Quedan datos curiosos de la fiesta cepevecina, pero por razones de espacio toca volver al chorro de enero.
En pocas horas termina el año o posiblemente comience el nuevo. Nada cambia, y menos la gente que prefiere, pide y reclama lo malo antes de reconocer lo bueno, no importa si es gobernante, periodista, desempleado o maestro de cualquier cosa, con tantos años de violencia en nuestro país, las cosas buenas pocas veces las aplaudimos, pero lo malo es nuestra conversación diaria, desde un cachito verde, hasta un cachito de amores, algo tan normal y desestresante para las partes que forman parte de las tres vidas de que habla García Márquez, la pública, la privada y la secreta, esta última es la mejor. La que nos llevamos dentro de nuestra alma feliz y escondida.
El alcalde de Valledupar y el gobernador del Cesar dejan buenas obras, por supuesto queremos y necesitamos más, pero ya les cuento, estamos de fiesta y por lo tanto hablemos de bochinche. La mejor del año para los comunicadores es la que organiza el CPV, Círculo de Periodistas de Valledupar, ahora cambia de figura geométrica y pasa a ser Escaleno…
Si miramos bien el tema, los hombres fueron un desastre en vestidos, viejas guayaberas, algunas raídas por el uso, pero que camufladas por la noche pasan inadvertidas, Zapatos del callejón de Pedro riza, pero elegantes creen ellos. En mi caso fui al encuentro, consciente de mi vestido sin combinación alguna, fui el primero en salir y desde afuera vi entrar una a una a las participantes.
Pensé seriamente que no habían invitado a las jóvenes, entraron y en masa una manada de gordas y pesadas, pero sonrientes e inteligentes, mi único consejo es que no entren juntas, cada 15 minutos una es el protocolo. La capitana Griselda Gómez entró sonriente, su vestido blanco elegante, de modista cañaguatera, para ella las marcas, generalmente chimbas no es su dolor de cabeza. Karina Rincón, ‘La golosina’, no fue invitada, al parecer tiene desafectos entre quienes cursaron las tarjetas, Melitza con ese vestido color mango de hilacha con picaditos de cotorra pasó el examen, igualmente Nubiarosa forrada de frutos rojos, no de tan alta calidad pareció soberbia en la alfombra roja diseñada para ella. María José Rumbo siempre que tiene algún puestico no saluda a nadie, ya la conocemos, prefiere no reunirse son la chusma, dice. Faltó el poder y la sociedad real a la fiesta, se filtró la premiación y como en cada premiación no estaban de acuerdo, yo tampoco, pero acepto todo, eso de andar cogiendo rabia no forma parte de mi personalidad.
El acto estuvo a la altura, excelente comida, bebida por cajas, tanto que los avivatos de siempre escondieron botellas entre las cortinas y por supuesto se las llevaron, y ni políticos había en la fiesta para culparlos. Barro eso. En música tampoco hubo gran cosa, entre otras vainas porque ya no están grabando gran cosa y Silvestre cobra carísimo por los precios de gasolina del avión. Taryn Escalona que algo entiende de moda lució un peinado tailandés y se escachó, mi querida Damaris Rojas aún debe estar insultando a la maquilladora, nadie la conoció en toda la noche! Ludys Ovalle estuvo muy regular, pero el amor a Manolo lo supera todo, pensión en euros es un sueño posible. Ruego no inviten más a Gustavo Morales, ‘El Orgullo’, tampoco al Señor Flórez se pasan de piña y entran confundidos al baño de las mujeres, sin darse cuenta, menos mal que ambos son inofensivos en esas vainas locas. Sólo miran. Lucas Acosta, con esos pantalones color ratón de piscina, habló como loco sobre inteligencia artificial, esa vaina nueva que él tampoco entiende. Otro descartado en eventos, debería ser Agustín Trillos con esos pantalones verde iguana abrazando y besando a las damas sin conocerlas. ¡Horror!
Si bien las periodistas pensionadas como Mariché Núñez estuvieron quieticas en sus sillas, algunas preguntaban el nombre de la compañera de mesa por puro olvidos, pero reían cuando otra reía sin escuchar nada, esas señoras son ejemplo de comportamiento y gratitud, incluso Lucy Serrano inexplicablemente salió para la tienda a comprar café y se metió a la fiesta a grabar a todos los músicos, hasta que le hicieron caer en cuenta que no tenía datos. ¡Así tampoco! Me parece incorrecto que Shirly Rico, María Elvira Marulanda y otras ya mayorcitas mostrando ombligos aún, no creo que sea saludable visualmente, pero también reconozco que Karina Strauch, Daniela Cárdenas Sehoanes estuvieron a punto de infarto, excelentes. Destacamos la sobriedad de Mildreth Zapata, Irina Celedón, Liceht de Escalona, mientras Lolita Celedón llena de brillantes se echó todo el alumbrado público encima, pero a ella todo le queda bien, a decir verdad.
Ya el periodo de celebraciones terminó, en resumen, la fiesta estuvo sobrada, la falta de funcionarios de alto turmequé no fue obstáculo y los nuevos funcionarios para evitar que los quemaran antes de tiempo ni se asomaron. Toca reconocer que el alcalde Mello Castro no aparece en la lista de los malos alcaldes y eso es bastante, dejó transporte público de calidad, el malecón del Guatapurí, la avenida Pepe Castro y otras de igual importancia, en fin, pasó el examen, la historia lo confirmará, mientras que el gobernador encargado el Dr Meza con esos dos colegios nuevos ya pasa a la historia.
Quedan datos curiosos de la fiesta cepevecina, pero por razones de espacio toca volver al chorro de enero. Felices pascuas, el humor también tiene cabida, la risa siempre es mejor que el llanto.
POR EDGARDO MENDOZA GUERRA/ESPECIAL PARA EL PILÓN.
Quedan datos curiosos de la fiesta cepevecina, pero por razones de espacio toca volver al chorro de enero.
En pocas horas termina el año o posiblemente comience el nuevo. Nada cambia, y menos la gente que prefiere, pide y reclama lo malo antes de reconocer lo bueno, no importa si es gobernante, periodista, desempleado o maestro de cualquier cosa, con tantos años de violencia en nuestro país, las cosas buenas pocas veces las aplaudimos, pero lo malo es nuestra conversación diaria, desde un cachito verde, hasta un cachito de amores, algo tan normal y desestresante para las partes que forman parte de las tres vidas de que habla García Márquez, la pública, la privada y la secreta, esta última es la mejor. La que nos llevamos dentro de nuestra alma feliz y escondida.
El alcalde de Valledupar y el gobernador del Cesar dejan buenas obras, por supuesto queremos y necesitamos más, pero ya les cuento, estamos de fiesta y por lo tanto hablemos de bochinche. La mejor del año para los comunicadores es la que organiza el CPV, Círculo de Periodistas de Valledupar, ahora cambia de figura geométrica y pasa a ser Escaleno…
Si miramos bien el tema, los hombres fueron un desastre en vestidos, viejas guayaberas, algunas raídas por el uso, pero que camufladas por la noche pasan inadvertidas, Zapatos del callejón de Pedro riza, pero elegantes creen ellos. En mi caso fui al encuentro, consciente de mi vestido sin combinación alguna, fui el primero en salir y desde afuera vi entrar una a una a las participantes.
Pensé seriamente que no habían invitado a las jóvenes, entraron y en masa una manada de gordas y pesadas, pero sonrientes e inteligentes, mi único consejo es que no entren juntas, cada 15 minutos una es el protocolo. La capitana Griselda Gómez entró sonriente, su vestido blanco elegante, de modista cañaguatera, para ella las marcas, generalmente chimbas no es su dolor de cabeza. Karina Rincón, ‘La golosina’, no fue invitada, al parecer tiene desafectos entre quienes cursaron las tarjetas, Melitza con ese vestido color mango de hilacha con picaditos de cotorra pasó el examen, igualmente Nubiarosa forrada de frutos rojos, no de tan alta calidad pareció soberbia en la alfombra roja diseñada para ella. María José Rumbo siempre que tiene algún puestico no saluda a nadie, ya la conocemos, prefiere no reunirse son la chusma, dice. Faltó el poder y la sociedad real a la fiesta, se filtró la premiación y como en cada premiación no estaban de acuerdo, yo tampoco, pero acepto todo, eso de andar cogiendo rabia no forma parte de mi personalidad.
El acto estuvo a la altura, excelente comida, bebida por cajas, tanto que los avivatos de siempre escondieron botellas entre las cortinas y por supuesto se las llevaron, y ni políticos había en la fiesta para culparlos. Barro eso. En música tampoco hubo gran cosa, entre otras vainas porque ya no están grabando gran cosa y Silvestre cobra carísimo por los precios de gasolina del avión. Taryn Escalona que algo entiende de moda lució un peinado tailandés y se escachó, mi querida Damaris Rojas aún debe estar insultando a la maquilladora, nadie la conoció en toda la noche! Ludys Ovalle estuvo muy regular, pero el amor a Manolo lo supera todo, pensión en euros es un sueño posible. Ruego no inviten más a Gustavo Morales, ‘El Orgullo’, tampoco al Señor Flórez se pasan de piña y entran confundidos al baño de las mujeres, sin darse cuenta, menos mal que ambos son inofensivos en esas vainas locas. Sólo miran. Lucas Acosta, con esos pantalones color ratón de piscina, habló como loco sobre inteligencia artificial, esa vaina nueva que él tampoco entiende. Otro descartado en eventos, debería ser Agustín Trillos con esos pantalones verde iguana abrazando y besando a las damas sin conocerlas. ¡Horror!
Si bien las periodistas pensionadas como Mariché Núñez estuvieron quieticas en sus sillas, algunas preguntaban el nombre de la compañera de mesa por puro olvidos, pero reían cuando otra reía sin escuchar nada, esas señoras son ejemplo de comportamiento y gratitud, incluso Lucy Serrano inexplicablemente salió para la tienda a comprar café y se metió a la fiesta a grabar a todos los músicos, hasta que le hicieron caer en cuenta que no tenía datos. ¡Así tampoco! Me parece incorrecto que Shirly Rico, María Elvira Marulanda y otras ya mayorcitas mostrando ombligos aún, no creo que sea saludable visualmente, pero también reconozco que Karina Strauch, Daniela Cárdenas Sehoanes estuvieron a punto de infarto, excelentes. Destacamos la sobriedad de Mildreth Zapata, Irina Celedón, Liceht de Escalona, mientras Lolita Celedón llena de brillantes se echó todo el alumbrado público encima, pero a ella todo le queda bien, a decir verdad.
Ya el periodo de celebraciones terminó, en resumen, la fiesta estuvo sobrada, la falta de funcionarios de alto turmequé no fue obstáculo y los nuevos funcionarios para evitar que los quemaran antes de tiempo ni se asomaron. Toca reconocer que el alcalde Mello Castro no aparece en la lista de los malos alcaldes y eso es bastante, dejó transporte público de calidad, el malecón del Guatapurí, la avenida Pepe Castro y otras de igual importancia, en fin, pasó el examen, la historia lo confirmará, mientras que el gobernador encargado el Dr Meza con esos dos colegios nuevos ya pasa a la historia.
Quedan datos curiosos de la fiesta cepevecina, pero por razones de espacio toca volver al chorro de enero. Felices pascuas, el humor también tiene cabida, la risa siempre es mejor que el llanto.
POR EDGARDO MENDOZA GUERRA/ESPECIAL PARA EL PILÓN.