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De Francisco a León XIV: León XIV, los mensajes de un nombre (II)

La figura del León tiene todo un significado en las escrituras del Antiguo y también en el Nuevo Testamento. Luego no –necesariamente- va a seguir el estilo de Francisco.

El mismo día de su elección, como lo señala el protocolo y la historia del vaticano, el padre Roberto, como lo llamaban sus feligreses en Perú, escogió el nombre de León XIV, en homenaje a León XIII, Gioacchino Vincenzo Raffaele Luigi Pecci, italiano, quien un siglo antes, fue reconocido por ser el pionero de la doctrina social de la iglesia, con la encíclica “Rerum Novarum”.

Mucho más que un nombre, Prevost Martínez, con esa elección, envía una señal de liderazgo fuerte y de mucho coraje. La figura del León tiene todo un significado en las escrituras del Antiguo y también en el Nuevo Testamento. Luego no –necesariamente- va a seguir el estilo de Francisco.
En realidad, con toda seguridad, León XIV le impondrá su estilo a su pontificado y –en esa primera aparición por la televisión mundial- habló de la paz, se refirió a los conflictos regionales que hoy afectan al mundo y al problema de la migración en varios continentes. En un momento, en su primer mensaje al mundo, habló en un español muy claro y saludó a su feligresía de Chiclayo, en el Perú; en este país dejó muy buenos recuerdos como sacerdote sencillo, comprometido y cercano a la gente, como lo informó Vatican News.

Muchos retos de León XIV

Mucho se hablará y se escribirá sobre los caminos que puede escoger el papa León XIV, buena parte de ello entrará en la tentadora especulación, pero lo cierto es que lo que le espera es un “potro” cerrero. En efecto, son muchos y diversos, los retos que tiene la Iglesia católica, y su máximo líder, en estos tiempos de inteligencia artificial, consumismo y creciente incredulidad.

En efecto, la Iglesia es una organización milenaria, ya superó los veinte siglos; que nació como una pequeña y humilde secta seguidora de Jesús, el Nazareno, a quien no querían ni sus hermanos hebreos, que nunca lo consideraron el Mesías, al que, efectivamente, siguen esperando. Pero, la primitiva secta se creció…

Hoy la Iglesia de Cristo es una compleja organización, que desde Roma dirige y controla a su clero en varios continentes, a través de varias congregaciones y Obras Misionales, pero también es dueña de bancos, corporaciones financieras, medios de comunicación, fundaciones y universidades en todo el mundo. Quiérase o no, León XIV dirigirá un conglomerado económico y financiero. El mismo al cual el papa Francisco trató de imprimirle austeridad y transparencia, como citó el libro ‘ Viacrucis. Los enemigos de Francisco están por dentro’ de Gianluigi Nuzzi.

¿Qué esperar?

También el padre Roberto, hoy León XIV, ha mostrado una figura sencilla; proyecta una imagen de tío tierno y discreto. Pero, ya ha dejado claro que tendrá una gran influencia en la geopolítica mundial: ha hablado de migración, del conflicto en el Medio Oriente, de la invasión de Rusia a Ucrania, y de la realidad social de su América Latina, entre otros asuntos.

Me cuento entre quienes consideramos que tendrá que seguir proyectando, con hechos sencillos y gestos concretos, una Iglesia capaz de salir de sus palacios y catedrales, para llevar un mensaje renovado en lo religioso, ético y moral, a una sociedad cada vez más laica y secular. Y esa no será una labor sencilla…

Deberá seguir el proceso de limpieza de costumbres no solo inmorales, sino repudiables, por cuenta de algunos, quizás muy pocos, sacerdotes que haciendo uso de su poder e influencia se han visto envueltos en escándalos de pederastia y abuso sexual. Sin duda, la política seguirá siendo de “cero tolerancia” frente a estos hechos, y de colaboración seria y efectiva con los sistemas judiciales.

Y claro, es imperativo seguir la transparencia y austeridad en las cuentas del Vaticano y la Iglesia en el mundo. Los distintos aportes que realizan los feligreses en todo el planeta de cubrir no solo el sostenimiento de la institución, sino también convertirse en instrumento de fraternidad.
Capítulo aparte constituye la labor social de ayuda a las comunidades más necesitadas, a los más pobres, a grupos de ancianos y de enfermos, y reclusos, que realizan en varios países. Esto sin remplazar al Estado, pero sí como una exitosa ONG, como ha sido el Minuto de Dios en Colombia. A Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César.

El reto incluye a centenares de universidades que dependen de la dirección intelectual y moral de la Iglesia católica, hoy asediadas por el facilismo de la inteligencia artificial y otras plagas, como la xenofobia del presidente Trump. A la mano, también tiene periódicos, radio, televisión y redes sociales, que deberían irradiar el mensaje del cristianismo original, pero también el interesante y avanzado pensamiento económico y social de la Iglesia de Cristo. Constituyen un eclecticismo digno del análisis y de discusión en las distintas facultades de economía y otras ciencias sociales.

La Plaza de San Pedro abarrotada durante la elección del Romano Pontífice León XIV.  Foto: Vatican News.

Diálogo y más diálogo

El mensaje de León XIV será, posiblemente, como lo han precisado algunos cardenales, desde antes de su elección, de unidad en la diversidad, de proyección social y espiritual, en un mundo cada vez más afectado por el consumismo, el individualismo egoísta, que es todo lo contrario a lo que profesaba el Jesús, con unos mensajes sencillos, pero muy sabios, de ayuda al prójimo, de misericordia y compromiso social.

Llevar esos mensajes a la niñez y a la juventud, es otro reto. Otras congregaciones religiosas, con mensajes y formas distintas, le han restado influencia a la religión católica. Y claro, debe haber un diálogo al interior de la misma iglesia, que, sin duda, es contingente de varias facciones, como ha sido desde que nació esta religión, hija de la cultura hebrea-griega y romana. Sin lugar a duda, es mucho más lo que une a esas facciones, como la paz mundial, la lucha contra la pobreza, la búsqueda de la población joven y la lucha contra el relativismo moral, que amparado en una mala interpretación de nuevos “derechos”, han convertido a la inmoralidad y el mal gusto en una opción para mucha gente. En esto tienen mucho que ver el sistema educativo y los medios de comunicación.

Además de ese diálogo al interior; es perentorio, también, un diálogo inter-religioso con muchas otras creencias, como el mismo judaísmo, el islam, el budismo, entre otras, en una renovación moral mundial encaminada a una ética por la paz, la vida y la dignidad humana, como lo han demostrado autores como Hans Kung, y el mismo Dalai Lama, entre otros, según Vatican News.

El que le espera a su santidad León XIV no es un camino de rosas. En un mundo con una geopolítica tan complicada, con una globalización que está pasando su cuenta en el tema social y unas masas cada vez más huérfanas de luces centradas en unos verdaderos valores humanos, donde el centro de atención no sea el poder, el dinero, el hedonismo, sino el servicio al otro, la solidaridad y la fraternidad hacia los pobres, entre comunidades, regiones y países.

Es la humanidad, en general, la que necesita una nueva Iglesia católica, advertida que es una creencia religiosa entre otras, pero con una inmensa responsabilidad en el mundo occidental, cuna del liberalismo político y económico, hoy en crisis, y amenazado por al autoritarismo de la extrema derecha y la extrema izquierda, en muchos países. Que el Espíritu Santo que señaló su elección, sea también la luz que ilumine el camino y la gestión del nuevo Sumo Pontífice León XIV y su equipo en estos próximos años. Amén (así sea).

Por: Carlos A. Maestre

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