El Mundial de Fútbol 2026 empezó a disputarse desde el mismo instante en que las balotas definieron los doce grupos en Washington. Con 48 selecciones y un formato ampliado, el torneo que será organizado por Estados Unidos, México y Canadá promete emociones de principio a fin. El sorteo dejó grupos llamativos, cruces inesperados y un panorama que permite anticipar grandes historias. Como siempre, Sudamérica tiene un papel protagónico gracias a la presencia de Brasil, Argentina, Uruguay, Colombia, Ecuador y Paraguay, selecciones que llegan con planteles competitivos y aspiraciones altas.
Brasil quedó ubicado en el Grupo C junto a Marruecos, Escocia y Haití, un escenario que en el papel parece accesible para la Canarinha. Sin embargo, el fútbol moderno ha demostrado que ningún partido se gana de antemano. Marruecos es una selección consolidada, con talento europeo y el impulso de su histórica actuación en 2022. Escocia representa un rival físico y agresivo, incómodo para cualquiera. Haití aporta velocidad y juventud. Aun así, Brasil mantiene su rol natural de favorito y, si logra regularidad en un torneo tan largo, debería avanzar sin sobresaltos.
Argentina, por su parte, inicia la defensa del título en el Grupo J enfrentando a Argelia, Austria y Jordania. El campeón del mundo parte con ventaja clara sobre sus rivales, pero también con la presión de sostener un nivel alto en un Mundial más extenso y de calendario exigente. Argelia es un equipo técnico y experimentado; Austria ofrece orden táctico y físico; y Jordania llega en crecimiento dentro del fútbol asiático. La Albiceleste, no obstante, tiene recursos y jerarquía suficientes para superar la fase inicial con solvencia.
Uruguay encara un desafío interesante en el Grupo H, donde comparte zona con España, Arabia Saudita y Cabo Verde. España aparece como un rival fuerte, con una nueva generación dinámica que combina técnica con intensidad. Arabia Saudita ya demostró en 2022 que puede sorprender a cualquiera, mientras que Cabo Verde es una selección disciplinada y físicamente potente. Para la Celeste, el duelo ante España podría marcar el rumbo, pero su mezcla de tradición, juventud y garra le permite asumir el reto con optimismo.
Ecuador se enfrentará a un camino exigente en el Grupo E, acompañado por Alemania, Curazao y Costa de Marfil. Alemania sigue siendo una potencia, incluso en medio de ciclos irregulares. Costa de Marfil combina fuerza, velocidad y jugadores de élite. Curazao, aunque menos tradicional, llega reforzado por futbolistas formados en Europa. Para Ecuador, será crucial mantener su identidad basada en intensidad, talento joven y orden defensivo. Si logra imponerse en los partidos clave, puede abrirse paso.
Paraguay quedó emparejado en el Grupo D junto a Estados Unidos, Australia y un equipo pendiente del repechaje europeo. El equipo guaraní tiene una oportunidad real de competir con selecciones de estilos distintos. Estados Unidos será local y contará con una generación talentosa, pero también con el peso de la presión. Australia siempre se muestra organizada y difícil de quebrar. Paraguay, con una estructura sólida y un espíritu combativo, sueña con regresar al protagonismo mundialista aprovechando un grupo parejo.
Colombia, en el Grupo K, tendrá una mezcla intensa y atractiva: Portugal, Uzbekistán y un ganador del repechaje FIFA. Portugal aparece como el rival más fuerte, con talento individual, equilibrio colectivo y figuras determinantes. Uzbekistán, aunque menos renombrado, es un equipo físico, ordenado y competitivo en el fútbol asiático. El repechaje puede añadir aún más emoción dependiendo del clasificado. Para Colombia, el grupo exige concentración y eficacia, pero también ofrece oportunidades claras. Si logra imponerse a Uzbekistán y al rival del repechaje, la clasificación será posible. El duelo con Portugal será un examen de nivel y una prueba para medir la verdadera capacidad del conjunto colombiano.
En conclusión, el sorteo del Mundial 2026 dejó un escenario vibrante y lleno de historias por escribir. Las selecciones sudamericanas llegan fortalecidas y con aspiraciones legítimas en un torneo que será más largo, diverso y exigente. Brasil y Argentina parten como candidatos; Uruguay y Ecuador enfrentarán grupos equilibrados; Paraguay buscará sorprender; y Colombia tendrá un camino retador, pero con opciones reales de avanzar. La fase de grupos promete goles, emociones y partidos memorables. Aunque la pelota todavía no rueda, la ilusión ya está en marcha y el Mundial de Fútbol 2026 comienza a tomar forma desde ahora.
Por: Rodrigo José Morón Henríquez- Magíster en periodismo
Rodrigo.moron88@gmail.com





