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General - 10 julio, 2019

Cultivar una nueva vida, porvenir de Los Encantos

El Ministerio del Trabajo, el PNUD y la organización Asoproagro adelantan un proyecto en la vereda Los Encantos, municipio de La Paz, como proceso de reparación de víctimas del conflicto armado.

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A dos horas de Valledupar, atravesando gran parte de un camino de herradura, se encuentra la vereda Los Encantos, jurisdicción del municipio de La Paz, donde habitan campesinos que sufrieron embates del conflicto armado y que en la actualidad la vida les sonríe gracias a un proyecto financiado y asesorado por el Ministerio del Trabajo y del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Pnud.

La iniciativa beneficia a 55 integrantes (18 mujeres y 37 hombres) de la Asociación de Productores Agropecuarios, Asoproagro, está desde junio del 2017 y dota de insumos para cultivar, fortaleciendo la organización en los aspectos social, técnico, organizativo y comercial.

Foto: Annelise Barriga

A través de la asistencia técnica el agricultor comienza a tener una mentalidad empresarial, donde la combinación de los factores de producción, tierra, trabajo y capital le sea eficiente para obtener una mayor producción y calidad en el producto para de esta forma ser sostenibles, productivos y competitivos en el mercado.

Cultivos como el de cacao impactan positivamente a las familias. Al ser un sistema agro forestal el de cacao favorece su sustento a largo plazo puesto que se utilizan plantas perennes como componente principal, plátano como cultivo transitorio, y forestales como componentes permanentes.

El representante legal de Asoproagro, Robins Sánchez Morón, subrayó: “Nos apoyan con tres líneas productivas (aguacate, plátano y cacao); hay otros cultivos frutales transitorios como lulo, maracuyá, mora, entre otros. Somos 74 asociados, pero en el proyecto hay 55 personas. Este proyecto nos ha cambiado la vida; nosotros vivimos mucho tiempo trabajando con nuestras propias fuerzas y conocimiento. El clima y la tierra han cambiado mucho, por lo que estábamos en la obligación de cambiar bajo la asesoría de expertos; estamos tratando de renovar los cultivos. Estos dos años han sido de establecimiento de cultivo y sostenimiento; empezamos a comercializar los frutales y el plátano. Creemos que podemos ir hasta marzo del 2020”.

En lo relacionado con la comercialización, la organización logró a través del proyecto tener un espacio físico en la plaza de mercado de La Paz, escenario que le permite vender los productos directamente al consumidor final, cortando los intermediarios, favoreciendo así el valor pagado al productor. De igual forma, se está haciendo un acuerdo con la Nacional de Chocolates para la venta del cacao.

VOZ DE LOS BENEFICIARIOS

-José Manuel Farelo Carvajal: “Siempre he trabajado en labores del campo puesto que tengo la dicha de tener este pedazo de tierra. Fuimos bastante sufridos en la época de la violencia, gracias a Dios ese fenómeno ha bajado bastante. Este proyecto es como un premio por aquellos momentos amargos, el cual he aprovechado al máximo a tal punto que mis cultivos hacen parte de la parcela demostrativa. Son tres hectáreas: una de aguacate (con 220 plantas), una de plátano (con 100 árboles) y una de cacao (con 100 árboles). El nivel de vida ha mejorado bastante; llevo cerca de 14 mil plátanos cortados, lo que ha generado un flujo de caja para la subsistencia de mi familia; ahora la esperanza es el cacao, que como decimos los campesinos es ‘la vaquita’ del pobre”.

-Wilson Sánchez Quintana: “El apoyo del Ministerio de Trabajo y del PNUD ha sido muy bueno; en toda la vida que he vivido en Los Encantos por primera vez llega un proyecto tan grande como este para el beneficio de los campesinos. Ellos nos apoyan en asesoría técnica, insumos y charlas. Antes cultivaba, pero no tenía el acompañamiento necesario para el mantenimiento de los cultivos. Ahora tengo 1.000 palos de cacao, 180 palos de aguacate y 100 palos de plátano”.

-Ciro Alfonso Ropero: “Estoy muy agradecido por el proyecto que llegó a esta región que me permite tener mi parcela bien arreglada. Dejé a un lado ser víctima, aunque la verdad al gobierno le falta mucho para compensar lo que nos hicieron porque perdí todo y me tocó empezar desde cero. Estoy cultivando cacao (4.000 matas), plátano (4.000 matas), café (20.000), aguacate (200 matas) en mis 15 hectáreas”.

Foto: Annelise Barriga

Por: Annelise Barriga Ramirez / EL PILÓN
[email protected]

General
10 julio, 2019

Cultivar una nueva vida, porvenir de Los Encantos

El Ministerio del Trabajo, el PNUD y la organización Asoproagro adelantan un proyecto en la vereda Los Encantos, municipio de La Paz, como proceso de reparación de víctimas del conflicto armado.


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A dos horas de Valledupar, atravesando gran parte de un camino de herradura, se encuentra la vereda Los Encantos, jurisdicción del municipio de La Paz, donde habitan campesinos que sufrieron embates del conflicto armado y que en la actualidad la vida les sonríe gracias a un proyecto financiado y asesorado por el Ministerio del Trabajo y del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Pnud.

La iniciativa beneficia a 55 integrantes (18 mujeres y 37 hombres) de la Asociación de Productores Agropecuarios, Asoproagro, está desde junio del 2017 y dota de insumos para cultivar, fortaleciendo la organización en los aspectos social, técnico, organizativo y comercial.

Foto: Annelise Barriga

A través de la asistencia técnica el agricultor comienza a tener una mentalidad empresarial, donde la combinación de los factores de producción, tierra, trabajo y capital le sea eficiente para obtener una mayor producción y calidad en el producto para de esta forma ser sostenibles, productivos y competitivos en el mercado.

Cultivos como el de cacao impactan positivamente a las familias. Al ser un sistema agro forestal el de cacao favorece su sustento a largo plazo puesto que se utilizan plantas perennes como componente principal, plátano como cultivo transitorio, y forestales como componentes permanentes.

El representante legal de Asoproagro, Robins Sánchez Morón, subrayó: “Nos apoyan con tres líneas productivas (aguacate, plátano y cacao); hay otros cultivos frutales transitorios como lulo, maracuyá, mora, entre otros. Somos 74 asociados, pero en el proyecto hay 55 personas. Este proyecto nos ha cambiado la vida; nosotros vivimos mucho tiempo trabajando con nuestras propias fuerzas y conocimiento. El clima y la tierra han cambiado mucho, por lo que estábamos en la obligación de cambiar bajo la asesoría de expertos; estamos tratando de renovar los cultivos. Estos dos años han sido de establecimiento de cultivo y sostenimiento; empezamos a comercializar los frutales y el plátano. Creemos que podemos ir hasta marzo del 2020”.

En lo relacionado con la comercialización, la organización logró a través del proyecto tener un espacio físico en la plaza de mercado de La Paz, escenario que le permite vender los productos directamente al consumidor final, cortando los intermediarios, favoreciendo así el valor pagado al productor. De igual forma, se está haciendo un acuerdo con la Nacional de Chocolates para la venta del cacao.

VOZ DE LOS BENEFICIARIOS

-José Manuel Farelo Carvajal: “Siempre he trabajado en labores del campo puesto que tengo la dicha de tener este pedazo de tierra. Fuimos bastante sufridos en la época de la violencia, gracias a Dios ese fenómeno ha bajado bastante. Este proyecto es como un premio por aquellos momentos amargos, el cual he aprovechado al máximo a tal punto que mis cultivos hacen parte de la parcela demostrativa. Son tres hectáreas: una de aguacate (con 220 plantas), una de plátano (con 100 árboles) y una de cacao (con 100 árboles). El nivel de vida ha mejorado bastante; llevo cerca de 14 mil plátanos cortados, lo que ha generado un flujo de caja para la subsistencia de mi familia; ahora la esperanza es el cacao, que como decimos los campesinos es ‘la vaquita’ del pobre”.

-Wilson Sánchez Quintana: “El apoyo del Ministerio de Trabajo y del PNUD ha sido muy bueno; en toda la vida que he vivido en Los Encantos por primera vez llega un proyecto tan grande como este para el beneficio de los campesinos. Ellos nos apoyan en asesoría técnica, insumos y charlas. Antes cultivaba, pero no tenía el acompañamiento necesario para el mantenimiento de los cultivos. Ahora tengo 1.000 palos de cacao, 180 palos de aguacate y 100 palos de plátano”.

-Ciro Alfonso Ropero: “Estoy muy agradecido por el proyecto que llegó a esta región que me permite tener mi parcela bien arreglada. Dejé a un lado ser víctima, aunque la verdad al gobierno le falta mucho para compensar lo que nos hicieron porque perdí todo y me tocó empezar desde cero. Estoy cultivando cacao (4.000 matas), plátano (4.000 matas), café (20.000), aguacate (200 matas) en mis 15 hectáreas”.

Foto: Annelise Barriga

Por: Annelise Barriga Ramirez / EL PILÓN
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