Publicidad
Categorías
Categorías
Cultura - 15 noviembre, 2024

‘El cuento de Pedro’: La molinera

Sin embargo, La Molinera le saca el pretexto de que su propuesta era inaceptable por cuanto se había enterado de su matrimonio. Rafa contrajo matrimonio con La Maye un 24 de abril de 1951.

Rafael Escalona, compositor de música vallenata.
Rafael Escalona, compositor de música vallenata.
Boton Wpp

En 1949 el maestro Rafael Escalona Martínez, con ocasión de las fiestas religiosas realizadas en honor de la Virgen del Perpetuo Socorro; organizó una parranda vallenata en la residencia de Isaura Murgas Guerra; con sus amigos Carlos Murgas Puche, Efraín Muñoz, José Jorge  Muñoz, Erasmo Araujo, El Peye Arzuaga y Andrés Becerra Morón. 

Escalona aprovechó que en dicho recinto se encontraban hospedados los maestros Leandro Díaz y Carlos Huertas; en San Diego era la casa de confianza de Rafael por su reconocida amistad  con Hugo Alfonso Araujo Redondo quien junto con Juan Calderón y Antonio Brahin conformaban el trío de las  tres guitarras.

San Diego se preparó para atender a propios y visitantes que llegaron de todas partes de la provincia a gozar de las festividades patronales, entre ellos a una linda mujer, educadora e instructora de manualidades. Elsa Armenta; de 20 años, hermosa y esbelta logró cautivar la atención del maestro quien marcadamente mostró interés en la preciosa dama nacida en El Molino. Escalona quedó tan cautivado que le prometió a la Molinera que cuando pasara por el ramal entraría a visitarla. 

En  esa época era novedad viajar a la ciudad de Maracaibo a comercializar productos esenciales y de primera necesidad; producidos de manera natural y en grandes proporciones en la provincia de Valledupar.

Para Rafael  no fue ajeno copiar y seguir la tradición comercial de los hermanos Saúl y Federico Severini de Pivijay, de  Pepe Castro, Jorge Dangond Daza, de los hermanos Dámaso y Miguel Villazón de Valledupar, José Bolívar y Pipe Mattos y los hermanos José Vicente y Herminio Berardinelly de Barrancas; pioneros en el negocio comercial con Venezuela. Por ello decidió comprar un camión marca Chevrolet e iniciar su actividad para comercializar productos pecuarios hacia el vecino país por vuelta de Parguachón.

El maestro tenía el afán de construir riquezas; lógicamente sin dejar a un lado su hobby el de crear composiciones, le era fácil inspirarse para componer una canción sobre hechos relevantes que se le presentaban en su vida cotidiana más aún cuando en ella enmarcaba un sentimiento de profundo amor; era muy sensible cuando el corazón se le aceleraba y sentía que sus pupilas se dilataban al derretirse de amor e imaginar estar en los brazos de una linda señorita.

Escalona compraba cerdos en toda la provincia y llevaba su carga a Venezuela. cuando pasaba por el ramal del Molino se ponía a pensar que tan cerquita de ella, pero sin poderla mirar. Interiormente se hacía la promesa de que algún día pasaría por el ramal para ir a verla.

En 1950 ya Rafael pretendía a Marina Arzuaga Mejía; la musa e inspiración de muchas de sus canciones. Por ello cuando compró el Chevrolito lo primero que hizo fue ponerlo a su orden e invito a la Maye a conocer Venezuela.

“… Tengo un Chevrolito que compré para ir a Maracaibo a negociar. el puesto de alante te aparté y el que pida un cupo va es pa tras …”.

Marina le decía que no se hiciera ilusiones porque no estaba bien que una mujer decente se fuera de viaje con un hombre sin estar casados, además, sus padres querían que ella se casara con un profesional de prestigio. En esa época dedicarse a esa actividad comercial daba cierta importancia social. 

Soy el contrabandista que llegó de los mares de Aruba por aquí; tengo grandes tesoros para ti y mucho contrabando pa vender.

El que no tenga un diploma de bachiller eso no es na. Recoje Maye tus chismes y vamonó. yo puedo hacerte muy feliz porque mi Chevrolito te traerá a todo Maracaibo para ti”.

Sin embargo nunca dejó de pensar en la Molinera; en alguna ocasión tal como lo prometió, cruzó el ramal y llegó hasta el Molino a visitar a la linda señorita que había conocido  años atrás en San Diego; de presente le trajo de Maracaibo como regalo un lindo fajón para que adornara su cintura. En la época era novedad tener un carro por ello la dama al ver a Escalona llegar en su automotor sonriente y cortésmente lo recibe en su casa: 

Escalona con ganas de conquistar a la Molinera le dice: “… Si quieres te enseño a maneja en este carrito que compré; vamos a Maracaibo a negociá, la tierra del petróleo vas a ver. Ese fajoncito que te di;  no vayas a decir que te los di, que después la gente va a pensar que a punta de fajón te conseguí…”.

Sin embargo, La Molinera le saca el pretexto de que su propuesta era inaceptable por cuanto se había enterado de su matrimonio. Rafa contrajo matrimonio con La Maye un 24 de abril de 1951.

Escalona quien nunca se dejaba acorralar le responde: “… Porque sea casado eso no es na soy un hombre que te puede hacer feliz. Vamos a la frontera y más allá, la tierra del petróleo vas a ver… Vamos a Maracaibo a negociar y nadie se tiene que meter; la prenda más linda compraré para ti ya que tú naciste para mí…”.

Por: Pedro Norberto Castro Araujo.

Cultura
15 noviembre, 2024

‘El cuento de Pedro’: La molinera

Sin embargo, La Molinera le saca el pretexto de que su propuesta era inaceptable por cuanto se había enterado de su matrimonio. Rafa contrajo matrimonio con La Maye un 24 de abril de 1951.


Rafael Escalona, compositor de música vallenata.
Rafael Escalona, compositor de música vallenata.
Boton Wpp

En 1949 el maestro Rafael Escalona Martínez, con ocasión de las fiestas religiosas realizadas en honor de la Virgen del Perpetuo Socorro; organizó una parranda vallenata en la residencia de Isaura Murgas Guerra; con sus amigos Carlos Murgas Puche, Efraín Muñoz, José Jorge  Muñoz, Erasmo Araujo, El Peye Arzuaga y Andrés Becerra Morón. 

Escalona aprovechó que en dicho recinto se encontraban hospedados los maestros Leandro Díaz y Carlos Huertas; en San Diego era la casa de confianza de Rafael por su reconocida amistad  con Hugo Alfonso Araujo Redondo quien junto con Juan Calderón y Antonio Brahin conformaban el trío de las  tres guitarras.

San Diego se preparó para atender a propios y visitantes que llegaron de todas partes de la provincia a gozar de las festividades patronales, entre ellos a una linda mujer, educadora e instructora de manualidades. Elsa Armenta; de 20 años, hermosa y esbelta logró cautivar la atención del maestro quien marcadamente mostró interés en la preciosa dama nacida en El Molino. Escalona quedó tan cautivado que le prometió a la Molinera que cuando pasara por el ramal entraría a visitarla. 

En  esa época era novedad viajar a la ciudad de Maracaibo a comercializar productos esenciales y de primera necesidad; producidos de manera natural y en grandes proporciones en la provincia de Valledupar.

Para Rafael  no fue ajeno copiar y seguir la tradición comercial de los hermanos Saúl y Federico Severini de Pivijay, de  Pepe Castro, Jorge Dangond Daza, de los hermanos Dámaso y Miguel Villazón de Valledupar, José Bolívar y Pipe Mattos y los hermanos José Vicente y Herminio Berardinelly de Barrancas; pioneros en el negocio comercial con Venezuela. Por ello decidió comprar un camión marca Chevrolet e iniciar su actividad para comercializar productos pecuarios hacia el vecino país por vuelta de Parguachón.

El maestro tenía el afán de construir riquezas; lógicamente sin dejar a un lado su hobby el de crear composiciones, le era fácil inspirarse para componer una canción sobre hechos relevantes que se le presentaban en su vida cotidiana más aún cuando en ella enmarcaba un sentimiento de profundo amor; era muy sensible cuando el corazón se le aceleraba y sentía que sus pupilas se dilataban al derretirse de amor e imaginar estar en los brazos de una linda señorita.

Escalona compraba cerdos en toda la provincia y llevaba su carga a Venezuela. cuando pasaba por el ramal del Molino se ponía a pensar que tan cerquita de ella, pero sin poderla mirar. Interiormente se hacía la promesa de que algún día pasaría por el ramal para ir a verla.

En 1950 ya Rafael pretendía a Marina Arzuaga Mejía; la musa e inspiración de muchas de sus canciones. Por ello cuando compró el Chevrolito lo primero que hizo fue ponerlo a su orden e invito a la Maye a conocer Venezuela.

“… Tengo un Chevrolito que compré para ir a Maracaibo a negociar. el puesto de alante te aparté y el que pida un cupo va es pa tras …”.

Marina le decía que no se hiciera ilusiones porque no estaba bien que una mujer decente se fuera de viaje con un hombre sin estar casados, además, sus padres querían que ella se casara con un profesional de prestigio. En esa época dedicarse a esa actividad comercial daba cierta importancia social. 

Soy el contrabandista que llegó de los mares de Aruba por aquí; tengo grandes tesoros para ti y mucho contrabando pa vender.

El que no tenga un diploma de bachiller eso no es na. Recoje Maye tus chismes y vamonó. yo puedo hacerte muy feliz porque mi Chevrolito te traerá a todo Maracaibo para ti”.

Sin embargo nunca dejó de pensar en la Molinera; en alguna ocasión tal como lo prometió, cruzó el ramal y llegó hasta el Molino a visitar a la linda señorita que había conocido  años atrás en San Diego; de presente le trajo de Maracaibo como regalo un lindo fajón para que adornara su cintura. En la época era novedad tener un carro por ello la dama al ver a Escalona llegar en su automotor sonriente y cortésmente lo recibe en su casa: 

Escalona con ganas de conquistar a la Molinera le dice: “… Si quieres te enseño a maneja en este carrito que compré; vamos a Maracaibo a negociá, la tierra del petróleo vas a ver. Ese fajoncito que te di;  no vayas a decir que te los di, que después la gente va a pensar que a punta de fajón te conseguí…”.

Sin embargo, La Molinera le saca el pretexto de que su propuesta era inaceptable por cuanto se había enterado de su matrimonio. Rafa contrajo matrimonio con La Maye un 24 de abril de 1951.

Escalona quien nunca se dejaba acorralar le responde: “… Porque sea casado eso no es na soy un hombre que te puede hacer feliz. Vamos a la frontera y más allá, la tierra del petróleo vas a ver… Vamos a Maracaibo a negociar y nadie se tiene que meter; la prenda más linda compraré para ti ya que tú naciste para mí…”.

Por: Pedro Norberto Castro Araujo.