En el Festival de la Leyenda Vallenata de 1972, el acordeonero de La Paz venció acompañado en la guacharaca y voz por Jorge Oñate.
Tras coronarse como el quinto Rey Vallenato en 1972, un remoquete persiguió al acordeonero Miguel López hasta el día de su muerte. El hecho de obtener la corona del Festival de la Leyenda Vallenata, sin acompañar el acordeón con su propia voz y dejar esa responsabilidad en la garganta de Jorge Oñate, quien además tocaba la guacharaca, hizo que muchos lo bautizaran como el ‘Rey Vallenato mudo’.
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Al ser consultado acerca de ese particular apodo, López respondió en una entrevista con este medio en 2018 que, aunque siempre se había dicho que era el “Rey Vallenato mudo”, él cantaba “y bien afinado”.
“Lo que pasó en aquella ocasión del 5° Festival Vallenato es que estaba el joven guacharaquero y cantante Jorge Oñate, quien me acompañó y no se podía desaprovechar esa ventaja. ¿Con ese mampano para qué iba a dar a conocer mi voz? No hacía falta”, respondió López en aquel momento al cronista Juan Rincón Vanegas.
Aquel abril de 1972, el Festival se llevó a cabo en el estadio Chemesquemena y Miguel López se coronó como quinto rey superando a Andrés Landero y Julio de la Ossa, quienes ocuparon el segundo y tercer lugar, respectivamente.
López estuvo acompañado por el cajero, su hermano Pablo López Gutiérrez, y en la guacharaca y el canto por Jorge Oñate.
Para la final seleccionaron las canciones: el paseo ‘Que dolor’ (Luis Enrique Martínez), merengue ‘Dina López’ (Vicente ‘Chente’ Munive), son ‘La plata no es riqueza’ (Francisco ‘Pacho’ Rada) y la puya ‘La vieja Gabriela’ (Juan Muñoz).
El jurado que le correspondió la misión de elegir al nuevo Rey Vallenato estuvo integrado por Graciela Arango de Tobón, Lácides Daza y Gustavo Gutiérrez Cabello.
El historiador, compositor y escritor Julio Oñate Martínez, en diálogo con EL PILÓN, se mostró en desacuerdo con ese apodo de ‘rey mudo’ y recordó que Miguel López también cantaba, pero que cuando hizo su aparición en el escenario, al lado de una estrella del canto como Jorge Oñate, “para qué iba a cantar si ahí tenía al mejor de todos en ese momento”.
“Es como un ciclista que le falte una pierna, para qué va a competir con el campeón mundial de los 100 metros planos. Miguel cantaba, pero teniendo al lado a Jorge, dejaba que Jorge hiciera lo suyo. Pero no era ningún mudo, sí era decente y muy prudente, pero tengo la seguridad que en cualquier momento de su vida le arreó la madre a algún necio”, dijo Oñate Martínez.
Recordó Oñate que todos los acordeoneros antecesores de Miguel López cantaban, tanto en vivo como en grabaciones. Hasta el momento en que aparece (Migue López) en el escenario, al lado de Jorge. “Es igual que si Jorge Oñate se hubiera puesto a tocar acordeón al lado de Miguel López, no tenía absolutamente nada que hacer, Migue tampoco podía ponerse a cantar al lado de Oñate”.
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Julio Oñate fue más allá, y aseguró que el apodo de ‘rey mudo’ no es sino “una sorna socarrona que algún necio bellaco, desgraciado, únicamente por puro pique, porque le rastrilló en el cogote que Migue se hubiera ganado el Festival, fue la manera quizás de tratar de ridiculizarlo, pero eso ni empañó ni le quitó su grandeza”.
Miguel López Gutiérrez falleció a sus 85 años en Valledupar, la madrugada del martes, luego de recaer de sus quebrantos de salud que lo afectaban desde agosto producto de una fuerte bronconeumonía.
Tuvo 12 hijos, entre estos, Álvaro López, también Rey Vallenato y Rey de Reyes, y Román, primer acordeonero de Silvestre Dangond.
POR: JOSÉ ALEJANDRO MARTÍNEZ.
En el Festival de la Leyenda Vallenata de 1972, el acordeonero de La Paz venció acompañado en la guacharaca y voz por Jorge Oñate.
Tras coronarse como el quinto Rey Vallenato en 1972, un remoquete persiguió al acordeonero Miguel López hasta el día de su muerte. El hecho de obtener la corona del Festival de la Leyenda Vallenata, sin acompañar el acordeón con su propia voz y dejar esa responsabilidad en la garganta de Jorge Oñate, quien además tocaba la guacharaca, hizo que muchos lo bautizaran como el ‘Rey Vallenato mudo’.
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Al ser consultado acerca de ese particular apodo, López respondió en una entrevista con este medio en 2018 que, aunque siempre se había dicho que era el “Rey Vallenato mudo”, él cantaba “y bien afinado”.
“Lo que pasó en aquella ocasión del 5° Festival Vallenato es que estaba el joven guacharaquero y cantante Jorge Oñate, quien me acompañó y no se podía desaprovechar esa ventaja. ¿Con ese mampano para qué iba a dar a conocer mi voz? No hacía falta”, respondió López en aquel momento al cronista Juan Rincón Vanegas.
Aquel abril de 1972, el Festival se llevó a cabo en el estadio Chemesquemena y Miguel López se coronó como quinto rey superando a Andrés Landero y Julio de la Ossa, quienes ocuparon el segundo y tercer lugar, respectivamente.
López estuvo acompañado por el cajero, su hermano Pablo López Gutiérrez, y en la guacharaca y el canto por Jorge Oñate.
Para la final seleccionaron las canciones: el paseo ‘Que dolor’ (Luis Enrique Martínez), merengue ‘Dina López’ (Vicente ‘Chente’ Munive), son ‘La plata no es riqueza’ (Francisco ‘Pacho’ Rada) y la puya ‘La vieja Gabriela’ (Juan Muñoz).
El jurado que le correspondió la misión de elegir al nuevo Rey Vallenato estuvo integrado por Graciela Arango de Tobón, Lácides Daza y Gustavo Gutiérrez Cabello.
El historiador, compositor y escritor Julio Oñate Martínez, en diálogo con EL PILÓN, se mostró en desacuerdo con ese apodo de ‘rey mudo’ y recordó que Miguel López también cantaba, pero que cuando hizo su aparición en el escenario, al lado de una estrella del canto como Jorge Oñate, “para qué iba a cantar si ahí tenía al mejor de todos en ese momento”.
“Es como un ciclista que le falte una pierna, para qué va a competir con el campeón mundial de los 100 metros planos. Miguel cantaba, pero teniendo al lado a Jorge, dejaba que Jorge hiciera lo suyo. Pero no era ningún mudo, sí era decente y muy prudente, pero tengo la seguridad que en cualquier momento de su vida le arreó la madre a algún necio”, dijo Oñate Martínez.
Recordó Oñate que todos los acordeoneros antecesores de Miguel López cantaban, tanto en vivo como en grabaciones. Hasta el momento en que aparece (Migue López) en el escenario, al lado de Jorge. “Es igual que si Jorge Oñate se hubiera puesto a tocar acordeón al lado de Miguel López, no tenía absolutamente nada que hacer, Migue tampoco podía ponerse a cantar al lado de Oñate”.
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Julio Oñate fue más allá, y aseguró que el apodo de ‘rey mudo’ no es sino “una sorna socarrona que algún necio bellaco, desgraciado, únicamente por puro pique, porque le rastrilló en el cogote que Migue se hubiera ganado el Festival, fue la manera quizás de tratar de ridiculizarlo, pero eso ni empañó ni le quitó su grandeza”.
Miguel López Gutiérrez falleció a sus 85 años en Valledupar, la madrugada del martes, luego de recaer de sus quebrantos de salud que lo afectaban desde agosto producto de una fuerte bronconeumonía.
Tuvo 12 hijos, entre estos, Álvaro López, también Rey Vallenato y Rey de Reyes, y Román, primer acordeonero de Silvestre Dangond.
POR: JOSÉ ALEJANDRO MARTÍNEZ.