Marino Zuleta Oñate, dialogó con EL PILÓN sobre el problema de la fauna silvestre atropellada por vehículos en la vía Codazzi-Becerril. Según las fotografías y videos que circulan en redes sociales, estos incidentes ocurren a diario a lo largo de todas las carreteras del Cesar.
El médico veterinario señaló que: “Aunque algunos de estos incidentes se informan a la Corporación, hay otros que no son registrados, lo que dificulta la atención adecuada. Los reportes que llegan a Corpocesar son atendidos por la entidad ambiental correspondiente”. Del mismo modo sostiene que muchas veces la ciudadanía prefiere informar antes a los medios de comunicación que a la entidad.
Aunque en Colombia no se dispone de datos específicos sobre la mortalidad de animales en carreteras, y menos aún en las vías del Cesar, el aplicativo Sukubun del Instituto Nacional de Vías (INVIAS), lanzado por el Ministerio de Transporte en abril de 2024, indica que entre las especies más afectadas por atropellamientos se encuentran los zorros chuchas, los osos hormigueros y los zorros perrunos.
Según el Instituto Humboldt, “en países de Latinoamérica, especialmente en Colombia, la ecología de carreteras ha sido poco estudiada a pesar del constante incremento de infraestructura vial. Conocer los impactos de los proyectos sobre las poblaciones de animales afectados por el atropellamiento vial permitirá desarrollar estrategias eficaces de prevención y mitigación”. Además, otras especies que sufren debido a esta problemática son los buitres, que se alimentan de animales muertos en la carretera, así como serpientes e iguanas, que son atraídas por el calor del asfalto.
“La señalización en las vías es responsabilidad de las constructoras durante la obra”, afirma Zuleta Oñate. Sin embargo, el veterinario destaca que “se ha observado que en la vía Codazzi-San Diego hay escasa señalización para fauna silvestre”.
Las intervenciones en estas vías están bajo la supervisión de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA). “Corpocesar ha presentado quejas sobre la falta de adecuaciones necesarias para los pasos de fauna, especialmente para las especies arborícolas. Se ha subrayado que estos pasos no son adecuados para los animales salvajes, que no están acostumbrados a interactuar con infraestructuras humanas”, enfatiza el funcionario.
El Instituto Humboldt señala que departamentos como el Cesar, “cuentan con medidas de prevención como vallas informativas y reductores de velocidad, así como pasos de fauna elevados y obras hidráulicas con modificaciones para el cruce de fauna”.
El veterinario de Corpocesar, Marino Zuleta Oñate, ha señalado que la entidad “ha presentado quejas ante la ANLA sobre los malos procedimientos de las empresas constructoras en los pasos de fauna de las diferentes vías del departamento del Cesar, donde es necesario realizar correcciones, especialmente en los pasos para fauna arborícola, que estas empresas no han extendido adecuadamente al bosque”. Según la Corporación Autónoma del Cesar, algunas de las especies arborícolas presentes en la región incluyen la iguana verde y las guacamayas.
Zuleta explicó que “son animales salvajes, porque esto es realmente lo que son, y no podemos pretender que un animal salvaje, uno que no está acostumbrado a ver a la especie humana, venga desde el bosque, baje de su refugio en el dosel de las ramas del árbol al suelo, camine aproximadamente 300 a 400 metros (el ancho de una carretera) y se suba a un tipo de escalera para cruzar un paso de fauna arborícola al otro lado de la vía y así evitar un accidente. Esto no lo hará un animal; estos pasos de fauna arborícolas fueron diseñados para seres humanos, y los animales salvajes no son seres humanos, eso debemos tenerlo muy claro”.
Por esta razón, es fundamental caracterizar y denunciar los eventos de accidentalidad de fauna silvestre en las carreteras del Cesar. El desarrollo de infraestructuras viales tiene un impacto significativo en la fauna, creando barreras que afectan su movilidad y elevan el riesgo de atropellamientos. Esta situación demanda una respuesta coordinada entre las autoridades ambientales, las empresas constructoras y los reportes de la ciudadanía para implementar medidas efectivas que mitiguen estos problemas y protejan la biodiversidad local.
Leer: UNAL, sede La Paz, registra especies en peligro de extinción en reservas naturales
Por Katlin Navarro Luna/ EL PILÓN
La falta de caracterización, señalización y la necesidad de medidas efectivas por parte de las constructoras para proteger la biodiversidad en el departamento, son unas de las preocupaciones de la Corporación Autónoma del Cesar, Corpocesar.
El médico veterinario especializado de Corpocesar, Marino Zuleta Oñate, dialogó con EL PILÓN sobre el problema de la fauna silvestre atropellada por vehículos en la vía Codazzi-Becerril. Según las fotografías y videos que circulan en redes sociales, estos incidentes ocurren a diario a lo largo de todas las carreteras del Cesar.
El médico veterinario señaló que: “Aunque algunos de estos incidentes se informan a la Corporación, hay otros que no son registrados, lo que dificulta la atención adecuada. Los reportes que llegan a Corpocesar son atendidos por la entidad ambiental correspondiente”. Del mismo modo sostiene que muchas veces la ciudadanía prefiere informar antes a los medios de comunicación que a la entidad.
Aunque en Colombia no se dispone de datos específicos sobre la mortalidad de animales en carreteras, y menos aún en las vías del Cesar, el aplicativo Sukubun del Instituto Nacional de Vías (INVIAS), lanzado por el Ministerio de Transporte en abril de 2024, indica que entre las especies más afectadas por atropellamientos se encuentran los zorros chuchas, los osos hormigueros y los zorros perrunos.
Según el Instituto Humboldt, “en países de Latinoamérica, especialmente en Colombia, la ecología de carreteras ha sido poco estudiada a pesar del constante incremento de infraestructura vial. Conocer los impactos de los proyectos sobre las poblaciones de animales afectados por el atropellamiento vial permitirá desarrollar estrategias eficaces de prevención y mitigación”. Además, otras especies que sufren debido a esta problemática son los buitres, que se alimentan de animales muertos en la carretera, así como serpientes e iguanas, que son atraídas por el calor del asfalto.
“La señalización en las vías es responsabilidad de las constructoras durante la obra”, afirma Zuleta Oñate. Sin embargo, el veterinario destaca que “se ha observado que en la vía Codazzi-San Diego hay escasa señalización para fauna silvestre”.
Las intervenciones en estas vías están bajo la supervisión de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA). “Corpocesar ha presentado quejas sobre la falta de adecuaciones necesarias para los pasos de fauna, especialmente para las especies arborícolas. Se ha subrayado que estos pasos no son adecuados para los animales salvajes, que no están acostumbrados a interactuar con infraestructuras humanas”, enfatiza el funcionario.
El Instituto Humboldt señala que departamentos como el Cesar, “cuentan con medidas de prevención como vallas informativas y reductores de velocidad, así como pasos de fauna elevados y obras hidráulicas con modificaciones para el cruce de fauna”.
El veterinario de Corpocesar, Marino Zuleta Oñate, ha señalado que la entidad “ha presentado quejas ante la ANLA sobre los malos procedimientos de las empresas constructoras en los pasos de fauna de las diferentes vías del departamento del Cesar, donde es necesario realizar correcciones, especialmente en los pasos para fauna arborícola, que estas empresas no han extendido adecuadamente al bosque”. Según la Corporación Autónoma del Cesar, algunas de las especies arborícolas presentes en la región incluyen la iguana verde y las guacamayas.
Zuleta explicó que “son animales salvajes, porque esto es realmente lo que son, y no podemos pretender que un animal salvaje, uno que no está acostumbrado a ver a la especie humana, venga desde el bosque, baje de su refugio en el dosel de las ramas del árbol al suelo, camine aproximadamente 300 a 400 metros (el ancho de una carretera) y se suba a un tipo de escalera para cruzar un paso de fauna arborícola al otro lado de la vía y así evitar un accidente. Esto no lo hará un animal; estos pasos de fauna arborícolas fueron diseñados para seres humanos, y los animales salvajes no son seres humanos, eso debemos tenerlo muy claro”.
Por esta razón, es fundamental caracterizar y denunciar los eventos de accidentalidad de fauna silvestre en las carreteras del Cesar. El desarrollo de infraestructuras viales tiene un impacto significativo en la fauna, creando barreras que afectan su movilidad y elevan el riesgo de atropellamientos. Esta situación demanda una respuesta coordinada entre las autoridades ambientales, las empresas constructoras y los reportes de la ciudadanía para implementar medidas efectivas que mitiguen estos problemas y protejan la biodiversidad local.
Leer: UNAL, sede La Paz, registra especies en peligro de extinción en reservas naturales
Por Katlin Navarro Luna/ EL PILÓN