EDITORIAL

Otra amenaza para los niños que debe controlarse

A las tragedias ocurridas por el uso indebido de la pólvora, donde por lo general son víctimas los niños, ahora se suma otro ingrediente igual de peligroso y que amenaza la vida de los menores, tal es la falta de control de las piscinas públicas y privadas en Valledupar. En especial en esta temporada decembrina.

canal de WhatsApp

A las tragedias ocurridas por el uso indebido de la pólvora, donde por lo general son víctimas los niños, ahora se suma otro ingrediente igual de peligroso y que amenaza la vida de los menores, tal es la falta de control de las piscinas públicas y privadas en Valledupar. En especial en esta temporada decembrina.

El pasado domingo 14 de diciembre, en la capital vallenata se produjo la muerte por inmersión de Noah Contreras, un niño de apenas tres años, ocurrida en una piscina del establecimiento campestre ‘Chancho Grill’.

Esa tragedia familiar coincidió con una de las historias del programa ‘Los Informantes’, de Caracol, en la que se relataron circunstancias muy similares a las ocurridas en el establecimiento ‘Chancho Grill’, en la que también un niño perdió la vida al pasarse de la piscina infantil a la de adultos, sin que nadie se percatara de eso y solo minutos después reaccionaron ante la ausencia del menor, pero demasiado tarde, este ya había muerto ahogado. Tal como sucedió en Valledupar.

Esos dos episodios dolorosos demuestran la débil aplicación y vigilancia de la normatividad que regula el uso de piscinas públicas y privadas en nuestro territorio.

Esas lamentables tragedias obligan a tener en cuenta las normas principales para el uso de piscinas, estas son la Ley 1209 de 2008 y el Decreto 554 de 2015, que establecen requisitos de seguridad, construcción y mantenimiento para piscinas de uso colectivo y privado unifamiliar, buscando prevenir accidentes con barreras físicas como cerramientos, control de calidad del agua y señalización adecuada, con sanciones para el incumplimiento, siendo las autoridades locales las encargadas de su vigilancia y cumplimiento.

En cuanto a la tragedia en Valledupar, el pronunciamiento del establecimiento, expresando solidaridad con la familia y disposición para colaborar con las autoridades, es un gesto necesario en el plano humano y jurídico, pero eso no es suficiente. Tanto la familia Contreras como la comunidad vallenata esperan respuestas y acciones concretas encaminadas a evitar que eso vuelva ocurrir.

Deben revisarse de manera rigurosas las circunstancias que rodearon la muerte por inmersión de ese niño para saber con exactitud qué ocurrió, por qué fue posible que eso sucediera y quiénes son los responsables.

Es muy lamentable que ahora, después de ese triste episodio, es cuando se comiencen a valorar las recomendaciones establecidas en las normas que son requisitos claros para el funcionamiento de piscinas y que muy seguramente hubiesen evitado ese fatal desenlace.

Importante que las autoridades de Valledupar hayan determinado el cierre temporal del establecimiento en mención y que también anuncien el refuerzo de inspecciones en otros restaurantes campestres, esas son decisiones correctas, pero lo que más se espera es que se haga cumplir en un ciento por ciento la normatividad. Las entidades competentes tienen la obligación de verificar, antes y durante la operación de estos negocios, que cada piscina cumpla con la totalidad de los requisitos legales. Eso no admite excusa alguna.

Es necesario que tanto las autoridades como la misma ciudadanía, de ahora en adelante no permitan que las piscinas funcionen sin una adecuada señalización, sin cerramientos, sin control de accesos y con una buena diferenciación entre zonas infantiles y de adultos, Pero que además cuenten con planes de emergencia y la presencia permanente de personal salvavidas capacitado y con mucho sentido de responsabilidad.

Toca exigir que la muerte del niño Noah Contreras se investigue a fondo y que sirva para tomar todos los controles que garanticen que ninguna otra familia tenga que vivir un dolor semejante. Ese sería el mejor homenaje a la memoria de este menor.

PD: Del comité de personalidades de todos los campos políticos y sociales pro- creación del Cesar, creado en septiembre de 1966, fue secretaria Cecilia Villazón Zubiría, quien será hoy vivo testimonio del papel de las mujeres que contribuyeron al Cesar, en el conversatorio, esta tarde, de la Academia de Historia, al que vale la pena asistir.

TE PUEDE INTERESAR