El mobiliario de este atractivo turístico ha sido dañado por ciudadanos que no lo utilizan de forma adecuada. Las altas temperaturas, brisas y erosión del suelo han afectado la grama de las zonas verde de las 3.5 hectáreas de este parque.
El parque La Provincia, ubicado a pocos metros del río Guatapurí y de la glorieta Los Juglares, está padeciendo gracias a la incultura ciudadana de algunos vallenatos que arremeten contra el mobiliario de este atractivo turístico. Sumado a esto el fuerte verano por el que está atravesando la ciudad de Valledupar también está haciendo estragos en las áreas verdes de las 3.5 hectáreas de este parque, que por las altas temperaturas y la erosión el césped se ha secado.
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De acuerdo con María González, gerente de Mercabastos, comercializadora a cargo de la administración de este lugar, en reiteradas ocasiones el personal que cuida el parque ha tenido que llamarle la atención a las personas que lo visitan porque le dan mal uso a los elementos del gimnasio biosaludable, la cancha sintética, las zonas de juego para los infantes, entre otros recursos para el disfrute que están en esta zona recreativa, pero que son utilizados de manera inadecuada provocando el daño de estos.
“La conservación del parque es afectada porque a diario nos encontramos con gramas y jardines maltratados, también plantas muertas o en proceso porque las personas no tienen cuidado con las especies y las pisan. Constantemente en la fuentes encontramos desechos y hasta personas que se bañan o intentan hacerlo allí”, manifestó González.
A pesar de que hay un grupo de trabajo conformado por integrantes de Interaseo, Mercabastos, de la Policía Nacional, la Secretaría de Gobierno Municipal y un policía ambiental que le explica a la ciudadanía las normas de conservación del parque, los vallenatos no las respetan a cabalidad y continúan dañado las atracciones.
De acuerdo con la administración del parque La Provincia, son muchos los visitantes que hacen caso omiso de las reglas para el uso de esta zona recreativa. Además de esto también realizan actividades para las cuales el parque no está adecuado como camping o picnic que dañan las zonas verdes y los ciudadanos dejan los desechos en estas áreas.
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La vallenata Melisa Martínez comentó que el mal uso que les dan las personas al parque se debe a que no hay una sanción que los haga respetar esta zona recreacional. Aseguró que hasta que no se sancione a una persona de manera pública por su comportamiento no va a parar el daño que le hacen a las plantas y al mobiliario.
“Aquí la gente no respeta los parques naturales con monumentos y gimnasios biosaludables como en otras ciudades del país. A la gente hay que enseñarla lastimosamente de manera drástica porque la incultura ciudadana es tremenda y cuando dañan las cosas se quejan de que en la ciudad no hay un lugar bonito”, aseguró Martínez.
Las zonas verdes del parque también están siendo afectadas por el inclemente verano por el que atraviesa la ciudad. Según la gerente de Mercabastos, diariamente el césped y otras áreas eran regadas una vez los siete días de la semana, pero debido a las altas temperaturas el agua que se les suministra no es suficiente, por lo que a partir de la otra semana el sistema de riego funcionará dos veces al día para recuperar la grama que este seca o afectada.
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Durante esta temporada diversos animales llegan al parque en búsqueda de una sombra y partes húmedas donde hidratarse, pero estos se ven en peligro por jóvenes y adolescentes que los cazan. De acuerdo con la funcionaria, iguanas y pequeñas ardillas son víctimas de persecuciones constantes por todo el parque, situación que no está permitida porque es un lugar donde animales de este tipo pueden convivir sin que sean cazados.
El día de ayer se realizó una jornada de limpieza y mantenimiento a las fuentes para recuperar los recursos del parque. La administración hace un llamado a la población a que tengan mayor sentido de pertenencia con el mobiliario que ofrece este sitio recreacional y la naturaleza porque diariamente están matando las plantas y árboles que en el viven.
El mobiliario de este atractivo turístico ha sido dañado por ciudadanos que no lo utilizan de forma adecuada. Las altas temperaturas, brisas y erosión del suelo han afectado la grama de las zonas verde de las 3.5 hectáreas de este parque.
El parque La Provincia, ubicado a pocos metros del río Guatapurí y de la glorieta Los Juglares, está padeciendo gracias a la incultura ciudadana de algunos vallenatos que arremeten contra el mobiliario de este atractivo turístico. Sumado a esto el fuerte verano por el que está atravesando la ciudad de Valledupar también está haciendo estragos en las áreas verdes de las 3.5 hectáreas de este parque, que por las altas temperaturas y la erosión el césped se ha secado.
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De acuerdo con María González, gerente de Mercabastos, comercializadora a cargo de la administración de este lugar, en reiteradas ocasiones el personal que cuida el parque ha tenido que llamarle la atención a las personas que lo visitan porque le dan mal uso a los elementos del gimnasio biosaludable, la cancha sintética, las zonas de juego para los infantes, entre otros recursos para el disfrute que están en esta zona recreativa, pero que son utilizados de manera inadecuada provocando el daño de estos.
“La conservación del parque es afectada porque a diario nos encontramos con gramas y jardines maltratados, también plantas muertas o en proceso porque las personas no tienen cuidado con las especies y las pisan. Constantemente en la fuentes encontramos desechos y hasta personas que se bañan o intentan hacerlo allí”, manifestó González.
A pesar de que hay un grupo de trabajo conformado por integrantes de Interaseo, Mercabastos, de la Policía Nacional, la Secretaría de Gobierno Municipal y un policía ambiental que le explica a la ciudadanía las normas de conservación del parque, los vallenatos no las respetan a cabalidad y continúan dañado las atracciones.
De acuerdo con la administración del parque La Provincia, son muchos los visitantes que hacen caso omiso de las reglas para el uso de esta zona recreativa. Además de esto también realizan actividades para las cuales el parque no está adecuado como camping o picnic que dañan las zonas verdes y los ciudadanos dejan los desechos en estas áreas.
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La vallenata Melisa Martínez comentó que el mal uso que les dan las personas al parque se debe a que no hay una sanción que los haga respetar esta zona recreacional. Aseguró que hasta que no se sancione a una persona de manera pública por su comportamiento no va a parar el daño que le hacen a las plantas y al mobiliario.
“Aquí la gente no respeta los parques naturales con monumentos y gimnasios biosaludables como en otras ciudades del país. A la gente hay que enseñarla lastimosamente de manera drástica porque la incultura ciudadana es tremenda y cuando dañan las cosas se quejan de que en la ciudad no hay un lugar bonito”, aseguró Martínez.
Las zonas verdes del parque también están siendo afectadas por el inclemente verano por el que atraviesa la ciudad. Según la gerente de Mercabastos, diariamente el césped y otras áreas eran regadas una vez los siete días de la semana, pero debido a las altas temperaturas el agua que se les suministra no es suficiente, por lo que a partir de la otra semana el sistema de riego funcionará dos veces al día para recuperar la grama que este seca o afectada.
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Durante esta temporada diversos animales llegan al parque en búsqueda de una sombra y partes húmedas donde hidratarse, pero estos se ven en peligro por jóvenes y adolescentes que los cazan. De acuerdo con la funcionaria, iguanas y pequeñas ardillas son víctimas de persecuciones constantes por todo el parque, situación que no está permitida porque es un lugar donde animales de este tipo pueden convivir sin que sean cazados.
El día de ayer se realizó una jornada de limpieza y mantenimiento a las fuentes para recuperar los recursos del parque. La administración hace un llamado a la población a que tengan mayor sentido de pertenencia con el mobiliario que ofrece este sitio recreacional y la naturaleza porque diariamente están matando las plantas y árboles que en el viven.