La Policía Ambiental exhorta a la comunidad a no comercializar ni consumir especies silvestres, teniendo en cuenta que en su gran mayoría son especies en vía de extinción.
Mientras que algunas personas se deleitan en estos días con manjares en sus mesas, algunas especies animales en vía de extinción sufren por la forma inhumana y desenfrenada con las que son capturadas y comercializadas.
La iguana es una de ellas. Tras fracturar las articulaciones de sus dedos para evitar que escape, su captor la acuesta boca arriba y le abre el vientre con un cuchillo para extraer sus huevos. Él rellena su abdomen con arena, tierra o cenizas (para compensar el peso perdido), la cose, suelta los improvisados amarres y la deja libre. Este animal no podrá volver a caminar y morirá extenuada, bien sea por el sol o por la contaminación interna.
Ante el consumo masivo en Semana Santa de esta especie propia de la región y de otras como la tortuga hicotea, el conejo, el chigüiro y la guartinaja, entre otras, la Policía Ambiental lidera la campaña ‘Vive Semana Santa en Paz con la Naturaleza’.
“Por la idiosincrasia de la comunidad, muchas personas tienden para esta fecha consumir especies silvestres, es por ello que la Policía Nacional ejerce controles intensivos en las entradas de Valledupar, en la plaza de Mercado y en los diferentes sitios donde se comercializa comida. La invitación que le extendemos a la población es a no consumir ni comercializar con especies en vía de extinción”, explicó la comisaria Adolfina Gómez, del grupo de Protección Ambiental y Ecológica de la Policía.
Enfatizó que las personas que comercialicen especies silvestres cometen un delito contra los recursos naturales. “El simple hecho que extraiga a un animal de su habitad natural ya está cometiendo el delito, lo cual oscila desde los seis meses a tres años de prisión”, acotó.
Para Gómez es preocupante como son transportadas especies como las iguanas, argumentando que “cuando vienen represadas en costales, en forma de camuflaje en los diferentes medios de transporte, muchas de estas especies no logran ser salvadas por el ahogamiento, por la forma en que las amarran y las cuelgan de los tendones”.
Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN
La Policía Ambiental exhorta a la comunidad a no comercializar ni consumir especies silvestres, teniendo en cuenta que en su gran mayoría son especies en vía de extinción.
Mientras que algunas personas se deleitan en estos días con manjares en sus mesas, algunas especies animales en vía de extinción sufren por la forma inhumana y desenfrenada con las que son capturadas y comercializadas.
La iguana es una de ellas. Tras fracturar las articulaciones de sus dedos para evitar que escape, su captor la acuesta boca arriba y le abre el vientre con un cuchillo para extraer sus huevos. Él rellena su abdomen con arena, tierra o cenizas (para compensar el peso perdido), la cose, suelta los improvisados amarres y la deja libre. Este animal no podrá volver a caminar y morirá extenuada, bien sea por el sol o por la contaminación interna.
Ante el consumo masivo en Semana Santa de esta especie propia de la región y de otras como la tortuga hicotea, el conejo, el chigüiro y la guartinaja, entre otras, la Policía Ambiental lidera la campaña ‘Vive Semana Santa en Paz con la Naturaleza’.
“Por la idiosincrasia de la comunidad, muchas personas tienden para esta fecha consumir especies silvestres, es por ello que la Policía Nacional ejerce controles intensivos en las entradas de Valledupar, en la plaza de Mercado y en los diferentes sitios donde se comercializa comida. La invitación que le extendemos a la población es a no consumir ni comercializar con especies en vía de extinción”, explicó la comisaria Adolfina Gómez, del grupo de Protección Ambiental y Ecológica de la Policía.
Enfatizó que las personas que comercialicen especies silvestres cometen un delito contra los recursos naturales. “El simple hecho que extraiga a un animal de su habitad natural ya está cometiendo el delito, lo cual oscila desde los seis meses a tres años de prisión”, acotó.
Para Gómez es preocupante como son transportadas especies como las iguanas, argumentando que “cuando vienen represadas en costales, en forma de camuflaje en los diferentes medios de transporte, muchas de estas especies no logran ser salvadas por el ahogamiento, por la forma en que las amarran y las cuelgan de los tendones”.
Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN