‘La Cacica’, bautizada así por el periodista Hernando Giraldo por su liderazgo en la zona, fue clave para que hoy la música vallenata sea conocida en todo el mundo.
Un primero de agosto de 1940 nació en Valledupar la mujer que con su constancia, empeño, buenas relaciones y empuje logró que el vallenato fuera grande y reconocido, no solo en la región o el país, sino en el mundo entero. Se trata de Consuelo Araujonoguera, quien hoy estaría cumpliendo 80 años de no ser por el hecho infortunado de su secuestro y muerte a manos de las Farc en el mes de septiembre del 2001.
Lee también: ‘El último sueño de ‘La Cacica’, Consuelo Araujonoguera
Ella fue un ícono vallenato; fue política, escritora y gestora cultural, quien se destacó en cada faceta que emprendía. ‘La Cacica’, bautizada así por el periodista Hernando Giraldo por su liderazgo en la zona, fue clave para que hoy la música vallenata sea conocida en todo el mundo y para que el baile del pilón tuviera el auge que logró al ser incluido en la inauguración del Festival de la Leyenda Vallenata.
Consuelo unió el folclor con la política. De acuerdo a los que la conocieron, sus mejores aliados eran los personajes de la vida nacional. En la casona de su exesposo Hernando Molina Céspedes se alojaban (todavía lo hacen) presidentes, ministros, escritores reconocidos como Gabriel García Márquez y muchas personas que querían disfrutar una buena parranda vallenata.
En medio de las notas del acordeón se iba tejiendo la política local; de allí salían alcaldes, gobernadores, candidatos a altos cargos, en fin… se hablaba de todo y muchas veces se decía la última palabra en materia política.
De acuerdo con uno de sus biógrafos, Juan Rincón, Consuelo publicó durante 22 años la columna ‘La Carta Vallenata’ en el periódico El Espectador, en el año 1973 presentó su primer libro ‘Vallenatología’; en el año 1988 publicó el libro ‘Escalona, el hombre y el mito’, donde se describen las características, personalidad, secretos y sentimientos del compositor Rafael Escalona Martínez; y en 1994 publicó el libro ‘Lexicón del Valle de Upar’, donde plasmó voces, modismos, giros, interjecciones, locuciones, dichos, refranes y coplas del habla popular vallenata.
Consuelo fue la creadora y única directora del programa radial ‘La Cacica comenta’ entre 1983 y 1989 en la emisora que adquirió su familia bajo la firma ‘Vallenatos Asociados LTDA’ en 1987, hoy Radio Guatapurí se mantiene como la emisora más influyente y con más tradición en el Cesar; varias, de igual edad o más longevas no resistieron y sucumbieron al paso del tiempo. Su espacio era de 30 minutos, de 12:30 de la tarde a 1 de la tarde; este programa le sirvió de plataforma para contradecir a políticos, denunciar actos de corrupción, acercarse al público e impulsar el folclor de la música vallenata y otros temas culturales, tal como lo expresó la comunicadora social Ana María Ferrer.
No dejes de leer: Las hazañas irrepetibles de Consuelo Araujonoguera
Consuelo Araújonoguera dejó a medias lo que ella concibió como la gran oportunidad de tener una cadena radial, en la actualidad su hijo Andrés Alfredo heredero de su pasión por la radio, dirige en destacado encargo en honor a su madre, a Radio Guatapurí en los 740 de Amplitud Modulada y Cacica Stereo, un sonoro e imperecedero nombre que rinde un homenaje a su madre.
La escritora Mary Daza la recuerda con mucho cariño y admiración. “Fue una mujer que se plantó con paso firme en el Cesar y enseñó lo que era la honradez, la lucha por los sueños y la lucha por la defensa de los ideales; era una mujer devota a la virgen y supremamente inteligente. Pasará mucho tiempo para que exista alguien en la región con sus características”, rememoró.
Frente a su papel como integrante de medios de comunicación, aseguró que fue autodidacta en el oficio y que tenía algo importante que debe tener todo periodista: la defensa de la verdad.
Para la comunicadora social Nubia Mejía, siempre fue una “hada madrina” para el periodismo con las jóvenes de esa época, asegurando: “Nos corregía hasta la firma de un papel. Nos hacía eventos y si no teníamos para hoteles los pagaba o nos prestaba su casa y nos hacía almuerzo para el invitado especial con el grupo de periodistas. Manejaba muy bien la gramática; era cuidadosa con la redacción, los tiempos y los verbos. Era muy solidaria con el gremio de periodistas, por lo que todos los días la extrañaremos y recordaremos como una persona que nos abrió puertas y nos apoyaba”.
Entre los hechos curiosos que recuerda es que la señora Mirella, la mayor de sus hermanos, le contó que ‘La Cacica’ tenía 16 años cuan ella usaba ‘media media’ (la de colegio que iba hasta las rodillas) porque era la menor de la casa, “pero de la noche a la mañana se las quitó, no las volvió a usar y se puso a trabajar porque en ese tiempo trabajaban las mujeres para que los hombres se educaran; allí empezó a aportar a su casa”, acotó.
Otro aspecto destacado, según Mejía, era su esmero en su arreglo personal, coquetería y orgullo de lucir prendas de su región, manifestando: “Recuerdo su elegancia, era coqueta, estaba pendiente de su figura, del corte de cabello, y de teñirse el cabello cuando empezaron a salirle canas. Fue la ministra con mochilas arhuacas que llevaba a todas partes, que lucía collares precolombinos y una cadena de la virgen María”.
Lee también: “Y esto va para Consuelo Araujonoguera con todo cariño y afecto”…
El 8 de diciembre de 1982, Consuelo Araújo fue la encargada de organizar y liderar la comitiva vallenata que acompañaría al escritor colombiano Gabriel García Márquez a la ceremonia del Premio Nobel de Literatura en Estocolmo, Suecia. Los Hermanos López y Los Hermanos Zuleta acompañaron a la comitiva de García Márquez a ritmo de vallenato?
POR: ANNELISE BARRIGA RAMÍREZ/EL PILÓN
[email protected]
‘La Cacica’, bautizada así por el periodista Hernando Giraldo por su liderazgo en la zona, fue clave para que hoy la música vallenata sea conocida en todo el mundo.
Un primero de agosto de 1940 nació en Valledupar la mujer que con su constancia, empeño, buenas relaciones y empuje logró que el vallenato fuera grande y reconocido, no solo en la región o el país, sino en el mundo entero. Se trata de Consuelo Araujonoguera, quien hoy estaría cumpliendo 80 años de no ser por el hecho infortunado de su secuestro y muerte a manos de las Farc en el mes de septiembre del 2001.
Lee también: ‘El último sueño de ‘La Cacica’, Consuelo Araujonoguera
Ella fue un ícono vallenato; fue política, escritora y gestora cultural, quien se destacó en cada faceta que emprendía. ‘La Cacica’, bautizada así por el periodista Hernando Giraldo por su liderazgo en la zona, fue clave para que hoy la música vallenata sea conocida en todo el mundo y para que el baile del pilón tuviera el auge que logró al ser incluido en la inauguración del Festival de la Leyenda Vallenata.
Consuelo unió el folclor con la política. De acuerdo a los que la conocieron, sus mejores aliados eran los personajes de la vida nacional. En la casona de su exesposo Hernando Molina Céspedes se alojaban (todavía lo hacen) presidentes, ministros, escritores reconocidos como Gabriel García Márquez y muchas personas que querían disfrutar una buena parranda vallenata.
En medio de las notas del acordeón se iba tejiendo la política local; de allí salían alcaldes, gobernadores, candidatos a altos cargos, en fin… se hablaba de todo y muchas veces se decía la última palabra en materia política.
De acuerdo con uno de sus biógrafos, Juan Rincón, Consuelo publicó durante 22 años la columna ‘La Carta Vallenata’ en el periódico El Espectador, en el año 1973 presentó su primer libro ‘Vallenatología’; en el año 1988 publicó el libro ‘Escalona, el hombre y el mito’, donde se describen las características, personalidad, secretos y sentimientos del compositor Rafael Escalona Martínez; y en 1994 publicó el libro ‘Lexicón del Valle de Upar’, donde plasmó voces, modismos, giros, interjecciones, locuciones, dichos, refranes y coplas del habla popular vallenata.
Consuelo fue la creadora y única directora del programa radial ‘La Cacica comenta’ entre 1983 y 1989 en la emisora que adquirió su familia bajo la firma ‘Vallenatos Asociados LTDA’ en 1987, hoy Radio Guatapurí se mantiene como la emisora más influyente y con más tradición en el Cesar; varias, de igual edad o más longevas no resistieron y sucumbieron al paso del tiempo. Su espacio era de 30 minutos, de 12:30 de la tarde a 1 de la tarde; este programa le sirvió de plataforma para contradecir a políticos, denunciar actos de corrupción, acercarse al público e impulsar el folclor de la música vallenata y otros temas culturales, tal como lo expresó la comunicadora social Ana María Ferrer.
No dejes de leer: Las hazañas irrepetibles de Consuelo Araujonoguera
Consuelo Araújonoguera dejó a medias lo que ella concibió como la gran oportunidad de tener una cadena radial, en la actualidad su hijo Andrés Alfredo heredero de su pasión por la radio, dirige en destacado encargo en honor a su madre, a Radio Guatapurí en los 740 de Amplitud Modulada y Cacica Stereo, un sonoro e imperecedero nombre que rinde un homenaje a su madre.
La escritora Mary Daza la recuerda con mucho cariño y admiración. “Fue una mujer que se plantó con paso firme en el Cesar y enseñó lo que era la honradez, la lucha por los sueños y la lucha por la defensa de los ideales; era una mujer devota a la virgen y supremamente inteligente. Pasará mucho tiempo para que exista alguien en la región con sus características”, rememoró.
Frente a su papel como integrante de medios de comunicación, aseguró que fue autodidacta en el oficio y que tenía algo importante que debe tener todo periodista: la defensa de la verdad.
Para la comunicadora social Nubia Mejía, siempre fue una “hada madrina” para el periodismo con las jóvenes de esa época, asegurando: “Nos corregía hasta la firma de un papel. Nos hacía eventos y si no teníamos para hoteles los pagaba o nos prestaba su casa y nos hacía almuerzo para el invitado especial con el grupo de periodistas. Manejaba muy bien la gramática; era cuidadosa con la redacción, los tiempos y los verbos. Era muy solidaria con el gremio de periodistas, por lo que todos los días la extrañaremos y recordaremos como una persona que nos abrió puertas y nos apoyaba”.
Entre los hechos curiosos que recuerda es que la señora Mirella, la mayor de sus hermanos, le contó que ‘La Cacica’ tenía 16 años cuan ella usaba ‘media media’ (la de colegio que iba hasta las rodillas) porque era la menor de la casa, “pero de la noche a la mañana se las quitó, no las volvió a usar y se puso a trabajar porque en ese tiempo trabajaban las mujeres para que los hombres se educaran; allí empezó a aportar a su casa”, acotó.
Otro aspecto destacado, según Mejía, era su esmero en su arreglo personal, coquetería y orgullo de lucir prendas de su región, manifestando: “Recuerdo su elegancia, era coqueta, estaba pendiente de su figura, del corte de cabello, y de teñirse el cabello cuando empezaron a salirle canas. Fue la ministra con mochilas arhuacas que llevaba a todas partes, que lucía collares precolombinos y una cadena de la virgen María”.
Lee también: “Y esto va para Consuelo Araujonoguera con todo cariño y afecto”…
El 8 de diciembre de 1982, Consuelo Araújo fue la encargada de organizar y liderar la comitiva vallenata que acompañaría al escritor colombiano Gabriel García Márquez a la ceremonia del Premio Nobel de Literatura en Estocolmo, Suecia. Los Hermanos López y Los Hermanos Zuleta acompañaron a la comitiva de García Márquez a ritmo de vallenato?
POR: ANNELISE BARRIGA RAMÍREZ/EL PILÓN
[email protected]