Las bajas ventas tienen desesperados a los comerciantes de Valledupar. Un ligero recorrido por la carrera séptima y otros lugares comerciales de la ciudad permitió conocer detalles de la crisis que afronta en estos momentos el gremio del comercio vallenato, el sector más generador de empleo...
Las bajas ventas tienen desesperados a los comerciantes de Valledupar. Un ligero recorrido por la carrera séptima y otros lugares comerciales de la ciudad permitió conocer detalles de la crisis que afronta en estos momentos el gremio del comercio vallenato, el sector más generador de empleo.
El lamento es general, las pocas ventas no compensan los gastos e inversiones del día a día. “La gente no tiene plata, no estamos haciendo ni para pagar a los empleados, esto nos tiene muy preocupados porque vemos que en promedio semanal por lo menos un negocio se cierra en Valledupar y el que no cierra tiene que despedir a uno o a la mayoría de sus empleados”, dijo en tono angustiado un comerciante. El número de locales comerciales en arriendo o venta muestra el nivel de la crisis.
Y ese mismo impacto negativo se extiende a muchos otros sectores, al momento de la conversación con el comerciante, un pequeño camión furgón regresaba cargado de víveres tras un intento fallido de vender su mercancía en varios pueblos y municipalidades del Cesar y de otros departamentos vecinos.
Tal como lo registramos en el editorial del pasado 25 junio, se trata de una crisis económica estructural en Valledupar y todo el Cesar que nos tiene rezagado frente a los promedios de crecimiento económico de la media nacional, pero es notable que puntualmente el sector comercio es uno de los más afectado en medio de este fenómeno. Especialmente cuando la pobreza monetaria (el dinero contante y sonante en el bolsillo) es muy alta, aunque como lo hemos mencionado la pobreza ‘multidimensional ‘no es tanta (pues la gente goza de bienes públicos de infraestructura como parques, escenarios deportivos, colegios o clínicas)
Es el sector comercial el primer eslabón de afectación de la cadena productiva, si hay auge económico de manera inmediata se refleja en los establecimientos comerciales y viceversa; por ello que se requieren acciones y estrategias locales que permita su reactivación. Los intentos del orden municipal no han sido suficientes. Estamos atentos a que el nuevo gobierno arranque con decisión ya aprobado su plan de desarrollo.
Entre estos intentos está el convenio de cooperación entre la Terminal de Transporte de Valledupar y la Cámara de Comercio, el impulso a los sectores productivos y contribuir a la legalidad, formalización y apoyo institucional. Otro intento es el de Fenalco que durante el pasado fin de semana puso en marcha la estrategia conocida como ‘La Primatón’ en aprovechamiento del pago de las primas de junio para estimular las compras.
Así se esperaba un repunte en las ventas, por lo menos, en un 20 % con relación al año anterior, falta esperar que se conozcan las cifras exactas, pero al decir de muchos comerciantes las expectativas no se cumplieron.
Por otro lado, el Comité Intergremial del Cesar, CIDC, preocupado por la cancelación reiterada de vuelos a Valledupar por parte de Avianca, solicitó que se habilite la operación de la aerolínea estatal Satena e hizo un llamado a la competencia leal en el servicio de trasporte aéreo. Sin duda que esta es otra situación que nos está afectando.
Lo que vemos por ahora son acciones aisladas cuando lo que en realidad se requiere es un proceso integral y planificado a corto, mediano y largo plazo que permita garantizar la estabilidad del sector comercial que es la base de toda economía.
Las bajas ventas tienen desesperados a los comerciantes de Valledupar. Un ligero recorrido por la carrera séptima y otros lugares comerciales de la ciudad permitió conocer detalles de la crisis que afronta en estos momentos el gremio del comercio vallenato, el sector más generador de empleo...
Las bajas ventas tienen desesperados a los comerciantes de Valledupar. Un ligero recorrido por la carrera séptima y otros lugares comerciales de la ciudad permitió conocer detalles de la crisis que afronta en estos momentos el gremio del comercio vallenato, el sector más generador de empleo.
El lamento es general, las pocas ventas no compensan los gastos e inversiones del día a día. “La gente no tiene plata, no estamos haciendo ni para pagar a los empleados, esto nos tiene muy preocupados porque vemos que en promedio semanal por lo menos un negocio se cierra en Valledupar y el que no cierra tiene que despedir a uno o a la mayoría de sus empleados”, dijo en tono angustiado un comerciante. El número de locales comerciales en arriendo o venta muestra el nivel de la crisis.
Y ese mismo impacto negativo se extiende a muchos otros sectores, al momento de la conversación con el comerciante, un pequeño camión furgón regresaba cargado de víveres tras un intento fallido de vender su mercancía en varios pueblos y municipalidades del Cesar y de otros departamentos vecinos.
Tal como lo registramos en el editorial del pasado 25 junio, se trata de una crisis económica estructural en Valledupar y todo el Cesar que nos tiene rezagado frente a los promedios de crecimiento económico de la media nacional, pero es notable que puntualmente el sector comercio es uno de los más afectado en medio de este fenómeno. Especialmente cuando la pobreza monetaria (el dinero contante y sonante en el bolsillo) es muy alta, aunque como lo hemos mencionado la pobreza ‘multidimensional ‘no es tanta (pues la gente goza de bienes públicos de infraestructura como parques, escenarios deportivos, colegios o clínicas)
Es el sector comercial el primer eslabón de afectación de la cadena productiva, si hay auge económico de manera inmediata se refleja en los establecimientos comerciales y viceversa; por ello que se requieren acciones y estrategias locales que permita su reactivación. Los intentos del orden municipal no han sido suficientes. Estamos atentos a que el nuevo gobierno arranque con decisión ya aprobado su plan de desarrollo.
Entre estos intentos está el convenio de cooperación entre la Terminal de Transporte de Valledupar y la Cámara de Comercio, el impulso a los sectores productivos y contribuir a la legalidad, formalización y apoyo institucional. Otro intento es el de Fenalco que durante el pasado fin de semana puso en marcha la estrategia conocida como ‘La Primatón’ en aprovechamiento del pago de las primas de junio para estimular las compras.
Así se esperaba un repunte en las ventas, por lo menos, en un 20 % con relación al año anterior, falta esperar que se conozcan las cifras exactas, pero al decir de muchos comerciantes las expectativas no se cumplieron.
Por otro lado, el Comité Intergremial del Cesar, CIDC, preocupado por la cancelación reiterada de vuelos a Valledupar por parte de Avianca, solicitó que se habilite la operación de la aerolínea estatal Satena e hizo un llamado a la competencia leal en el servicio de trasporte aéreo. Sin duda que esta es otra situación que nos está afectando.
Lo que vemos por ahora son acciones aisladas cuando lo que en realidad se requiere es un proceso integral y planificado a corto, mediano y largo plazo que permita garantizar la estabilidad del sector comercial que es la base de toda economía.