El 16 de septiembre de 1999 fue asesinado el periodistas Guzmán Quintero Torres, quien fungía como jefe de redacción del diario EL PILÓN.
La historia de las familias del corregimiento de Patillal y la muerte de dos mujeres en el corregimiento de Conejo, jurisdicción de Fonseca, que fueron narradas por el periodista Guzmán Quintero Torres, son para la familia del fallecido la sentencia de su muerte y por lo cual se debe luchar para que el crimen sea declarado de lesa humanidad.
“Él fue asesinado por su trabajo periodístico por su labor diaria y rigurosidad en su trabajo, es decir, en los dos artículos publicados en el diario EL PILÓN que son: ‘Ejército asesinó a dos mujeres’ el lunes 10 de mayo de 1999 y ‘La Fuerza Aérea disparó “fuera de Polígono”’ el miércoles 30 de junio del mismo año, fueron puntualmente los artículos que rebosaron la copa de los paramilitares y llevó a que asesinaran a Guzmán”, aseguró Yuri Quintero Torres, hermano del periodista.
Los informes publicados en la primera página de EL PILÓN, el periodista denunciaba que una tropa del Grupo Mecanizado Rondón atacó un vehículo que se movilizaba por el corregimiento de Conejo en La Guajira. Ocho niños resultaron heridos y una de las mujeres muertas en el ataque estaba embarazada.
Los militares, según la publicación, habían confundido a los civiles con una columna guerrillera que pasaría por la vía ese sábado 9 en la mañana. Quintero denunció que los militares, una vez advirtieron su error, trataron de poner proyectiles dentro del automotor para justificar su ataque. En el ejercicio periodístico de Guzmán el comandante del Batallón La Popa no quiso darle declaraciones.
En las investigaciones de Quintero, entre ellas la nota titulada “Asesinadas cuatro personas en Patillal y Río Seco”, se cuenta la historia de las prácticas de polígono donde el Ejército disparó contra una casa en el corregimiento de Patillal, a 20 minutos de Valledupar. En el suceso hirieron al niño Andrés Alfonso Maestre y murieron varios animales. La madre del menor, Saida Maestre, una vendedora de comida, acudió a Quintero quien en su momento le aconsejó demandar al Ejército.
Para el publicista en mercadotecnia y experto en marketing político, Quintero Torres, son estos los motivos que catalogan el asesinato del periodista como un crimen de lesa humanidad.
“La muerte de mi hermano cumple con los requisitos porque fue una persona defensora de los derechos humanos, lo demuestra su trabajo, por su labor periodística y por recibir amenazas directas de organismos oficiales del estado. Guzmán había sido en primera instancia amenazado de manera directa por militares del Batallón La Popa en noviembre de 1995 lo que demuestra que debemos seguir en la proclamación de un crimen de lesa humanidad”, indicó.
El caso, que lleva 18 años en las manos de la Fiscalía General de la Nación, ha contado con seis fiscales y un sin número de pruebas que según sus familiares ya están develando los presuntos culpables de la muerte del reconocido periodista del Cesar.
“Se están adelantando pruebas valiosas que han llamado a unos nuevos testigos y se han hechos unos requerimientos por parte de la Fiscalía Especializada de Derechos Humanos de Bogotá que son bastante interesantes y que muestran el interés del fiscal de Boyacá en esclarecer el crimen de Guzmán”.
Según el hermano y apoderado de la investigación por la muerte del periodista, miembros de la Sijín fueron los responsables de la dilatación del caso, puesto que generaron cuatro hipótesis que desviaban las investigaciones de los responsables.
“Por la muerte de Guzmán fueron condenadas dos personas y una de ellas salió libre hace un tiempo pero murió al poco tiempo de salir, algo muy raro porque a la semana de salir del establecimiento carcelario falleció, él otro sigue preso pese a que siempre se ha declarado inocente y de hecho ellos lo son, al menos por el caso de Guzmán Quintero. Estos hombres eran unos asesinos a sueldo que trabajaban para la Sijín y pues por los mismos agentes fueron empapelados y los convirtieron en chivos expiatorios a los que culparon”, explicó.
Quintero agregó: “Los investigadores de la Sijín trabajaban para el paramilitarismo y hacían parte de ese blindaje que tenía el grupo armado en el Cesar y ellos tergiversaron toda la investigación pero ya todo está tomando su rumbo”.
Desde el 2017 el caso del jefe de redacción de EL PILÓN, Guzmán Quintero Torres, ha tomado un giro inesperado que ha logrado resolver hipótesis e identificar más vinculados al proceso. Pese a esta situación, si la Fiscalía no logra darle continuidad al proceso este podría precluir, toda vez que los procesos judiciales tiene un plazo de 20 años para esclarecer los hechos.
“El Colectivo de Abogados ‘José Alvear Restrepo’ ha hecho unos requerimientos muy puntuales en la Fiscalía para llamar a indagatoria a un soldado profesional que conoce de los hechos y se está esperando que el ente de respuesta sobre la solicitud para llamarlo a declaración”, contó Quintero Torres, quien además aseguró que la semana pasada fueron llamados algunos periodistas y amigos del fallecido para realizar corroboración de indagatoria a los aportes que ha realizado la Fiscalía en estos tres años.
Para la familia Quintero Torres el caso va por buen camino y pronto se conocerá la verdad de lo que ocurrió en la taberna del hotel Los Cardones en la carrera 17 (centro de Valledupar), donde se encontraba Guzmán departiendo con dos colegas, cuando un sicario entró y le disparó en cuatro oportunidades al periodista que murió antes de llegar a la clínica.
“Algo que me dice que vamos por buen camino es la amenaza que recibí el año pasado por un exparamilitar, durante los 18 años de investigación no había recibido amenazas y esto me demuestra que la Fiscalía va por buen camino y se está moviendo lo cual ha preocupado a los actores del delito. No nos callarán”, concluyó Quintero Torres.
Por: Maira Manosalva/ElPilón
El 16 de septiembre de 1999 fue asesinado el periodistas Guzmán Quintero Torres, quien fungía como jefe de redacción del diario EL PILÓN.
La historia de las familias del corregimiento de Patillal y la muerte de dos mujeres en el corregimiento de Conejo, jurisdicción de Fonseca, que fueron narradas por el periodista Guzmán Quintero Torres, son para la familia del fallecido la sentencia de su muerte y por lo cual se debe luchar para que el crimen sea declarado de lesa humanidad.
“Él fue asesinado por su trabajo periodístico por su labor diaria y rigurosidad en su trabajo, es decir, en los dos artículos publicados en el diario EL PILÓN que son: ‘Ejército asesinó a dos mujeres’ el lunes 10 de mayo de 1999 y ‘La Fuerza Aérea disparó “fuera de Polígono”’ el miércoles 30 de junio del mismo año, fueron puntualmente los artículos que rebosaron la copa de los paramilitares y llevó a que asesinaran a Guzmán”, aseguró Yuri Quintero Torres, hermano del periodista.
Los informes publicados en la primera página de EL PILÓN, el periodista denunciaba que una tropa del Grupo Mecanizado Rondón atacó un vehículo que se movilizaba por el corregimiento de Conejo en La Guajira. Ocho niños resultaron heridos y una de las mujeres muertas en el ataque estaba embarazada.
Los militares, según la publicación, habían confundido a los civiles con una columna guerrillera que pasaría por la vía ese sábado 9 en la mañana. Quintero denunció que los militares, una vez advirtieron su error, trataron de poner proyectiles dentro del automotor para justificar su ataque. En el ejercicio periodístico de Guzmán el comandante del Batallón La Popa no quiso darle declaraciones.
En las investigaciones de Quintero, entre ellas la nota titulada “Asesinadas cuatro personas en Patillal y Río Seco”, se cuenta la historia de las prácticas de polígono donde el Ejército disparó contra una casa en el corregimiento de Patillal, a 20 minutos de Valledupar. En el suceso hirieron al niño Andrés Alfonso Maestre y murieron varios animales. La madre del menor, Saida Maestre, una vendedora de comida, acudió a Quintero quien en su momento le aconsejó demandar al Ejército.
Para el publicista en mercadotecnia y experto en marketing político, Quintero Torres, son estos los motivos que catalogan el asesinato del periodista como un crimen de lesa humanidad.
“La muerte de mi hermano cumple con los requisitos porque fue una persona defensora de los derechos humanos, lo demuestra su trabajo, por su labor periodística y por recibir amenazas directas de organismos oficiales del estado. Guzmán había sido en primera instancia amenazado de manera directa por militares del Batallón La Popa en noviembre de 1995 lo que demuestra que debemos seguir en la proclamación de un crimen de lesa humanidad”, indicó.
El caso, que lleva 18 años en las manos de la Fiscalía General de la Nación, ha contado con seis fiscales y un sin número de pruebas que según sus familiares ya están develando los presuntos culpables de la muerte del reconocido periodista del Cesar.
“Se están adelantando pruebas valiosas que han llamado a unos nuevos testigos y se han hechos unos requerimientos por parte de la Fiscalía Especializada de Derechos Humanos de Bogotá que son bastante interesantes y que muestran el interés del fiscal de Boyacá en esclarecer el crimen de Guzmán”.
Según el hermano y apoderado de la investigación por la muerte del periodista, miembros de la Sijín fueron los responsables de la dilatación del caso, puesto que generaron cuatro hipótesis que desviaban las investigaciones de los responsables.
“Por la muerte de Guzmán fueron condenadas dos personas y una de ellas salió libre hace un tiempo pero murió al poco tiempo de salir, algo muy raro porque a la semana de salir del establecimiento carcelario falleció, él otro sigue preso pese a que siempre se ha declarado inocente y de hecho ellos lo son, al menos por el caso de Guzmán Quintero. Estos hombres eran unos asesinos a sueldo que trabajaban para la Sijín y pues por los mismos agentes fueron empapelados y los convirtieron en chivos expiatorios a los que culparon”, explicó.
Quintero agregó: “Los investigadores de la Sijín trabajaban para el paramilitarismo y hacían parte de ese blindaje que tenía el grupo armado en el Cesar y ellos tergiversaron toda la investigación pero ya todo está tomando su rumbo”.
Desde el 2017 el caso del jefe de redacción de EL PILÓN, Guzmán Quintero Torres, ha tomado un giro inesperado que ha logrado resolver hipótesis e identificar más vinculados al proceso. Pese a esta situación, si la Fiscalía no logra darle continuidad al proceso este podría precluir, toda vez que los procesos judiciales tiene un plazo de 20 años para esclarecer los hechos.
“El Colectivo de Abogados ‘José Alvear Restrepo’ ha hecho unos requerimientos muy puntuales en la Fiscalía para llamar a indagatoria a un soldado profesional que conoce de los hechos y se está esperando que el ente de respuesta sobre la solicitud para llamarlo a declaración”, contó Quintero Torres, quien además aseguró que la semana pasada fueron llamados algunos periodistas y amigos del fallecido para realizar corroboración de indagatoria a los aportes que ha realizado la Fiscalía en estos tres años.
Para la familia Quintero Torres el caso va por buen camino y pronto se conocerá la verdad de lo que ocurrió en la taberna del hotel Los Cardones en la carrera 17 (centro de Valledupar), donde se encontraba Guzmán departiendo con dos colegas, cuando un sicario entró y le disparó en cuatro oportunidades al periodista que murió antes de llegar a la clínica.
“Algo que me dice que vamos por buen camino es la amenaza que recibí el año pasado por un exparamilitar, durante los 18 años de investigación no había recibido amenazas y esto me demuestra que la Fiscalía va por buen camino y se está moviendo lo cual ha preocupado a los actores del delito. No nos callarán”, concluyó Quintero Torres.
Por: Maira Manosalva/ElPilón