Como congresista liberal, Alfonso Araújo promovió el nombre de Luis Carlos Galán. Para traerlo a la tierra del vallenato y adherirse formalmente a su campaña, el exgobernador programó un homenaje a Galán.
Este jueves 20 de abril, familiares, amigos y conocidos despidieron al líder político Alfonso Araújo Cotes, exgobernador del Cesar y exembajador en Panamá. Luego de una misa en la Catedral Ecce Homo de Valledupar, fue trasladado hasta el Cementerio Central, donde reposarán sus restos.
En medio de tantas anécdotas resultado de su larga trayectoria como político y empresario, EL PILÓN conoció una invitación de Alfonso Araújo Cotes al candidato presidencial y mártir Luis Carlos Galán que pudo cambiar la historia del país.
Le puede interesar: Adiós a Alfonso Araújo Cotes, el experimentado de la tribu
Como congresista liberal y galanista, Alfonso Araújo promovió el nombre de Luis Carlos Galán en todo el departamento del Cesar. Para traerlo a la tierra del vallenato y adherirse formalmente a su campaña, el exgobernador programó un homenaje a Galán en el Club Valledupar, el cual se realizaría aquel trágico 18 de agosto de 1989. Todo estaba listo. Como era tradición, el homenaje lo engalanarían músicos vallenatos.
En un artículo publicado en la revista Soho, César Gaviria contó que con esta alianza, el Nuevo Liberalismo se fortalecería en el Caribe, donde estaban en desventaja.
A pesar de las amenazas y versiones sobre un plan para asesinarlo, Galán decidió asistir a la reunión en Soacha, Cundinamarca, y a Valledupar viajó como delegado su fórmula a la vicepresidencia, César Gaviria.
En Soacha, el narcotráfico acabó con la esperanza liberal. En medio de la manifestación, por orden del Cártel de Medellín, sicarios mataron a Galán justo cuando subía a la tarima a dar su discurso.
17 años después, César Gaviria contó cómo se enteró de la muerte de su fórmula presidencial mientras estaba en Valledupar. “Prevaleció la voluntad de Galán. Él iría aquella tarde a Soacha y yo a Valledupar. Recibí la noticia de su muerte a través de la radio. Una oleada de perplejidad, de asombro, de rabia y de tristeza recorrió a toda Colombia. Con él se iba, como bien lo registró Misael Pastrana, no un hombre sino una esperanza”.
Según cuenta el expresidente Gaviria, estuvo caminando toda la noche en el Club de Valledupar. “Trataba de asimilar tan terrible realidad y de pensar cómo debía ser nuestra reacción frente a un evento tan catastrófico, sobre todo para quienes creíamos en la plena validez de sus ideas”, relató.
Luego de la muerte de Galán, César Gaviria tomó las banderas y fue elegido presidente de Colombia. Al año, Alfonso Araujo Cotes fue nombrado embajador en Panamá.
Restaurada la democracia en el vecino país, luego de la invasión de Estados Unidos que dejó cientos de muertos, Alfonso Araujo supo fortalecer las relaciones entre el presidente panameño Guillermo Endara y César Gaviria.
Durante toda su vida, acorde a la tradición partidista de antaño, Cotes militó en el partido Liberal, de la mano de su ‘padrino’ Alfonso López Michelsen, quien lo nombró gobernador del Cesar en 1975.
Por Deivis Caro
Como congresista liberal, Alfonso Araújo promovió el nombre de Luis Carlos Galán. Para traerlo a la tierra del vallenato y adherirse formalmente a su campaña, el exgobernador programó un homenaje a Galán.
Este jueves 20 de abril, familiares, amigos y conocidos despidieron al líder político Alfonso Araújo Cotes, exgobernador del Cesar y exembajador en Panamá. Luego de una misa en la Catedral Ecce Homo de Valledupar, fue trasladado hasta el Cementerio Central, donde reposarán sus restos.
En medio de tantas anécdotas resultado de su larga trayectoria como político y empresario, EL PILÓN conoció una invitación de Alfonso Araújo Cotes al candidato presidencial y mártir Luis Carlos Galán que pudo cambiar la historia del país.
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Como congresista liberal y galanista, Alfonso Araújo promovió el nombre de Luis Carlos Galán en todo el departamento del Cesar. Para traerlo a la tierra del vallenato y adherirse formalmente a su campaña, el exgobernador programó un homenaje a Galán en el Club Valledupar, el cual se realizaría aquel trágico 18 de agosto de 1989. Todo estaba listo. Como era tradición, el homenaje lo engalanarían músicos vallenatos.
En un artículo publicado en la revista Soho, César Gaviria contó que con esta alianza, el Nuevo Liberalismo se fortalecería en el Caribe, donde estaban en desventaja.
A pesar de las amenazas y versiones sobre un plan para asesinarlo, Galán decidió asistir a la reunión en Soacha, Cundinamarca, y a Valledupar viajó como delegado su fórmula a la vicepresidencia, César Gaviria.
En Soacha, el narcotráfico acabó con la esperanza liberal. En medio de la manifestación, por orden del Cártel de Medellín, sicarios mataron a Galán justo cuando subía a la tarima a dar su discurso.
17 años después, César Gaviria contó cómo se enteró de la muerte de su fórmula presidencial mientras estaba en Valledupar. “Prevaleció la voluntad de Galán. Él iría aquella tarde a Soacha y yo a Valledupar. Recibí la noticia de su muerte a través de la radio. Una oleada de perplejidad, de asombro, de rabia y de tristeza recorrió a toda Colombia. Con él se iba, como bien lo registró Misael Pastrana, no un hombre sino una esperanza”.
Según cuenta el expresidente Gaviria, estuvo caminando toda la noche en el Club de Valledupar. “Trataba de asimilar tan terrible realidad y de pensar cómo debía ser nuestra reacción frente a un evento tan catastrófico, sobre todo para quienes creíamos en la plena validez de sus ideas”, relató.
Luego de la muerte de Galán, César Gaviria tomó las banderas y fue elegido presidente de Colombia. Al año, Alfonso Araujo Cotes fue nombrado embajador en Panamá.
Restaurada la democracia en el vecino país, luego de la invasión de Estados Unidos que dejó cientos de muertos, Alfonso Araujo supo fortalecer las relaciones entre el presidente panameño Guillermo Endara y César Gaviria.
Durante toda su vida, acorde a la tradición partidista de antaño, Cotes militó en el partido Liberal, de la mano de su ‘padrino’ Alfonso López Michelsen, quien lo nombró gobernador del Cesar en 1975.
Por Deivis Caro