Una canción especial grabada en el año 1978 por El Binomio de Oro, de la autoría de Fernando Meneses Romero, incluida en el álbum ‘Los Elegidos’, que con una esencia literaria fabulosa nos dice: “Tengo un corazón alegre, como una fiesta de pueblo, pero si te vas mi negra, no habrá nada que lo alegre, solo vestirá de duelo”.
Una canción especial grabada en el año 1978 por El Binomio de Oro, de la autoría de Fernando Meneses Romero, incluida en el álbum ‘Los Elegidos’, que con una esencia literaria fabulosa nos dice: “Tengo un corazón alegre, como una fiesta de pueblo, pero si te vas mi negra, no habrá nada que lo alegre, solo vestirá de duelo”.
Y continúa Meneses en un interés fabuloso de definir la alegría de la vida, pero también el dolor que genera sentir morir el amor: “Trinan pájaros cantores cuando el amor va naciendo; buitres amenazadores vuelan sobre corazones si el amor se está muriendo”.
Es que tener el corazón alegre como una fiesta de pueblo es la manera sublime para expresar que no hay felicidad más profunda que una fiesta de pueblo.
Escuchamos alegres rondas de trinar de pajaritos cuando el amor va llenando los recuerdos y lo presente.
Eso sucede justamente en un pueblo alegre, se viste de felicidad para recibir al hijo que está por fuera, al foráneo que le visita por primera vez, o al que, enamorado de su calidez, vuelve a tomarse otra foto en sus monumentos.
Propios y visitantes se unen en un abrazo entrañable y sincero y se rescata la cofradía, se brinda a la salud del que llega y se convierten todos en anfitriones de lujo en atención y querer.
El pasado 1 de noviembre, día de todos los Santos, mi cumpleaños, hasta el domingo 3, Chinú se vistió de gala para recibir a sus ilustres huéspedes; se desarrolló el 35 festival de Acordeoneros y Compositores que justamente lo llamaron “Vuelve nuestro festival”.
Todo un equipo de trabajadores de la cultura, encabezado por el señor alcalde Roberto Ramírez Trujillo, quien se comprometió y se puso la camiseta para darle un toque de distinción al evento; el presidente del festival, el abogado y músico Rolando Morales Zabala, que de igual forma se tomó a pecho esta loable labor de mostrar la mejor imagen de su festival.
Pero si a alguien se le debe dar un reconocimiento súper especial es a “La seño” Yaneth Álvarez Montiel, vicepresidente del festival, una mujer incansable, una trabajadora de la cultura con baterías triple A, recargadas al full, con una carga extra, su distinguido esposo William Álvarez, que sin ser parte de la fundación, es parte de la recarga de su esposa a quien ayuda y sostiene cuando la domina el desasosiego y no ve otra opción que tirar la toalla.
Luchadora, incansable, honesta, una mujer de ‘armas tomar’ que va de frente y sin tapujos y que nada le queda grande, todo lo hace justo a la medida de sus capacidades y lo mejor, lo hace con amor.
Este festival, la versión 35 del año 2024, le brindó un homenaje al cantor Peter Manjarrez y a dos ilustres hijos del pueblo, Orlando Díaz y Edgar ‘El Chicho’ Bárcenas; que recogen con alegría el fruto de su empeño y dedicación a la cultura de su pueblo: Chinú, un pueblo que representa la idiosincrasia del hombre pujante y trabajador; de la mujer aguerrida que demuestra capacidad y pujanza.
El pueblo se vistió de alegría y, bendecido por su cultura, se entregó a la propuesta de brindar amor sin mirar a quien.
Dos grandes invitados, Poncho Zuleta y el Cocha Molina brindaron de su talento, respondió el homenajeado Peter Manjarrés, vino Diego Daza, la Banda del Cinco y los internacionales Rikarena; en cada concurso de acordeoneros y compositores se entregaron en una sana competencia a dar lo mejor a un pueblo que sabe de calidad y exige lo mejor.
Y se barajaron nombres de nivel que le dieron altura a los diferentes concursos.
Royer Díaz Campillo, de La Apartada, se alzó con la corona de rey, categoría profesional; en segundo lugar Julián Rojas de Villanueva y José González Trujillo, ‘El Zorrillo’ de Cartagena, ocupó el tercer puesto; Nemer Tetay de Valledupar y Roque Bermejo Urzola cerraron los cinco finalistas de esta categoría.
Bienvenida la fiesta para alegrar los corazones de la gente de un pueblo ávido de amor y cultura. Que se repitan muchos festivales más y que el pueblo lo disfrute, es la razón de ser. Sólo Eso.
Por: Eduardo Santos Ortega Vergara.
Una canción especial grabada en el año 1978 por El Binomio de Oro, de la autoría de Fernando Meneses Romero, incluida en el álbum ‘Los Elegidos’, que con una esencia literaria fabulosa nos dice: “Tengo un corazón alegre, como una fiesta de pueblo, pero si te vas mi negra, no habrá nada que lo alegre, solo vestirá de duelo”.
Una canción especial grabada en el año 1978 por El Binomio de Oro, de la autoría de Fernando Meneses Romero, incluida en el álbum ‘Los Elegidos’, que con una esencia literaria fabulosa nos dice: “Tengo un corazón alegre, como una fiesta de pueblo, pero si te vas mi negra, no habrá nada que lo alegre, solo vestirá de duelo”.
Y continúa Meneses en un interés fabuloso de definir la alegría de la vida, pero también el dolor que genera sentir morir el amor: “Trinan pájaros cantores cuando el amor va naciendo; buitres amenazadores vuelan sobre corazones si el amor se está muriendo”.
Es que tener el corazón alegre como una fiesta de pueblo es la manera sublime para expresar que no hay felicidad más profunda que una fiesta de pueblo.
Escuchamos alegres rondas de trinar de pajaritos cuando el amor va llenando los recuerdos y lo presente.
Eso sucede justamente en un pueblo alegre, se viste de felicidad para recibir al hijo que está por fuera, al foráneo que le visita por primera vez, o al que, enamorado de su calidez, vuelve a tomarse otra foto en sus monumentos.
Propios y visitantes se unen en un abrazo entrañable y sincero y se rescata la cofradía, se brinda a la salud del que llega y se convierten todos en anfitriones de lujo en atención y querer.
El pasado 1 de noviembre, día de todos los Santos, mi cumpleaños, hasta el domingo 3, Chinú se vistió de gala para recibir a sus ilustres huéspedes; se desarrolló el 35 festival de Acordeoneros y Compositores que justamente lo llamaron “Vuelve nuestro festival”.
Todo un equipo de trabajadores de la cultura, encabezado por el señor alcalde Roberto Ramírez Trujillo, quien se comprometió y se puso la camiseta para darle un toque de distinción al evento; el presidente del festival, el abogado y músico Rolando Morales Zabala, que de igual forma se tomó a pecho esta loable labor de mostrar la mejor imagen de su festival.
Pero si a alguien se le debe dar un reconocimiento súper especial es a “La seño” Yaneth Álvarez Montiel, vicepresidente del festival, una mujer incansable, una trabajadora de la cultura con baterías triple A, recargadas al full, con una carga extra, su distinguido esposo William Álvarez, que sin ser parte de la fundación, es parte de la recarga de su esposa a quien ayuda y sostiene cuando la domina el desasosiego y no ve otra opción que tirar la toalla.
Luchadora, incansable, honesta, una mujer de ‘armas tomar’ que va de frente y sin tapujos y que nada le queda grande, todo lo hace justo a la medida de sus capacidades y lo mejor, lo hace con amor.
Este festival, la versión 35 del año 2024, le brindó un homenaje al cantor Peter Manjarrez y a dos ilustres hijos del pueblo, Orlando Díaz y Edgar ‘El Chicho’ Bárcenas; que recogen con alegría el fruto de su empeño y dedicación a la cultura de su pueblo: Chinú, un pueblo que representa la idiosincrasia del hombre pujante y trabajador; de la mujer aguerrida que demuestra capacidad y pujanza.
El pueblo se vistió de alegría y, bendecido por su cultura, se entregó a la propuesta de brindar amor sin mirar a quien.
Dos grandes invitados, Poncho Zuleta y el Cocha Molina brindaron de su talento, respondió el homenajeado Peter Manjarrés, vino Diego Daza, la Banda del Cinco y los internacionales Rikarena; en cada concurso de acordeoneros y compositores se entregaron en una sana competencia a dar lo mejor a un pueblo que sabe de calidad y exige lo mejor.
Y se barajaron nombres de nivel que le dieron altura a los diferentes concursos.
Royer Díaz Campillo, de La Apartada, se alzó con la corona de rey, categoría profesional; en segundo lugar Julián Rojas de Villanueva y José González Trujillo, ‘El Zorrillo’ de Cartagena, ocupó el tercer puesto; Nemer Tetay de Valledupar y Roque Bermejo Urzola cerraron los cinco finalistas de esta categoría.
Bienvenida la fiesta para alegrar los corazones de la gente de un pueblo ávido de amor y cultura. Que se repitan muchos festivales más y que el pueblo lo disfrute, es la razón de ser. Sólo Eso.
Por: Eduardo Santos Ortega Vergara.