La semana pasada cómo respuesta a un error que se cometió en la Asamblea Departamental del Cesar, muchos replicaron:¡En todo caso prefiero ser payaso que títere! Error que no pasó a mayores y el cual pronto se olvidará; un error menor pero que nos permite recordar, que nuestra Duma Departamental el 30 de diciembre del […]
La semana pasada cómo respuesta a un error que se cometió en la Asamblea Departamental del Cesar, muchos replicaron:
¡En todo caso prefiero ser payaso que títere!
Error que no pasó a mayores y el cual pronto se olvidará; un error menor pero que nos permite recordar, que nuestra Duma Departamental el 30 de diciembre del año 2021 eligió a un títere al que maneja el titiritero Gobernación del Cesar.
En el año 2021, los diputados del momento eligieron al actual Contralor Departamental, Juan Francisco Villazón Tafur, a quien sería insultante tratar de payaso, pero quien claramente cabe en la categoría de títere. Un verdadero títere.
El problemita es que en el año 2025, elije la Asamblea del Cesar, nuevamente Contralor para el periodo 2026 – 2029, ¿elegirán a un títere más?
Si uno entiende el sistema actual de elección de contralores departamentales, rápidamente comprende porque es importante ser Presidente de la Asamblea Departamental del Cesar el próximo periodo, es decir en el año 2025. En el año 2021 el presidente del momento, fué determinante en la elección de Villazón Tafur como Contralor Departamental para el periodo 2022 – 2025.
Aunque, lo ideal es escoger con objetividad y que el opcionado sea el de mejor puntaje y el de mejor hoja de vida; la dinámica de la política da para entender que nadie va a escoger a un enemigo, pero eso no debe llevar a que se tenga que elegir a un títere.
El títere a diferencia del payaso es pusilánime, esa siempre será su actitud, lo cual implica que no solo no toma decisiones, sino que las pocas que toma las toman por él. Se deja instrumentalizar.
Me quedo con un payaso, existen muchos con personalidad e inteligencia. Es más peligroso un mandadero de Contralor, que un payaso en esa gestión.
En el proceso de elección de Contralor que realizará nuestra Asamblea, como en todo proceso de esta indole, habrá una convocatoria, la cuál debe conducir a qué el Contralor Departamental sea elegido de una terna, por los diputados.
Esa convocatoria pública conforme a la ley dará lugar a unas
inscripciones, posteriormente a una
lista de elegidos, a unas pruebas, a la conformación de una lista de seleccionados y previa entrevistas a la
elección de Contralor de la terna que corresponda.
Pero dentro de toda esa mecánica, el papel verdaderamente importante lo juega el diputado al que le corresponda ser presidente de la Duma en el 2025, que es a quien le corresponde el rol protagónico al momento de abrir el escenario para la elección del Contralor departamental. Por lo tanto por allá en el mes de septiembre o octubre del próximo año se estará publicando la convocatoria con unos requisitos habilitantes que se podrán consultar ingresando a la página web de la Asamblea y de la Universidad que realice las pruebas para el proceso de elección.
Seguramente la fecha de la realización de las pruebas será iniciando el mes de noviembre del 2025 y la elección se realizará finalizando noviembre o iniciando diciembre del mismo año.
Aunque toda esa mecánica es importante, lo de menos es la convocatoria misma y que deba haber unos requisitos habilitantes los cuales debe cumplir cada candidato. Lo verdaderamente importante es la contratación que hará la Asamblea y su presidente de la Universidad que llevará a cabo las pruebas. En la Universidad que se elija para adelantar estás pruebas está el verdadero quiz del asunto, ni más ni menos.
Si uno quiere mayor objetividad, debería pensar en que la Asamblea Departamental del Cesar contrate a la Universidad Nacional de Colombia para adelantar estás pruebas. Además está universidad tiene su sede en el Cesar, la cual todos conocemos.
Los actuales diputados deben evitar elegir a otro títere de Contralor departamental. Además de verse feo, hace daño al nombre de nuestra Duma Departamental.
Por: Quintín Quintero
La semana pasada cómo respuesta a un error que se cometió en la Asamblea Departamental del Cesar, muchos replicaron:¡En todo caso prefiero ser payaso que títere! Error que no pasó a mayores y el cual pronto se olvidará; un error menor pero que nos permite recordar, que nuestra Duma Departamental el 30 de diciembre del […]
La semana pasada cómo respuesta a un error que se cometió en la Asamblea Departamental del Cesar, muchos replicaron:
¡En todo caso prefiero ser payaso que títere!
Error que no pasó a mayores y el cual pronto se olvidará; un error menor pero que nos permite recordar, que nuestra Duma Departamental el 30 de diciembre del año 2021 eligió a un títere al que maneja el titiritero Gobernación del Cesar.
En el año 2021, los diputados del momento eligieron al actual Contralor Departamental, Juan Francisco Villazón Tafur, a quien sería insultante tratar de payaso, pero quien claramente cabe en la categoría de títere. Un verdadero títere.
El problemita es que en el año 2025, elije la Asamblea del Cesar, nuevamente Contralor para el periodo 2026 – 2029, ¿elegirán a un títere más?
Si uno entiende el sistema actual de elección de contralores departamentales, rápidamente comprende porque es importante ser Presidente de la Asamblea Departamental del Cesar el próximo periodo, es decir en el año 2025. En el año 2021 el presidente del momento, fué determinante en la elección de Villazón Tafur como Contralor Departamental para el periodo 2022 – 2025.
Aunque, lo ideal es escoger con objetividad y que el opcionado sea el de mejor puntaje y el de mejor hoja de vida; la dinámica de la política da para entender que nadie va a escoger a un enemigo, pero eso no debe llevar a que se tenga que elegir a un títere.
El títere a diferencia del payaso es pusilánime, esa siempre será su actitud, lo cual implica que no solo no toma decisiones, sino que las pocas que toma las toman por él. Se deja instrumentalizar.
Me quedo con un payaso, existen muchos con personalidad e inteligencia. Es más peligroso un mandadero de Contralor, que un payaso en esa gestión.
En el proceso de elección de Contralor que realizará nuestra Asamblea, como en todo proceso de esta indole, habrá una convocatoria, la cuál debe conducir a qué el Contralor Departamental sea elegido de una terna, por los diputados.
Esa convocatoria pública conforme a la ley dará lugar a unas
inscripciones, posteriormente a una
lista de elegidos, a unas pruebas, a la conformación de una lista de seleccionados y previa entrevistas a la
elección de Contralor de la terna que corresponda.
Pero dentro de toda esa mecánica, el papel verdaderamente importante lo juega el diputado al que le corresponda ser presidente de la Duma en el 2025, que es a quien le corresponde el rol protagónico al momento de abrir el escenario para la elección del Contralor departamental. Por lo tanto por allá en el mes de septiembre o octubre del próximo año se estará publicando la convocatoria con unos requisitos habilitantes que se podrán consultar ingresando a la página web de la Asamblea y de la Universidad que realice las pruebas para el proceso de elección.
Seguramente la fecha de la realización de las pruebas será iniciando el mes de noviembre del 2025 y la elección se realizará finalizando noviembre o iniciando diciembre del mismo año.
Aunque toda esa mecánica es importante, lo de menos es la convocatoria misma y que deba haber unos requisitos habilitantes los cuales debe cumplir cada candidato. Lo verdaderamente importante es la contratación que hará la Asamblea y su presidente de la Universidad que llevará a cabo las pruebas. En la Universidad que se elija para adelantar estás pruebas está el verdadero quiz del asunto, ni más ni menos.
Si uno quiere mayor objetividad, debería pensar en que la Asamblea Departamental del Cesar contrate a la Universidad Nacional de Colombia para adelantar estás pruebas. Además está universidad tiene su sede en el Cesar, la cual todos conocemos.
Los actuales diputados deben evitar elegir a otro títere de Contralor departamental. Además de verse feo, hace daño al nombre de nuestra Duma Departamental.
Por: Quintín Quintero